PARAGUAY: González Macchi abre su gobierno a la oposición

El nuevo presidente de Paraguay, Luis González Macchi, dejó abiertas las puertas de su gobierno a representantes de la oposición, mientras se espera que la justicia electoral resuelva un posible llamado a comicios presidenciales en 90 días.

González Macchi, que se desempeñaba como presidente del Congreso, reemplazó el domingo al renunciante Raúl Cubas, asegurando la continuidad en el poder del Partido Colorado, que gobierna en forma ininterrumpida desde 1947.

La división del Partido Colorado fue una de las causas principales de la crisis institucional coronada con la dimisión de Cubas, a quien la Constitución reserva una banca vitalicia en el Senado, en su calidad de ex presidente.

González Macchi, que el viernes había considerado la posibilidad de formar un gobierno de unidad nacional, al darse casi como un hecho que Cubas sería destituido por el Senado, dijo que los opositores Partido Liberal Radical Auténtico y Encuentro Nacional pueden entrar en su gabinete "si lo solicitan".

El nuevo presidente juró su cargo entre extremas medidas de seguridad, determinadas por la amenaza de partidarios del general retirado Lino Oviedo, mentor político de Cubas, de atacar otra vez a los opositores "Jóvenes por la Democracia", que se mantenían en vigilia frente a la catedral de Asunción.

Las Fuerzas Armadas garantizaron su apoyo a las nuevas autoridades y a la continuidad del régimen constitucional.

Mientras, Oviedo está detenido en Argentina, donde huyó el domingo con su esposa y tres hijos y con pasaporte falso.

La forma irregular en que Oviedo abandonó Paraguay y su detención en el aeropuerto de San Fernando, una localidad al norte de Buenos Aires, evidencian que no fue tomado en cuenta en la negociación política que condujo a la renuncia de Cubas y su sustitución por González Macchi.

En la negociación, comenzada el sábado, participaron los partidos políticos, la Iglesia Católica y diplomáticos sudamericanos y europeos.

González Macchi, afiliado a la corriente interna colorada del asesinado vicepresidente Luis María Argaña, aseguró que se propone decretar el "cúmplase" de la disposición de la Corte Suprema de Justicia que odenó la prisión por sedición de Oviedo.

El gobierno paraguayo ya solicitó la extradición de Oviedo, según unformaciones procedentes de Buenos Aires.

El nuevo mandatario declaró que tiene la intención de completar el mandato de Cubas y permanecer en el poder hasta el 2003. Pero se aguarda un dictamen del Superior Tribunal de Justicia Electoral sobre la nueva administración.

Ese tribunal debe decidir si González Macchi seguira al frente del Poder Ejecutivo hasta el 2003 o si es necesario convocar a elecciones en un plazo no menor a 90 días para la designación de presidente y vicepresidente.

El Fiscal General del Estado, Aníbal Cabrera Verón, había indicado poco antes que se iniciarían de inmedio los trámites judiciales para lograr el retorno al país de Oviedo, "ya sea en calidad de expulsado o extraditado de Argentina.

La crisis estalló el 18 de agosto, cuando tres días después de ser investido presidente, Cubas decretó la conmutación por tres meses de arresto de la condena a 10 años de prisión que un tribunal militar extraordinario había impuesto a Oviedo por una tentativa de golpe de Estado en abril de 1996.

Oviedo fue puesto en libertad y, si bien el decreto de Cubas fue convalidado por otro tribunal militar, la Corte Suprema de Justicia lo anuló y ordenó el regreso de Oviedo a prisión para completar su condena.

Cubas desnoció el fallo de la Corte Suprema. Su actitud condujo a la formalización de la fractura del Partido Colorado y, por último, el martes último tres desconocidos que vestían uniforme militar mataron en las calles de Asunción a Argaña, que promovía un jucio político contra el presidente.

La Cámara de Diputados votó el miércoles la acusación constitucional contra Cubas por violación de la independencia de los poderes Legislativo y Judicial y mala administración, y el Senado, convertido en tribunal, se aprestaba a destituirlo.

A las 20:45 hora local del domingo (24:45 GMT), el acosado Cubas convocó a una conferencia de prensa en la que denunció con energía "a las mafias empotradas en los círculos de poder" que buscaban a toda costa su destitución.

Acusó al Congreso de "conspirar para derrocar el presidente constitucional de la República" y denunció como amañado al juicio político que llevaba adelante el Senado.

Finalmente, declaró que no estaba dispuesto a admitir "que se derrame una sólo gota de sangre más de los paraguayos por cuestiones políticas" por lo que en aras de la pacificación nacional presentaba renuncia al cargo.

Cuatro "Jóvenes por la Democracia" murieron entre el viernes de noche y el sábado de madrugada en la Plaza del Congreso, baleados por manifestantes rivales y francotiradores. Otros dos permanecen en estado vegetativo, debido a graves lesiones, y los heridos fueron en total más de un centenar.

"No me voy por corrupto ni por ladrón", dijo Cubas, que llegó a la presidencia a causa de la inhabilitación judicial de Oviedo como candidato y con apoyo de 54 por ciento de los participantes en las elecciones de mayo.

"El pueblo paraguayo ha triunfado" fueron las primeras palabras de González Macchi como presidente. Agregó que creía firmemente en la redención del pueblo paraguayo.

"Creo igualmente en una integración justa y generosa con los países de la región", indicó, en referencia al Mercado Común del Sur, del que Paraguay es miembro.

Según versiones, el nuevo gabinete estará integrado por cuatro representantes del Partido Colorado, cuatro del Partido Liberal Radical Auténtico y tres del Encuentro Nacional, los tres grupos políticos representados en el parlamento.

"Terminó la impunidad en el Paraguay", aseguró también el nuevo presidente, en alusión a la "la tremenda corrupción que agobia al pais", que se comprometió a combatir.

González Macchi designó el domingo al ministro del Interior, Walter Bower, que se desempeñaba como presidente de la Cámara de Diputados. Uno de los hijos del asesinado vicepresidente Argaña fue nombrado secretario privado del presidente.

Escenas de júbilo siguieron a la renuncia de Cubas. Largas caravanas de automóviles recorrieron la capital con banderas nacionales, en evidencia del alivio de la tensión.

Un dirigente de los Jóvenes por la Democracia comentó frente a la catedral que los 'oviedistas ' pudieron "matar a varias golondrinas, pero no pudieron detener la primavera".

La matanza en la Plaza del Congreso determinó la destitución y arresto del jefe de la Policía Nacional, Niño Gutiérrez. La policía se retiró del lugar cuando comenzaron los enfrentamientos entre opositores y partidarios de Oviedo, y no intervino para poner fin a la masacre.

La policía continuaba este lunes la búsqueda de Walter Gustavo Gamarra, sospechoso de efectuar disparos el viernes contra los manifestantes congregados en la plaza. Gamarra fue identificado a través de un vídeo de un aficionado, que fue transmitido por Canal 13 de televisión. (FIN/IPS/ct/ff/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe