Los familiares de Lori Berenson, una ciudadana estadounidense que cumple prisión perpetua por cargos de traición en Perú, solicitaron hoy al gobierno de Alberto Fujimori que la libere y le permita volver a Estados Unidos.
Mark y Rhoda Berenson, los padres de la reclusa, declararon este miércoles a la prensa que renunciaron a su esperanza de conseguir un juicio justo y público para su hija, acusada de ser dirigente del izquierdista Movimiento Revolucionario Tupac Amarú (MRTA).
"Queda claro que hay falta de voluntad (del gobierno peruano) para conceder un juicio abierto, y que es imposible obtener un juicio justo. Pensamos que ya basta, ella debe volver a casa", dijo Rhoda Berenson.
Mark Berenson agregó que a su hija le falla la vista, luego de pasar tres años de reclusión en la prisión de Yanomayo, que está mal iluminada y se encuentra en una zona de gran altitud sobre el nivel del mar, antes de ser trasladada recientemente a la prisión de Socabaya.
"El gobierno de Perú violó 10 de los 30 artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos en el tratamiento dado a mi hija Lori", argumentó, entre ellos el derecho al proceso judicial justo y el de no ser sometida a tratamiento inhumano y degradante.
Los Berenson negaron nuevamente las acusaciones de "traición a la patria" del gobierno peruano contra su hija, quien fue acusada de planificar el copamiento del Parlamento peruano, junto con otros supuestos integrantes del MRTA.
La semana pasada, una delegación estadounidense se convirtió en el primer grupo, además de los familiares de Berenson y funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas, en reunirse con la reclusa en la prisión de Socabaya.
Tras reunirse con Berenson durante dos horas el día 2, la delegación informó que sus manos están violáceas e hinchadas, y que tiene problemas de digestión y a la vista.
"Nos preocupa mucho el bienestar de Lori. Debe ser liberada y se le debe permitir retornar a casa", dijo el reverendo Lucius Walker, director de la organización Pastores por la Paz y uno de los integrantes de la delegación.
Walker informó que Berenson le dijo a la delegación que, cuando fue capturada en noviembre de 1995, fue detenida junto a una mujer que recibió cinco heridas de bala. Las heridas no fueron tratadas, se infectaron y finalmente la mujer fue sometida a una colostomía.
Berenson describió su situación en la prisión, donde convivió con ratas en las celdas, durmió poco y vivió en una casi constante oscuridad en Yanomayo.
"Nunca he sido miembro del MRTA, nunca he participado en la planificación de un acto violento ni con el MRTA ni con nadie más, ni he promovido la violencia" escribió Berenson en una carta entregada a la delegación.
Berenson acusó al gobierno peruano de negarle un juicio justo, y se refirió al "tribunal militar sin rostro" que falló en su contra. Los tribunales militares peruanos juzgan a los sospechosos de terrorismo en secreto, en un proceso en que los jueces están encapuchados.
En los últimos meses creció el apoyo a la causa de Berenson.
En diciembre, el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detención Arbitraria dictaminó que la "privación de la libertad de Lori Berenson es arbitraria" y que infringe varios artículos de la Declaración Universal y el Convenio Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El Grupo de Trabajo criticó los tribunales militares peruanos. Los juicios secretos transgreden "las normas del debido proceso" y constituyen una privación arbitraria de la libertad, declaró.
La presión para que Berenson sea liberada o sometida a un nuevo juicio también aumentó en Estados Unidos, donde The New York Times sostuvo en junio que el juicio fue una "parodia" porque a Berenson "no se le permitió refutar las pruebas, interrogar a los testigos de la fiscalía o llamar a testigos".
Berenson y los cientos de peruanos juzgados en procesos militares "deben ser juzgados nuevamente por tribunales civiles", agregó el editorial del diario.
Rhoda Berenson señaló que el Departamento de Estado (cancillería) estadounidense expresó su esperanza de que su hija tenga un juicio civil.
No obstante, el gobierno de Fujimori no dio paso alguno para minimizar la sentencia de Berenson, y sólo recientemente la transfirió de la prisión de Yanomayo a Socabaya, por razones de salud.
Amy Goodman, reportera de Pacifica Radio, con sede en Estados Unidos, e integrante de la delegación que visitó a Berenson la semana pasada, dijo que Perú intenta imponer "un total bloqueo a la información sobre ella", por el que Berenson fue alejada de los medios de comunicación desde su juicio hace tres años.
La secretaria de Justicia Janet Reno visitó Perú la misma semana que la delegación se reunió con Berenson, precisó Goodman.
"No queda claro" si Reno mencionó el caso de Berenson, pero Goodman añadió que un informe de la cancillería sobre derechos humanos acusó a Perú de tener el peor sistema judicial de América del Sur. (FIN/IPS/tra-en/fah/aq/ip/99