BOLIVIA: Urgen al gobierno a tomar medidas contra crisis

Empresarios de todos los sectores de Bolivia y analistas económicos demandan al gobierno que aplique medidas urgentes para frenar los efectos negativos de la crisis económica.

Productores agropecuarios, empresarios mineros, banqueros, industriales, microempresarios y otros sectores claman al gobierno apoyo con incentivos, fondos especiales o revisión de la política tributaria.

El gobierno de Hugo Banzer asumió, en principio, una actitud reticente a aceptar, que pese al reducido tamaño de la economía nacional, la crisis también llegaría a Bolivia, y ha comenzado a mostrar una actitud más "preocupada".

En materia de comercio, una de las primeras repercusiones nacionales de la crisis brasileña, que estalló a mediados de enero, fue la invasión de productos de ese país que ingresan a Bolivia en condiciones perjudiciales para la industria.

Frente a esa situación, el gobierno de Banzer considera reforzar el control aduanero e imponer restricciones especiales en las extensas fronteras con Brasil.

El propio presidente admitió este fin de semana la posibilidad de flexibilizar el modelo sin afectar la estabilidad, a fin de encontrar soluciones contra la crisis, que golpea duramento al sector productivo.

El viceministro de Industria y Comercio, Jorge Valda, aseguró que de ser necesario el gobierno podría incluso instruir a las Fuerzas Armadas la protección de las fronteras en caso de que la capacidad humana, física y logística actual sea rebasada por el contrabando.

De manera más global, los analistas coinciden en que las medidas anticrisis deben servir para que el país adopte un perfil más productivo y competitivo, en el que el Estado cumpla una función de promotor.

Para la economista Carolina Pinto, del no gubernamental Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral, el Estado debe crear las condiciones para una transformación productiva que genere empleo e incorpore mayor valor agregado en los productos de exportación.

Entre las medidas que Pinto recomienda destaca la preservación de la estabilidad de precios para evitar la erosión de la competitividad de la producción nacional, la aplicación de medidas correctivas en el caso de importaciones que amenazan a la producción industrial nacional.

También aplicar bandas de precios para productos agropecuarios y aranceles diferenciados para productos de segunda mano que compiten deslealmente con la producción nacional, y reprogramar las deudas del sector agropecuario a plazos más largos.

El economista independiente Rolando Morales alertó que cualquier solución a considerarse no debe caer en medidas proteccionistas, y que el camino debería ser el mejoramiento de las tecnologías industriales que permitan subir los niveles de la producción nacional.

El presidente de la Cámara de Comercio, George Zatt, sugirió la devaluación de la moneda para aumentar la competitividad de la producción nacional.

Hasta ahora, la crisis internacional, a la que en el caso boliviano se sumó un duro impacto de los desastres naturales en la producción agrícola, obligó al gobierno a reducir las expectativas de crecimiento proyectadas para este año, de 5,2 por ciento a un rango variable entre 4,5 y cinco por ciento.

También el déficit fiscal, programado en 3,6 por ciento, subió en su proyección a 3,9, para financiar el costo que implica mejorar los caminos y carreteras, deteriorados por las fuertes lluvias de los últimos tres meses.

Según el ministro de Hacienda, Herbert Muller, el aumento del gasto público permitirá al país ampliar su capacidad de endeudamiento en unos 40 millones de dólares para tomar acciones correctivas y preventivas en la infraestructura vial. (FIN/IPS/ac/dg/if/99

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