Un alto clérigo iraní aseguró que es posible reanudar las relaciones con Estados Unidos y preparó así el camino a nuevas disputas entre radicales y moderados del gobierno de Irán.
El Gran Ayatola Alí Montazeri, que en su momento fue el posible sucesor del revolucionario y difunto ayatola Ruhollah Jomeini, aseguró que la prohibición impuesta por Jomeini después de la revolución islámica de 1979 no debía tener una duración infinita.
Montazeri, que cumple arresto domiciliario desde hace años a causa de sus controvertidas opiniones, respondía así a una pregunta hecha por estudiantes y profesores de teología. Sus observaciones fueron publicadas por el periódico Khordad el sábado.
El ayatola señaló que hubo cambios desde que en noviembre de 1979 estudiantes ocuparon la embajada de Estados Unidos en Teherán y tomaron de rehenes a 52 diplomáticos a los que mantuvieron secuestrados durante más de un año para protestar por el apoyo de Washington al régimen del Shah Mohammed Reza Pahlevi.
El Shah (rey) y su familia se vieron obligados a exiliarse en febrero de 1980, luego de meses de cruentos disturbios.
"Estados Unidos cortó las relaciones con Irán, y por eso el difunto imán (Jomeini) prohibió todo vínculo con Washington. Pero esa orden es temporaria y puede cambiar según la situación política y económica", explicó Montazeri.
Montazeri sostuvo que se podrán reanudar las relaciones si Estados Unidos no intenta dominar a Irán, o aprovecharse de Teherán.
El presidente Mohammad Jatami, un clérigo moderado elegido en 1997, intentó mejorar las relaciones académicas y culturales con Estados Unidos, pero el sucesor de Jomeini, el ayatola Alí Jamenei, y otros clérigos radicales dijeron que Irán debe mantener distancia de Washington.
Los radicales aún están resentidos. El parlamento creó en enero un fondo especial para contrarrestar lo que considera la intervención de Estados Unidos en los asuntos de Irán.
La prensa oficial, que no especificó el monto del fondo, anunció que el dinero podía utilizarse para "iniciar procesos contra Estados Unidos en tribunales internacionales (y) hacer ver a la gente de dentro y fuera del país el atropello cultural perpetrado" por Washington.
Funcionarios advirtieron que será imposible mejorar las relaciones mientras se mantengan las políticas hostiles de Estados Unidos contra Irán, o sea las sanciones a las inversiones y al comercio.
"No hubo cambios en las relaciones entre ambos países porque no hubo ningún cambio en la actitud de Estados Unidos" hacia Irán, indicó un portavoz de la cancillería.
"A pesar de ciertas observaciones positivas hechas por funcionarios estadounidenses, sus palabras y sus actos se contradicen", dijo el portavoz.
El funcionario aludía a lo dicho por la secretaria de Estado Madeleine Albright respecto de la voluntad de Washington de iniciar un diálogo "autorizado y reconocido" con Teherán.
Las relaciones exteriores de Irán dieron un giro en los 18 meses que lleva Jatami en la presidencia.
El gobierno mejoró las relaciones con los vecinos árabes del Golfo, extendió la amistad hasta las antiguas repúblicas soviéticas de Asia central, reanudó las relaciones con la Unión Europea y se propone intercambiar embajadores con Gran Bretaña.
Irán también comenzó a superar las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos al crucial sector petrolero y de gas, instando a compañías europeas, rusas y asiáticas a explotar los yacimientos costeros, provocando la oposición de Washington.
"Este cambio de actitud proviene de una confluencia de factores. Uno es que Teherán abandonó los intentos de exportar su revolución, otro es la debilidad de Iraq a raíz de la guerra del Golfo, y el último es la aparición del (movimiento islámico fundamentalista) Talibán en Afganistán", dijo un diplomático.
Otros atribuyen el cambio a Jatami por haber moderado la política exterior de Irán hacia Occidente. Pero Estados Unidos sigue siendo una excepción, a pesar del mensaje televisado del año pasado, en que el presidente iraní invitó a Washington a "romper el muro de la desconfianza".
Los conservadores critican a Jatami por tratar de reanudar las relaciones con Estados Unidos cuando éste no da señales de mitigar las sanciones, y sus políticos siguen llamando a Irán "el estado delincuente" y lo acusan de fomentar el terrorismo internacional.
Jatami conserva su gran popularidad entre las mujeres y los jóvenes, cuyo apoyo lo catapultó al poder, a pesar de la insatisfacción creciente por el aumento de los precios y el desempleo.
Esto lo ayudó a contrarrestar el poder de los radicales que controlan el Parlamento, los tribunales y las fuerzas armadas, sostuvieron los analistas.
"Pero ni siquiera Jatami puede arriesgarse a ser demasiado amistoso con el 'Gran Satanás"', como sectores radicales califican a Estados Unidos, indicó el diplomático.
Jatami se reúne con Jamenei al menos una vez por semana para discutir las directrices políticas. Ambos tienen una posición muy firme respecto de las relaciones con Estados Unidos.
Jatami cree que sería útil aprovechar lo mejor de lo que Estados Unidos puede ofrecerle al mundo, pero Jamenei, preocupado por la penetración de la televisión satelital y de Internet, se niega rotundamente a apoyar medidas que contribuirían al retorno del colonialismo cultural.
Los radicales, decididos a defender el poder y los privilegios que tienen y a rescatar lo que para ellos es esencial en el compromiso de Irán con la revolución islámica, pueden rechazar las propuestas de Jatami.
Irán se prepara para festejar, el 11 de febrero, el último día del Crepúsculo de 10 días, que conmemora el vigésimo aniversario de la derrota del Shah, por lo que la lucha entre radicales y reformistas podría quedar temporalmente olvidada en pos de la unidad nacional.
Jamenei exhortó a moderados y conservadores a suspender las riñas que causaron una ola de matanzas entre disidentes e intelectuales, y a centrar su atención en las próximas elecciones nacionales.
Las observaciones de Montazeri podrían avivar el fuego en ambos sectores. Sus críticos lo ven como una molestia para todos los que él cree le negaron el mando principal del país. Para otros, puede no ser el sucesor oficial de Jomeini, pero sus opiniones igual tienen la importancia de un edicto religioso. (FIN/IPS/tra- en/su/an/ceb/aq/ip/99