Militares y veteranos de guerra de Rusia creen que los ataques aéreos de la OTAN contra Yugoslavia no serán suficientes para que la alianza logre el retiro de las fuerzas serbias de la provincia separatista de Kosovo.
El poder de la fuerza aérea soviética no pudo derrotar a los guerrilleros de Afganistán, y la superioridad aérea de Estados Unidos sobre Vietnam no bastó para ganarle la guerra, arguyen.
"Habría un segundo Vietnam, pero esta vez muy cerca de todos nosotros, dentro de Europa", advirtió el ministro ruso de Defensa, Igor Sergeyev, en referencia a la crisis de Yugoslavia. Veteneranos rusos del conflicto de Vietnam concordaron.
"Estados Unidos y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) son arrogantes porque no han encontrado ninguna resistencia fuerte en los últimos años", declaró Nikolai Kolesnik, director de la Unión Rusa de Veteranos de Guerra de Vietnam.
Entre 1965 y 1973, un total de 22.000 expertos militares soviéticos fueron a Vietnam para ayudar en la defensa aérea. Algunos participaron de los combates, y 18 murieron en acción.
Su trabajo consistía en proteger el cielo de Vietnam del Norte mientras Estados Unidos libraba el mayor ataque aéreo de la historia, que duró desde 1961 hasta 1972, con diferentes grados de intensidad.
Se estima que Estados Unidos arrojó sobre todo el sudeste de Asia entre ocho y 15 millones de toneladas de bombas, frente a tres millones que arrojaron las fuerzas aliadas sobre Europa, el Norte de Africa y Asia durante la segunda guerra mundial.
Sin embargo, todo eso no pudo lograr que los norvietnamitas se rindieran.
La Unión Soviética suministró a Vietnam del Norte un total de 95 lanzamisiles y 7.658 misiles tierra-aire (SAM) entre 1965 y 1972.
La tecnología de esas armas no se comparaba a la de los aviones estadounidenses, "pero funcionaron, y el factor sorpresa fue decisivo", dijo a IPS el general retirado Mark Vorobyov, encargado de la modernización de los misiles soviéticos entre 1967 y 1969.
Las noticias procedentes de Yugoslavia indican que la historia podría repetirse. Comandantes de la OTAN admitieron su asombro por la activación de uno de los sistemas de misiles tierra-aire heredados de la Unión Soviética.
La cuestión es si la defensa aérea de Yugoslavia ha sido sobrestimada o subestimada.
Un miembro del Estado Mayor de Rusia, general Yuri Bluyevsky, cree lo último. Bluyevsky está convencido de que, pese a los masivos ataques de la alianza atlántica, el sistema de defensa aérea de Yugoslavia permanece virtualmente intacto.
Veteranos rusos señalan que la actual táctica del ejército yugoslavo de cambiar de sitio y esconder sus misiles es la única opción acertada.
Durante la guerra de Vietnam, los rusos desarrollaron la técnica del camuflaje y el ocultamiento de misiles. Los SAM eran cambiados de lugar rápidamente y sustituidos por falsos cohetes. Esto causaba problemas a los pilotos estadounidenses, que nunca sabían cuándo serían atacados con misiles.
Los ataques o amenazas de ataques por cohetes MiG o SAM a menudo obligaban a los pilotos de Estados Unidos a abortar sus misiones. A veces los aviones simplemente respondían a la presencia de los SAM no atacando ciertas zonas.
"Por supuesto, los pilotos estadounidenses tenían miedo de nuestros misiles y a menudo arrojaban su cargamento hasta a 30 kilómetros del objetivo", dijo Kolesnik. "No sorprende que los aviones de la OTAN descarguen sus misiles crucero fuera del alcance de la defensa aérea yugoslava", agregó.
La efectividad de los misiles disminuyó cuando Estados Unidos comenzó a utilizar misiles antirradiación, que se dirigen hacia señales de radar. Así pudo localizar misiles SAM en Vietnam, explicó Kolesnik.
Pero las fuerzas norvietnamitas pronto aprendieron a encender y apagar los radares para despistar al enemigo, y no activaban las terminales sino hasta 10 segundos antes del lanzamiento, por lo que la advertencia no llegaba hasta los pilotos estadounidenses.
"Al notar el inminente lanzamiento de misiles antirradiación, simplemente nos protegíamos apagando nuestros radares", recordó Kolesnik.
Aun durante la mayor concentración de ataques aéreos de Estados Unidos, cuando sus aviones arrojaban de todo sobre Vietnam del Norte menos bombas atómicas, los norvietnamitas continuaron rechazando los términos estadounidenses para un acuerdo de paz.
"Los ataques aéreos no harán que logren sus objetivos en Yugoslavia", concluyó Kolesnik. (FIN/IPS/tra-en/sb/mk/mlm/ip/99