El carnaval de Brasil, formalmente iniciado hoy, se benefició por la devaluación de la moneda nacional al atraer más turistas extranjeros que en años anteriores y desalentar la salida del país de ciudadanos brasileños.
Desde el 13 de enero, el real perdió 57 por ciento de su valor frente al dólar.
El aumento de turistas extranjeros en estos días puede alcanzar 45 por ciento, según la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes (ABAV).
La sorpresiva devaluación de la moneda brasileña impidió que los operadores del sector turístico pudieran programar un aprovechamiento más adecuado de la nueva coyuntura, pero en las grandes ciudades del país se nota un incremento considerable del número de tursistas extranjeros, especialmente argentinos.
No obstante, se engañan quienes piensan que la fiesta del carnaval brasileño se concentra en los espectáculos de Rio de Janeiro y Sao Paulo, con sus desfiles de "escuelas de samba".
Los mayores contigentes turísticos van por el contrario hacia las playas.
Cerca de un tercio de los 4,8 millones de automóviles que circulan habitualmente en Sao Paulo, la mayor metrópolis de Brasil, abandonarán la ciudad en los cuatro días de festividades carnavaleras, indicó la Policía Caminera local.
Los 70 kilómetros que separan a Sao Paulo de las playas de la región de Santos están siendo recorridos en cerca de cinco horas, cinco veces más que su duración usual.
Cabo Frío, a 170 kilómetros de Rio de Janeiro, recibe casi un millón de visitantes, diez veces su población permanente, mientras en las playas vecinas se concentra otro medio millón de turistas, congestionando la región y llevando muchas veces al colapso la infraestructura local.
"Viajar en carnaval nunca más", sentenció la funcionaria pública Maria de Oliveira tras perder más de seis horas en la carretera hacia Cabo Frío cuatro años atrás. De Oliveira optó por permanecer en Rio de Janeiro, donde está "más tranquila que nunca" durante estos días.
Paralelamente, Rio se llena de turistas provenientes de otras partes de Brasil y del exterior.
En 1998, la ciudad recibió a 108.000 turistas, que gastaron 202 millones de dólares durante el carnaval en la ciudad, según cifras de la ABAV.
Este año se prevé un aumento de la cantidad de visitantes, sobre todo extranjeros.
La fiesta del carnaval se concentra entre el sábado y el viernes, pero las celebraciones se prolongan por 24 días en Rio de Janeiro, aunque el desfile de las principales escuelas de samba en las noches del domingo y lunes sobresale como "el mayor espectáculo del mundo", según los orgullosos "cariocas"
Desde octubre más de 5.000 personas trabajan preparando la presentación de las 14 "escuelas" principales, que acapararán la audiencia televisiva en los próximos días.
Pero es Salvador, capital del estado de Bahia, en el noreste de Brasil, la ciudad que mejor aprovecha el turismo generado por un carnaval que se prolonga por diez días.
La Empresa Municipal de Turismo estima en 600.000 los visitantes nacionales y extranjeros que la ciudad acogerá en esta semana y la próxima.
Bahia eligió a la cultura como una de sus actividades prioritarias, incluso desde el punto de vista económico.
Su carnaval tiene características más populares que el de Rio, al estar estrechamente vinculado a la cultura local, con fuerte influencia africana. El espectáculo lo da el propio pueblo, que baila en las calles.
Cerca de dos millones de personas desfilarán por las vías de tránsito de Salvador detrás de los "tríos eléctricos", camiones equipados con inmensos altoparlantes que transportan a las bandas musicales que animan a las multitudes.
"Coreógrafos de la calle" inventan nuevas maneras de bailar cada año. En este carnaval los grandes exitos son el "baile de la manivela" y el del vampiro.
Un estudio realizado por el gobierno estadual concluyó que las actividades culturales representan 4,66 por ciento del producto bruto de Bahía y generan más empleos que cualquier sector industrial. (FIN/IPS/mo/dg/if-pr/99