AFRICA ORIENTAL: Guerra entre Etiopía y Eritrea amenaza la región

La guerra fronteriza entre Etiopía y Eritrea que ya ha desplazado a más de 50.000 personas amenaza la estabilidad de Africa oriental, advirtieron analistas politicos.

"La situación en el Cuerno de Africa puede significar una seria amenaza para la región de los Grandes Lagos si no se normaliza pronto", dijo Gerry Oduor, editor del diario Kenia Times.

La región de los Grandes Lagos está formada por Burundi, Uganda, República Democrática de Congo (RDC), Ruanda y Tanzania. Etiopía y Eritrea pertenecen a la vecina región conocida como Cuerno de Africa, al igual que Djibuti, Somalia y Sudán.

Oduor sostuvo que la incursión de supuestos rebeldes etiopes del Frente de Liberación Oromo (OLF) en Kenia anticipa "cosas peores".

La guerra entre Etiopía y Eritrea podría desestabilizar a países vecinos como Kenia y Tanzania, que han disfrutado de una paz relativa, advirtió.

"No veo como Kenia y Tanzania podrán sobrevivir a esa matanza con las fuerzas (etíopes y de OLF) retirándose dentro de los dos países", expreso.

Oduor observo que la región se ha vuelto vulnerable a la proliferación de armas que sirven a poderosos intereses externos, tras la desintegración de la Unión Soviética y el bloque oriental.

"Hay un montón de armas sueltas traídas al continente para aprovechar las pobres condiciones económicas de la región, y el resultado es la creación de conflictos por cualquier nimiedad", dijo.

Al menos cuatro países del Cuerno de Africa están involucrados en conflictos armados. Etiopía y Eritrea combaten entre sí, mientras Somalia y Sudán libran guerras civiles que ya han provocado más de dos millones de muertos.

La guerra civil sudanesa ha causado dos millones de muertes desde que estalló en 1983, según agencias humanitarias que operan en el país.

El conflicto que redujo a Somalia a un feudo de dos clanes protegidos por señores de la guerra también ha provocado miles de víctimas.

Aviones de combate Mig-23 de fabricación rusa bombardearon un centro de apoyo logístico de Eritrea situado a 20 kilómetros del puerto de Assab, sobre el Mar Rojo, informó el propio gobierno en Addis Abeba.

Eritrea, a su vez, afirmó haber capturado 20 tanques etíopes y causado fuertes bajas a su enemigo, pero no dio otros detalles. La lucha entre los dos países del Cuerno de Africa se reanudó el mes pasado tras un semestre de tregua.

La última secuencia de la lucha llevó a la vecina Djibuti a declarar a su ejército en estado de alerta en previsión de un ataque desde Eritrea.

Ambos países interrumpieron sus vínculos diplomáticos en septiembre, luego de que Eritrea acusó al gobierno de Hassan Gouled de apoyar a Etiopía.

A su vez, el gobierno de Gouled culpó a Eritrea de estrechar vínculos con los rebeldes del Frente de Restauración de la Unidad y la Democracia de Djibuti (FRUD).

Informes no confirmados dieron cuenta que Francia está enviando aviones adicionales a Djibuti, donde tiene desplegados 3.200 soldados y mantiene su mayor base militar en Africa, para vigilar la situación.

Eritrea tampoco está en muy buenas relaciones con su vecino occidental, Sudán, que alberga a casi medio millon de refugiados musulmanes de ese país.

El conflicto entre los dos vecinos estalló en mayo, cuando las tropas eritreas capturaron el área de Badme, que estuvo antes bajo administración etíope.

La Organización para la Unidad Africana (OUA) promovió conversaciones para resolver la crisis pero con escaso resultado. Sin una fuerza militar, los expertos opinan que las gestiones de la OUA como mediador pacífico en la región fracasarán.

"Los antecedentes de OUA para resolver cuestiones militares en Africa, son muy malos porque la organización tiene problemas logísticos, carece de fuerzas unificadas y también de recursos adecuados", apunto Oduor.

Jerotich Seii, del Centro de Educación para Mujeres en Democracia, con sede en Nairobi, acusó a los gobiernos africanos de no brindar el apoyo necesario a la OUA para que pueda resolver los conflictos.

"Los pueblos de Africa se han olvidado que son miembros de la OUA. Como países miembros, deben alimentar los diferentes mecanismos de la OUA para fortalecerla. Si le diéramos todo el respaldo que necesita, creo que sería capaz de lograr una solución a cada crisis regional", aseguro. (FIN/IPS/tra- en/ja/mn/ego/mj/ip/99

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