reunirán a partir de este domingo en la ciudad colombiana de Cartagena para acordar el texto definitivo de un instrumento jurídico que permita regular el comercio transfronterizo de los Organismo Vivos Manipulados (OVM).
El Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad permitirá regular el comercio y el manejo de los OVM y disminuir los riesgos que pueden ocasionar a la biodiversidad, explicó el director de Organismos Multilaterales de la Cancillería colombiana, Jairo Montoya.
Colombia se inclina por defender la adopción de un protocolo que "dé validez al principio de precaución", según el cual la falta de certeza científica sobre las posibles consecuencias de introducción de OVM a un país sea sufuciente para impedir su importación, dijo Montoya a IPS.
El país sudamericano es partidario de que dentro del estudio previo a la importación de OVM se tenga en cuenta el impacto que pueden ocasionar en las economías y culturas de la región, y que se incluya un régimen de responsabilidad e indemnización para los países exportadores.
Bogotá apuntaría a buscar un equilibrio entre los dos grandes bloques que se manifestarán en las negociaciones de Cartagena, que culminarán el día 19.
En una de las puntas están los países exportadores de biotecnología, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, apoyados por Estados Unidos, cuyo Congreso no aprobó la Convención y que participa como observador en el encuentro.
Esas naciones buscan aminorar los efectos del protocolo sobre sus actividades exportadoras y defienden posiciones que llegarían a privarlo de credibilidad en el plano medioambiental, ya que desean excluir del campo de aplicación del instrumento los productos agrícolas, que representan 99 por ciento de los OVM.
En el otro extremo se ubican los países en vías de desarrollo, netamente importadores de biotecnología y sin posibilidades a corto plazo de dejar de serlo.
En una situación intermedia estará en Cartagena la Unión Europea (UE), que apuntará a la adopción de un "protocolo equilibrado" a pesar de que sus 15 miembros son exportadores de biotecnología.
En Cartagena también estará presente un grupo de Organizaciones No Gubernamentales de América Latina que se reunieron a finales de enero en Quito para aprobar una declaración en la que rechazan "la invasión de cultivos transgénicos" a la región.
Las discusiones del Grupo Ad-Hoc de Composición Abierta sobre Bioseguridad para el protocolo que se busca aprobar en Cartagena fueron lanzadas en la Segunda Conferencia de las partes de la Convención sobre Diversidad Biológica que se llevó a cabo en Yakarta en noviembre de 1995.
Desde esa fecha las partes de la Convención se han reunido cinco veces para la negociación del acuerdo.
Según la comisaria europea responsable del medio ambiente, Ritt Bejerregaard, la UE "no ahorrará ningún esfuerzo para superar los obstáculos entre las posiciones contrarias" para llegar a un acuerdo en Cartagena.
El bloque comunitario defiende la elaboración de un protocolo sobre bioseguridad "fundado en el principio de precaución" y que tenga en cuenta "de manera equilibrada las preoocupaciones medioambientales y comerciales".
Bejerregaard lanzó un llamiento este viernes a los gobiernos para que se presenten en Cartagena con la voluntad de llegar a un acuerdo y elaboren un protocolo creíble y realista, que responda a las preocupapciones exporesadas por la comunidad científica y la sociedad en general.
Los organismos transgénicos resultan de un proceso mediante el cual se introducen genes extraños en un ser vivo con el fin de obtener otro que brinde alguna ventaja.
Según las ONG, los cultivos transgénicos se han presentado como alternativa para garantizar la seguridad alimentaria, pese a que de las 35 millones de hectáreas plantadas en el mundo con estas variedades casi todas se utilizan para la producción de concentrados para animales o con fines industriales.
El protocolo que se acuerde el día 19 será sometido a la aprobación de la Segunda Conferencia de las Partes de la Convención sobre Biodiversidad de la Organización de Naciones Unidas que sesionará también en Cartagena los días 22 y 23.
Según Cristian Samper, director del Instituto Von Humboldt, que estudia de biodiversidad de Colombia, y miembro de la delegación de ese país, este instrumento es equivalente en jerarquía al Protocolo de Kioto sobre cambio climático. (FIN/IPS/yf/dg/en/99