El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP) está satisfecho con los avances que lograron los gobiernos al implementar las reformas en las políticas de población tras la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) realizada en El Cairo en 1994.
"Se obtuvieron progresos considerables en la implementación de áreas claves del Programa de Acción de la CIPD", dijo un funcionario de FNUAP.
El visto bueno se produce en momentos en que los delegados de 180 países se preparan para reunirse en La Haya, Holanda, del 8 al 12 de febrero, para analizar las medidas tomadas en el tema población desde la conferencia de El Cairo.
El FNUAP está especialmente satisfecho con el "progreso alentador logrado desde 1994 en la promoción de los derechos reproductivos y en la implementación de la salud reproductiva", incluyendo no sólo la planificación familiar sino la prevención de enfermedades de transmisión sexual y la eliminación de la mutilación genital femenina.
Desde que las 179 naciones firmaron el Programa de Acción de la CIPD en El Cairo, la mayoría de las estadísticas de población reflejaron los avances en el cumplimiento de las metas del Programa, detalló un informe del FNUAP.
"Las mujeres actualmente tienen un promedio de 2,8 hijos, comparado con tres cinco años antes", indicó.
Las tasas de mortalidad infantil están bajando, lo que provocó un aumento de la expectativa de vida promedio al nacimiento, que crecerá de un promedio de 64 entre 1990 y 1995 a 66 entre 1995 y el fin del milenio.
En general, los países mejoraron su acceso a la planificación familiar y liberalizaron las leyes sobre el aborto desde la conferencia celebrada en 1994.
Desde entonces la mayoría de las naciones impulsaron una mayor libertad reproductiva pese a las objectiones del Vaticano y de varios gobiernos conservadores católicos e islámicos.
Por ejemplo, el Centro para las Leyes y Políticas de Reproducción (CRLP), con sede en Nueva York, expresó en un estudio que se liberalizaron las leyes sobre el aborto en al menos siete países -Albania, Alemania, Burkina Faso, Camboya, Seychelles y Sudáfrica- desde la conferencia de 1994.
Por el contrario, solamente dos países, El Salvador y Polonia, incrementaron las restricciones legales sobre el aborto.
Similarmente, afirma el Centro, un cuarto de los 28 países africanos que se creía poseían los mayores índices de mutilación genital femenina prohibieron tal práctica desde la conferencia de El Cairo.
Varias naciones, incluyendo Egipto, están educando a los doctores y a las parteras acerca de los daños que la práctica acarrea, la cual es considerada una forma tradicional de circuncisión en algunas culturas, pero que puede provocar la muerte en ciertos casos.
En general, la prestación de servicios anticonceptivos a nivel mundial mejoró desde 1994, y según el FNUAP, "la mayoría de los países en desarrollo que poseen datos acerca de estas tendencias demostraron un incremento sustancial en el uso de anticonceptivos".
No obstante, alrededor de la cuarta parte de todas las personas del mundo en desarrollo que necesitan anticonceptivos todavía carecen de ellos. El nivel más alto de necesidades insatisfechas (29 por ciento) lo posee Africa, informó la agencia.
Se necesita llevar a cabo mayores esfuerzos, ya que no basta con simplemente proporcionar anticonceptivos, sostienen defensores de los derechos de la población.
"Los derechos reproductivos de la mujer van más allá del acceso a la planificación de familia y la demografía", expresó Anika Rahman, directora del programa internacional de CRLP.
"La potenciación de la mujer para que tome decisiones en materia reproductiva requiere cambios sociales, económicos y culturales profundos. Proporcionarles exclusivamente anticonceptivos no es suficiente", agregó.
El FNUAP citó a países latinamericanos por haber logrado "grandes progresos a la hora de cambiar las leyes discriminatorias o de aprobar otras que protejan a la mujer".
Bolivia, Cuba, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana aprobaron legislaciones que convierten a la violencia contra la mujer en un delito grave, advirtió el informe.
También se adoptaron leyes que protegen a la mujer del acoso sexual y la violencia en China, Filipinas y Vietnam y los 14 países de la Comunidad para el Desarrollo de Sudáfrica.
Pese a tales hallazgos alentadores surge en el horizonte una gran preocupación a medida que comienzan las reuniones de La Haya, especialmente en lo relativo al financiamiento de los compromisos del Programa de Acción de la CIPD, que se estiman en 17.000 millones de dólares al año para el 2000.
Pese a que la CIPD estima que el año próximo se necesitarán alrededor de 5.700 millones de dólares en asistencia internacional para los programas de población, el nivel actual de asistencia internacional es de sólo 2.000 millones de dólares.
Varios países, incluyendo Estados Unidos, que disminuyó la financiación para los programas de población en el extranjero en 35 por ciento en 1996, recortaron su contribución a la asistencia internacional en los últimos años.
Pero Naciones Unidas (ONU) espera que las reuniones próximas – que incluyen la presencia de primeras damas como Hillary Clinton, de Estados Unidos, Nana Konadu Agyeman Rawlings, de Ghana, y Elizabeth Aguirre de Calderón Sol de El Salvador- resaltarán la importancia de contribuir a la financiación de tales programas.
En una señal alentadora para el FNUAP, los enfrentamientos entre el Vaticano y los críticos de la institución parecen haber disminuido previo a las conversaciones en La Haya.
La Asamblea General de ONU advirtió en una resolución el año pasado que no habrá una renegociación de los acuerdos de la CIPD, eludiendo por el momento toda discrepancia con los estados católicos conservadores.
Sin embargo, dos grupos estadounidenses, el Centro Park Ridge y los Católicos por la Libertad de Elegir, publicaron una declaración firmada por los representantes de varias religiones según la cual "la erradicación del dominio masculino es imperativa para la santidad de toda creación".
"La visión de los católicos en los bancos de las iglesias difiere mucho de la de aquellos que pertenecen a las jerarquías de la Iglesia católica en temas como la salud reproductiva", expresó Frances Kssling, presidenta de Católicos por la Libertad de Elegir.
Kissling sostiene que es vital para los representantes de las distintas religiones hacer oír sus voces en las conferencias de población, para que no predominen las perspectivas pronatalistas deL Vaticano (FIN/IPS/tra-en/fah/mvf-dg/pr/99
