El senado de Estados Unidos absolvió hoy al presidente Bill Clinton de cargos de perjurio y obstrucción de la justicia, y permitió así que el 42 jefe de Estado de este país concluya su segundo período presidencial.
Los senadores votaron 55 contra 45 por rechazar el cargo de perjurio referido a la relación sexual de Clinton con la ex becaria de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky. Momentos después, el Senado también lo absolvió, por 50 votos contra 50, del cargo de obstrucción de la justicia en conexión con el mismo caso.
La constitución requiere que dos tercios de los 100 senadores de la cámara alta voten "culpable" en un juicio de destitución presidencial. En ese caso, Clinton habría sido destituido inmediatamente.
"Espero que todos los estadounidenses, aquí en Washington y en todo nuestro país, nos dediquemos a trabajar para servir a nuestra nación y construir un futuro juntos. Este puede y debe ser un tiempo de reconciliación y renovación para Estados Unidos", declaró Clinton tras el veredicto de absolución.
"Creo que toda persona que pide perdón tiene que estar preparada para concederlo", respondió Clinton cuando un periodista le preguntó si podría perdonar, en referencia al proceso seguido en su contra por el opositor Partido Republicano.
El veredicto se considera una importante derrota para la bancada derechista del Partido Republicano que procuraba destituir a Clinton, sobre todo porque 55 de los 100 senadores de la cámara alta son republicanos.
De hecho, 10 republicanos votaron con los 45 demócratas para absolver a Clinton del cargo de perjurio, y cinco republicanos abandonaron a su partido en la acusación de obstrucción de la justicia.
"Si los fiscales del Senado no logran 51 votos en alguno de los cargos contra Clinton, querrá decir que fueron demasiado entusiastas con un caso que no contaba con el respaldo bipartidario ni con el apoyo del público", comentó The New York Times este viernes, citando a legisladores de ambos partidos.
Por meses, las encuestas de opinión demostraron que dos tercios del público estadounidense se pronunció contra el juicio de destitución o contra la remoción de Clinton de la presidencia, a pesar de que él reconoció que tuvo una relación "impropia" con Lewinsky, retractándose de declaraciones anteriores.
Aunque los medios de comunicación cubrieron el proceso hasta el grado de la saturación, sólo 20 por ciento del público prestó atención al mismo.
El veredicto de este viernes, anunciado por el juez de la Corte Suprema William Rehnquist, que presidió el juicio, significa que Clinton ya no correrá peligro de ser destituido de la presidencia por el escándalo Lewinsky, antes de que termine su período en enero del 2001.
Sigue siendo posible que el fiscal independiente Kenneth Starr intente entablar un caso penal contra Clinton mientras este continúe en la presidencia, pero pocos analistas políticos creen que eso sea posible.
La investigación de Starr fue la base del juicio del Senado. Su informe, que describió casi pornográficamente las relaciones sexuales de Clinton con Lewinsky, acusó a Clinton de diversos delitos que podrían constituirse en "altos crímenes y delitos", lo que exige la Constitución para la destitución. (SIGUE