/BOLETIN-AMBIENTE/ PERU: Rechazo a ampliación de compañía minera de EEUU

La mayor compañía minera de Perú, mayoritariamente perteneciente a capitales de Estados Unidos, podría contaminar un río que abastece de agua a tres pueblos del sur si sigue adelante con su proyecto de expandir dos minas de cobre, advierten investigadores estadounidenses y peruanos.

La Southern Peru Copper Corporation (SPCC) proyecta desviar ocho kilómetros del río Torata para poder explotar el mineral de cobre que yace en parte del lecho del río.

Autoridades y organizaciones peruanas advirtieron que el proyecto desviaría el agua que reciben granjas locales y los pueblos de Ilo, Moquegua y Torata. El agua desviada también se podría contaminar con los desechos industriales y con las rocas y la tierra de la zona, naturalmente ácidas, señalaron.

En los últimos 40 años, la SPCC ha explotado las minas de cobre de Cuajone y Toquepala, en la cordillera de los Andes, junto a la frontera con Chile.

La compañía estadounidense ASARCO Inc. es propietaria de más de 50 por ciento de la SPCC, y las firmas Phelps Dodge Overseas Capital Corporation y Marmon Corporation, también de Estados Unidos, son dueñas de 14 por ciento cada una.

"No nos oponemos a la realización del proyecto, pero como está planificada en la actualidad, la expansión amenaza 3.500 hectáreas de tierras agrícolas y el abastecimiento de agua potable de las zonas urbanas de Torata, Moquegua e Ilo", dijo Gladys Márquez, de la organización no gubernamental Asociación Civil Laboral (ACL), con sede en Ilo.

Márquez se encuentra en Washington con el fin de conseguir el apoyo de ambientalistas de este país.

La SPCC, una de las mayores mineras de cobre del mundo, gastará 1.100 millones de dólares en la expansión, que comenzó en 1998.

Las minas son una fuente importante de ingresos por exportaciones para Perú, pero ambientalistas y habitantes critican las actividades de SPCC porque aseguran que sus instalaciones contaminan el aire y el agua.

Los granjeros de la zona aseguran que la contaminación de dióxido de azufre procedente de un horno de fundición y de una refinería en Ilo dañaron los cultivos en los valles circundantes del centro del pueblo. La incidencia de asma entre los niños del lugar aumentó considerablemente, afirmó Márquez.

El Ministerio de Energía y Minas de Perú ordenó a la SPCC que instale controles de contaminación y que modernice el horno de fundición como parte de la expansión de las minas.

El proyecto, cuya conclusión se prevé para el 2003, incluye la instalación de dos hornos de fundición que absorberán más de 95 por ciento del azufre, según fuentes de la compañía.

Jerry Cooper, portavoz de ASARCO, se negó a comentar la controversia que rodea al desvío del río Torata, pero afirmó que el proyecto tiene los permisos necesarios y que la compañía está lista para comenzar la construcción.

"Este projecto fue producto de un estudio relativamente amplio y de un proceso de habilitación que se realiza en Perú al igual que se hace en Estados Unidos", dijo a IPS.

"El proyecto también incluye controles de inundación que benefician a muchas de las comunidades río abajo, ya que el Torata sufre desbordes regulares", explicó.

Pero la evaluación de impacto ambiental que realizó la compañía no estuvo al alcance de las autoridades locales hasta que SPCC obtuvo el permiso correspondiente, indicó la Comisión Técnica local, integrada por funcionarios e ingenieros de Ilo, investigadores y representantes de ACL.

"Los residentes y las organizaciones de la zona no fueron informados, ni mucho menos invitados a participar en la discusión del proyecto hasta que la evaluación de impacto ambiental se entregó al Ministerio de Energía y Minas", afirmó Márquez.

Luego de revisar la evaluación, la Comisión dijo que varios factores importantes se ignoraron, entre ellos la posible contaminación del agua con piedras naturalmente ácidas debido a la desviación del río.

La evaluación "no menciona si hay un impacto para la población o los granjeros locales", dijo Márquez. Investigadores de este país también expresaron su inquietud por la información excluida de la evaluación.

El proyecto podría contaminar el agua debido a las piedras ácidas y los desechos mineros que caerán al río, aseguró el profesor de la Universidad de Nevada y especialista en minas, Glenn Miller, en una carta dirigida al organismo ambiental del gobierno peruano.

"Recomiendo enérgicamente que se actúe con cautela para decidir si se permite este proyecto. Existe una gran posibilidad de crear una fuente de contaminación del agua de largo plazo", escribió antes de que el gobierno autorizara el proyecto.

Como las autoridades locales no tuvieron tiempo para analizar la evaluación de impacto ambiental antes de que el permiso se otorgara, la ACL denunció por ilegal al proyecto y solicitó a las autoridades federales que lo aplacen hasta que se aclaren todas sus inquietudes.

"Aunque esta actividad produce beneficios económicos para el país, los problemas que pueden causar a la población local son mayores", dijo Márquez. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/aq/if-en/99

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