El arzobispo de Tunja, al sur de Colombia, Augustro Castro, sugirió hoy que la Convención Nacional propuesta por el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) se realice en la zona que el gobierno dejó bajo control de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Castro generó una fuerte polémica al declarar a la redioemisora RCN que "ya hay una zona de despeje grandísima", en los sureños departamentos de Meta y Caquetá, donde se puede "ir dando pasos adelante en términos de paz".
El prelado propuso que la reunión del ELN con el gobierno de Andrés Pastrana y distintos sectores sociales se efectúe en la llamada "zona de distensión", de unos 42.000 kilómetros de extensión, desmilitarizada a fines de 1998 para las negociaciones de paz con las FARC, la mayor fuerza guerrillera del país.
San Vicente del Caguán, municipio de 12.000 habitantes del Caquetá, fue escenario el 7 de febrero de la instalación de la mesa de diálogo entre el gobierno y las FARC.
"Los miembros del ELN deberían pensar que serán huéspedes de la región y de las mismas FARC" y que, además, gozarían de "plenas garantías de seguridad", aseveró Castro.
La propuesta del arzobispo suscitó reacciones de analistas políticos, miembros de la Comisión de Paz del Congreso y del Consejo Nacional de Paz.
Alfredo Rangel, ex asesor de paz del gobierno, señaló que no hay viabilidad en la propuesta de Castro, porque el ELN seguramente querrá tener "su propia zona de despeje militar".
Rangel dijo a IPS que "esa es una propuesta interesante e imaginativa", que incluso puede ayudar a destrabar el congelado acercamiento del ELN con el gobierno, pero "tiene el inconveniente de que todas las partes deben ponerse de acuerdo".
El ELN, el segudo mayor grupo guerrillero de Colombia, ha reiterado que quiere "tener su propia zona de despeje" en áreas de su influencia territorial, agregó.
La idea de la realización de la Convención Nacional del ELN con el gobierno y la sociedad civil colombiana, surgió en el llamado Pacto de Maguncia, celebrado en Alemania en 1998.
En la Convención el grupo insurgente se comprometió a dar a conocer su agenda de negociación de paz.
El proceso de paz entre el gobierno y el grupo insurgente está congelado desde el pasado 14 de febrero, por la negativa de Bogotá a desmilitarizar cinco municipios del norteño departamento de Bolívar, requisito exigido por el ELN.
La guerrilla planteó el 7 de febrero llevar a cabo la Convención en el exterior sin la presencia del gobierno.
Pastrana, sin embargo, es partidario de hacer la Convención en el país y los diálogos de paz en el extranjero, pero, estudiando antes "cuánto les costará a los colombianos".
El senador Antonio Gómez, miembro de la Comisión de Paz del Congreso, dijo a IPS que "no es fácil realizar la Convención con el ELN en la zona de despeje de las FARC", porque los procesos de ambos grupos guerrilleros son «totalmente diferentes».
Gómez no considera fácil que las FARC acepten "el ingreso de otros movimientos insurgentes", en el territorio bajo su control.
Respecto de la propuesta del arzobispo Castro, el legislador dijo que en todo proceso hay que "llenarse de paciencia", por lo cual no se deben "apresurar alternativas de solución".
Gómez consideró que, de ser aceptada la iniciativa, "el despeje militar de la zona en cuestión se prolongaría por lo menos nueve meses más".
No obstante, hay quienes apuestan por la viabilidad de la propuesta de Castro, la que implicaría llegar a un acuerdo adicional con las FARC y los pobladores de la zona de distensión.
El presidente de la Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Industrias (Acopi), Jaime Cabal, consideró que la idea de 64>>as y Medianas Industrias (Acopi), Jaime Cabal, consideró que l