/BOLETIN-INTEGRACION/ EEUU-MEXICO: Visita de Clinton tiene sólo valor simbólico

La visita que realizará la semana próxima a México el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, agregará un nuevo eslabón en la compleja y contradictoria relación entre vecinos dispares.

Los sustantivo está ya discutido y concertado desde hace varios días. Narcotráfico, comercio, ambiente y migración serán el centro de los acuerdos que firmen Clinton y el presidente de México, Ernesto Zedillo, indicaron el viernes fuentes diplomáticas.

Clinton llegará este domingo por la noche a la ciudad de Mérida en la Península de Yucatán, acompañado de su esposa Hillary, varios diputados y algunos colaboradores, el lunes se reunirá con Zedillo y ese mismo día regresará a su país.

Sólo se puede otorgar a estas visitas un valor simbólico, pues antes ya fue todo tratado por diversas autoridades, dijo el historiador Lorenzo Meyer, mientras el escritor Carlos Monsiváis opinó que la llegada de Clinton apenas representa la movilización intensa de agentes de seguridad.

Meyer y Monsiváis, al igual que los partavoces de los partidos de oposición de México, no creen que de la visita, la segunda que realiza Clinton desde mayo de 1997, se deriven cambios importantes en la relación bilateral.

Estados Unidos y México comparten una frontera de 3.200 kilómetros, parte de la cual fue trazada luego de una guerra registrada el siglo pasado, en la que el primer país arrebató 55 por ciento de su territorio original al segundo.

La próxima reunión entre Zedillo y Clinton "se enfocará en la relación bilateral, dentro de la cual las drogas ocupan un lugar importante, así como también el comercio, la migración y el medio ambiente", dijo Jim Dobbins, director de asuntos interamericanos del Consejo de Seguridad Nacional del gobierno estadounidense.

En materia de drogas, los gobiernos de ambos países tienen una estrategia común desde hace tres años, sin embargo las continuas acciones unilaterales de Washington en esa materia producen periódicos enfrentamientos diplomáticos.

Los roces se dan ahora por el proceso de certificación por su cooperación en la lucha contra el narcotráfico al que Washington somete desde los años 80 a otros países y cuyo desenlace se conoce a principios de marzo. México, que siempre ha sido certificado, considera que el proceso atenta contra su soberanía.

En cuanto al comercio, las relaciones también registran algunos conflictos, aunque menores desde 1994, cuando se integraron junto a Canadá en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Gracias al acuerdo, en los tres últimos años México elevó su intercambio comercial con el exterior a 220.000 millones de dólares anuales, 102.000 más que en 1994, según las autoridades locales.

Los principales productos que exporta México a Estados Unidos son petróleo, manufacturas elaboradas en las maquiladoras, donde sólo cinco por ciento de su insumo es nacional, y una pequeña cantidad de productos agrícolas, mientras importa de su vecino productos con alto contenido industrial y tecnológico.

Según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México, a las diferencias comerciales entre los vecinos se agregan asimetrías de poder económico -representadas por salarios, ingresos y nivel de vida- en una relación de 25 a uno.

Cada año, miles de mexicanos huyen de la pobreza e intentan ingresar en forma ilegal a Estados Unidos en busca de trabajo. Quienes lo logran deben burlar controles migratorios estrictos y someterse a trabajos mal remunerados y sin mayores derechos.

México acusa a Washington de ver al problema migratorio como un tema relacionado con la delincuencia, pero las quejas no parecen importar mucho al vecino, que sigue aplicando controles unilaterales y aprobando leyes más duras.

La relación con Estados Unidos es muy contradictoria, pues en ocasiones Washington quiere ayudar a México, "mientras que en otras sólo agrede a nuestro país", declaró el escritor Carlos Montemayor.

El gobierno de Clinton tuvo en 1995 un papel destacado en la recuperación económica de México, que a fines de 1994 cayó en una de sus peores crisis financieras del siglo, cuando gestionó un paquete de préstamos de emergencia a su vecino, lo que alejó el nerviosismo que afectaba a los mercados.

"La prosperidad mexicana y su estabilidad política impacta directamente en Estados Unidos. Es de interés económico y estratégico de Estados Unidos que México tenga éxito", declaró Clinton en 1995.

Lo quiera o no el gobierno de Estados Unidos, su futuro está ligado a México, por eso se dan visitas protocolarias como la que realizará Clinton los próximos días, expresó Montemayor. (FIN/IPS/dc/ag/ip/99

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