PERU: El pánico de las vacas flacas en el sector textil

Atemorizados por el previsible aumento de las mportaciones asiáticas y por la aguda recesión interna interna, los fabricantes de vestimenta peruanos demandan la reestructuración de sus deudas tributarias y aguardan el resultado de las negociaciones para ampliar su mercado en Europa, Colombia y Venezuela.

Tras varios años de crecimiento, Perú ha entrado en una grave recesión, que se expresa en un creciente desempleo y una insoportable contracción de la demanda interna.

Mientras los economistas discuten si de trata de un agotamiento del modelo de desarrollo implantado por el presidente Alberto Fujimori o de errores de manejo agravados por el contagio de crisis exteriores, los empresarios piden medidas inmediatas que alivien el mercado interno o les permitan competir afuera.

El sector textil y de confecciones es el más importante de la economía de este país, por su dinamismo y alta generación de empleos.

Su creciente paralización originará un impacto social muy grave, que afectará más allá de la pérdida de los 150.000 empleos directos y 530 mil empleos indirectos que genera.

En 1997, Perú concretó exportaciones textiles peruanas por 570 millones de dólares, en 1998 bajó levemente a 539 millones y se espera que este año recupere el nivel del ante año pasado.

Los empresarios consideran que ese incremento será insuficiente si no se recupera también la capacidad de compra del mercado interno.

"El sector confecciones trabaja con sólo 25 por ciento de su capacidad instalada y los ejecutivos de Indecopi hacen cola para que les apliquen los procedimientos de reflotamiento de la Ley de Reestructuración Patrimonial para no caer en quiebra", indicó el dirigente empresarial David Lemor.

"Existen 11.000 empresas registradas en el sector textil y confecciones y más de 3.000 cerraron el año pasado. Todo el sector colapsará si el gobierno no revierte con medidas urgentes la situación", advirtió Lemor, presidente del Comité Textil de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).

"Se requieren con urgencia facilidades para reestructurar las deudas tributarias, combatir con mas eficacia el contrabando y la subvaluación de los productos importados del Asia, y dictar medidas pro exportadoras", concluyó.

Según fuentes de la SNI, este año habrá una arremetida de la oferta asiática de productos textiles y de confecciones, peligro que ha motivado una gestión de la Federación Textil Andina, integrada por los gremios de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, para que se adopten medidas conjuntas para conjurarla.

"Esperamos acciones conjuntas de la Comunidad Andina para la supervisión de cantidad, precio y calidad en los puntos de origen, para impedir las practicas de subvaluación en las que suelen incurrir los importadores de productos asiaticos", comentó.

"La globalización nos integra a los mercados internacionales, de modo que todos, empresarios y Estado, debemos buscar la competitividad. El Estado debe reducir sobrecostos tributarios y nosotros bajar costos de producción y mejorar nuestros diseños", dijo por su parte la empresaria textil Marina Mejía.

En respuesta a la presión empresarial, voceros del gobierno apuntan señalando los mercados exteriores, actitud que en cierto modo refleja un tácito reconocimiento de que será difícil revertir la recesión interna a corto plazo.

El primer vicepresidente de la República, el empresario textil Ricardo Márquez, informó que en las próximas semanas se iniciarán conversaciones con Colombia y Venezuela para que los productos textiles peruanos ingresen con arancel cero a dichos países.

"Habrá dificultades para conseguir ese acuerdo, pues ambos países han otorgado esas mismas condiciones a Chile y México", vaticinó Márquez.

Perú, Colombia y Venezuela forman parte de la Comunidad Andina (CAN), bloque subregional cuyos asociados deben reconocerse recíprocamente entre sí las ventajas comerciales ofrecidas a terceros países.

Informó también Marquez que se pedirá a Estados Unidos "la rebaja de los aranceles a los productos peruanos hasta los mismos niveles concedidos a Mexico y Centroamérica".

Por otro lado, los expectativas de expansión hacia Europa se basan en las preferencias arancelarias concedidas por la Unión Europea (UE) a los países andinos, como compensación por sus gastos extraordinarios en la erradicación del narcotráfico.

La CA concluyó recientemente un estudio para ayudar a los confeccionistas de la subregión a penetrar en el mercado europeo, en base sobre todo a mejoras en el diseño y la calidad de los productos, para competir con las importaciones procedentes de Asia, que predominan en dicho mercado.

Sin embargo, un estudio de la Comisión Económica para América Latina sobre el mercado europeo señala que las compras de ese continente de productos textiles y confecciones procedentes de Latinoamérica no son significativas, y que tienden a bajar.

"Las bajas tasas de crecimiento de las importaciones de la UE desde todo el mundo significaría que el mercado de textiles y vestido de ese bloque económico está saturado", señala el informe. (FIN/IPS/al/dg/if/99

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