EEUU: Congreso debatirá ventajas para América Central y Caribe

El Congreso de Estados Unidos discutirá un proyecto de ley que otorgaría a las exportaciones de América Central y del Caribe el mismo tratamiento dado a las de México por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).

Un grupo de senadores del gobernante Partido Demócrata y del opositor Partido Republicano presentaron el proyecto, mientras el presidente Bill Clinton se apresta a visitar en marzo países centroamericanos devastados por el huracán Mitch.

La mayoría de los 24 países de América Central y del Caribe tienen ingresos por habitante inferiores a México, y apelaron para que se les conceda la "paridad del TLC", desde que el tratado entró en vigor en 1994.

Sin la paridad del TLC, sostienen, no podrán competir con México por las inversiones foráneas, sobre todo en industrias manufactureras y de ensamblaje como los textiles y las prendas de vestir, que sus economías necesitan para desarrollarse y crear empleos.

El gobierno de Clinton apoyó en el pasado los proyectos que proponían la paridad del TLC e indicó que lo hará nuevamente este año. Los partidarios de la iniciativa esperan que esta vez tenga éxito, gracias a la solidaridad hacia las víctimas de los huracanes Mitch y George que asolaron a la región en 1998.

El huracán Mitch devastó a Honduras y partes de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, mientras el George afectó a Haití y República Dominicana, así como a estados más pequeños del Caribe oriental.

"El huracán Mitch ofreció la oportunidad para mirar con nuevos ojos los puntos que se consideraron en los últimos cinco o seis años, aunque sin éxito", escribió la semana pasada el ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Samuel Guzowski, en el influyente periódico Journal of Commerce.

En 1981, el gobierno de Ronald Reagan lanzó la Iniciativa para la Cuenca del Caribe (CBI), que ofreció ayuda y preferencias comerciales sin precedentes a los países de América Central y del Caribe en buenas relaciones con Estados Unidos.

El plan se ideó para fomentar la inversión estadounidense en la región como parte de una estrategia más amplia para contener la influencia y la insurgencia de izquierda. Cuba, Granada y Nicaragua, consideradas socialistas por Washington, fueron excluidas.

La iniciativa fue fundamental para reorientar a muchas de las economías beneficiadas, que tradicionalmente sirvieron como fuentes de materias primas para el mercado estadounidense.

Aunque la región sigue exportando frutas, café y azúcar, algunos de los países más grandes de América Central se transformaron en exportadores de textiles, prendas de vestir y productos electrónicos.

Casi 50 por ciento de los productos que Washington importó de la Cuenca del Caribe en 1997 por 16.600 millones de dólares consisten en prendas de vestir.

Pero el TLC puso estas tendencias en riesgo. Gracias al acuerdo, México absorbió inversiones por miles de millones de dólares de América del Norte, Europa y Asia para sus fábricas y plantas de ensamblaje.

México goza de grandes ventajas frente a sus competidores de la Cuenca del Caribe, ya que Estados Unidos se comprometió a eliminar gradualmente los aranceles de los productos mexicanos y comparte una extensa frontera con México, que tiene modernas autopistas.

A diferencia de 1982, los países del Caribe no pueden usar la amenaza de la insurgencia con apoyo soviético o cubano para motivar al Congreso estadounidense a ofrecer nuevos incentivos comerciales.

Pero el gobierno y sus seguidores en el Congreso aseguran que otras amenazas favorecerán al proyecto de ley propuesto ahora.

El desastre provocado por el Mitch provocó una mayor inmigración de Honduras y Nicaragua. La cantidad de centroamericanos detenidos en la frontera con México aumentó considerablemente en las últimas semanas, a unos 50 por día.

Los legisladores también temen que la pérdida de empleo de decenas de miles de personas debido a los huracanes generen más problemas políticos.

"No nos conviene que esta tormenta sea la causa de la desestabilización de esta región", dijo el senador Paul Coverdell, uno de los propulsores del proyecto de ley.

Clinton ya entregó 300 millones en ayuda de emergencia a América Central desde el huracán Mitch. El presidente visitará Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, del 8 al 11 de marzo.

Clinton le pedirá al Congreso entre 800 y 900 millones de dólares de ayuda de emergencia como parte de un proyecto de ley de asistencia suplementaria para este año. Pero el gobierno aún apuesta a un proyecto de ley CBI-paridad que podría incluirse en otras normas pendientes.

Los defensores en el Senado de la Ley de Ayuda para América Central y el Caribe incluyeron unos 800 millones de dólares en ayuda directa a los países centroamericanos golpeados por el Mitch, junto con la paridad del TLC para todos los países de la CBI.

Pero el gobierno tendrá dificultades para que se aprueben este año nuevas preferencias comerciales. El déficit comercial estadounidense, que casi llegó a la marca de 175.000 millones de dólares en 1998, se encamina a la marca de 300.000 millones este año.

Así mismo, Washington tiene más interés en conseguir la autoridad de "vía rápida" para una nueva ronda internacional de negociaciones comerciales sobre la agricultura, los servicios y otras industrias en que Estados Unidos es líder mundial.

Finalmente, el proyecto seguramente contará con la oposición de la industria estadounidense textil y de prendas de vestir, que lo derrotaron en el Senado en instancias anteriores, y de intereses sindicales, que aumentaron su influencia en el Partido Demócrata en las elecciones parciales de noviembre. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq/if/99

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