El gobierno de Indonesia ordenó hoy que el líder de la resistencia de Timor Oriental Xanana Gusmao pase a arresto domiciliario en Yakarta, lo que representa un nuevo paso hacia la independencia de Timor Oriental.
Las autoridades descartaron, sin embargo, la liberación de Xanana, que cumple una condena de 20 años de prisión.
Los activistas por la independencia y los gobiernos internacionales esperan que Xanana, que lleva seis años en prisión, participe activamente en el diálogo político sobre el futuro de su país.
Indonesia anunció en enero, para sorpresa de todos, que consideraría la independencia de Timor Oriental.
La pregunta ahora no es cuándo Indonesia hará efectivas sus palabras, sino cómo organizar una transición pacífica hacia la independencia.
La oferta de independencia del presidente Bacharuddin Jusuf Habibie fue bien recibida por varios y motivo de burlas para otros, pero causó tensión entre los 850.000 timorenses y colonos indonesios que habitan ese país.
Algunos expresaron su temor de que se desate una ola de violencia dado que aumentó el número de opositores armados en Timor Oriental, bajo dominio de Indonesia desde 1976.
Pero una organización no gubernamental de Yakarta, Solidaridad de Indonesia para una Solución Pacífica en Timor Oriental (Solidamor), busca una para que Indonesia se retire de Timor Oriental sin violencia.
Bonar Tigor Naipospos, dirigente de Solidamor, aseguró que el grupo pretende evitar que los radicales de Indonesia provoquen agitaciones en la sociedad timorense.
Los cancilleres de Portugal, que se retiró de Timor Oriental en 1975, y de Indonesia, que anexó al país como provincia al año siguiente, concluyeron esta semana en Nueva York otra ronda de conversaciones sobre la autonomía de ese territorio.
El 10 de marzo, en otro encuentro bilateral, se definiría el mecanismo a emplear en el proceso de transición.
Yakarta había ofrecido al comienzo la autonomía para Timor Oriental como región especial, pero luego anunció que si la autonomía era rechazada consideraría la posibilidad de otorgarle la independencia.
Esto puede hacerse a través de un acto legislativo de la Asamblea Consultiva del Pueblo, que revoque la resolución de 1978 por la cual Timor Oriental se convirtió en provincia de Indonesia.
Otro paso importante es que Indonesia declare un cese del fuego e inicie el desarme de todas las milicias de Timor Oriental, indicó Naipospos.
El desarme debería ser supervisado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero un compromiso en ese sentido de las fuerzas armadas de Indonesia (ABRI), consideradas opuestas a la independencia, "ayudaría bastante", sostuvo.
La ONU debería establecer una autoridad de transición en Timor Oriental y enviar a un cuerpo de mantenimiento de paz para remplazar a las tropas de ABRI.
Naciones Unidas debería también iniciar y conducir las conversaciones entre los partidos políticos de Timor Oriental, sin olvidar a los líderes tradicionales y a los grupos favorables a la permanencia en Indonesia.
Timor Oriental decidirá entonces, a través de un referéndum supervisado por la ONU, si seguirá siendo una provincia de Indonesia pero con mayor autonomía o si se convertirá en una nación idenpendiente, estimó Naipospos.
El canciller de Indonesia, Ali Alatas, descartó la posibilidad de un referéndum, que podría causar una guerra civil.
Pero Naipospos rechazó el argumento, y dijo que se trataba del típico discurso de Indonesia.
"Es evidente que Timor Oriental tiene que independizarse", afirmó. Los timorenses que desean la permanencia de Indonesia en su país "constituyen grupos pequeños y débiles amamantados por Indonesia".
La independencia de Timor Oriental era impensable durante el gobierno de Suharto, que se vio obligado a renunciar en mayo del año pasado cuando se multiplicaron las manifestaciones por la democracia y empeoraron las condiciones económicas.
El gobierno actual, sin embargo, parece estar convencido de que mantener a Timor Oriental bajo su poder tendría un alto costo económico y político, observaron los analistas. (FIN/IPS/tra-en/ap-ip/sb/ral/ceb-dg/99