El conflicto militar cada vez más intenso entre Eritrea y Etiopía, dos de los países más pobres del mundo, podría derivar en batallas aéreas con algunos de los más avanzados aviones caza rusos de la época de la guerra fría.
Eritrea compró 10 MiG-29 de apoyo para contrarrestar cuatro bombarderos Sukhoi Su-27 y varios helicópteros de ataque Mi-24 adquiridos por la vecina Etiopía. Todas las aeronaves fueron fabricadas en Rusia.
La última edición de la revista militar Jane's Defence Weekly informó que un MiG-29, un caza de ataque de la fuerza aérea rusa, sobrevoló Asmara, capital de Eritrea.
"Pronto veremos combates aéreos entre aviones caza rusos sobre los cielos subsaharianos. Esta será una dimensión totalmente nueva del combate que se está desarrollando en el Cuerno de Africa", dijo a IPS un diplomático africano.
El argelino Mohamed Sahnoun, representante especial en Africa del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, dijo que "el mundo pronto podría ser testigo de la primera guerra de alta tecnología en Africa".
Sahnoun, que presentó un informe al Consejo de Seguridad de la ONU el miércoles luego de viajar a Etiopía y Eritrea, dijo a los periodistas que las dos naciones en guerra tienen "aviones y bombarderos de alta tecnología a su disposición".
"La situación es extremadamente seria para ambos países. Es un desastre", agregó.
También afirmó que es urgente que la comunidad internacional presione a las dos partes para poner fin a "esta guerra sin sentido". "Si no lo hace, podría haber una guerra en gran escala con horribles consecuencias para toda la región", agregó.
Sahnoun dijo que el conflicto no era una "mera disputa fronteriza", sino que tenía varios antecedentes. Sin embargo, "deberían ser capaces de resolver sus diferencias" sin recurrir a la guerra, dijo Sahnoun.
La tensión política entre las dos naciones africanas existe desde que la rebelde provincia de Eritrea se transformó, luego de 31 años de guerra por la independencia, en un estado independiente en mayo de 1993, dejando a Etiopía sin acceso al mar.
Sahnoun señaló que "la tremenda concentración militar en ambos países contribuyó a que el conflicto se intensificara".
El portavoz de la ONU, Fred Eckhard, dijo que el sábado estallaron combates intensos. Ambos bandos continuaron adquiriendo armas, agregó. "Existen posibilidades de una guerra muy destructiva. La situación no se ve bien", dijo.
El comisionado especial del gobierno de Estados Unidos, Anthony Lake, viajó sin éxito a ambos países en cuatro ocasiones.
Annan dijo a los periodistas que discutió el problema con el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, durante un vuelo desde Amman la semana pasada, cuando regresaban del funeral del rey Hussein de Jordania.
Estados Unidos estaba haciendo todo lo posible para llevar a las dos partes a la mesa de negociaciones, agregó.
Al preguntársele si era optimista, Annan dijo: "Debemos seguir intentando. Cuando se trata de la paz, debemos hacer todo lo que podamos para alcanzarla y llevar a las partes a la mesa".
Sahnoun, que vivió en Etiopía casi 10 años como subsecretario general de la Organización para la Unidad Africana (OUA) con sede en Addis Ababa, dijo que conocía bien ambos países y que había trabajado de cerca con el primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, y con el presidente de Eritrea, Isaias Afwerki.
"Ambos contribuyeron en gran medida en procesos de resolución de conflictos de la OUA en el pasado", dijo Sahnoun.
El ingreso por persona en ambos países es inferior a 500 dólares.
El Instituto Internacional para Estudios Estratégicos con sede en Londres estimó que el gasto militar de Eritrea asciende a unos 65 millones de dólares por año.
Las fuerzas armadas tienen 47.000 integrantes en una población de aproximadamente 3,8 millones. Además de los MiG-29, Eritrea también cuenta con los menos avanzados MiG-21 y MiG-23, también de fabricación rusa.
Etiopía tiene un presupuesto militar anual promedio de 125 millones de dólares. La fuerza militar activa está integrada por 120.000 personas en una población de 55 millones de habitantes.
Además de las aeronaves de combate Sukhoi Su-27, la fuerza aérea etíope también tiene una flota de MiG-21, MiG-23 y MiG-27 de fabricación rusa.
El miércoles, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU adoptaron por unanimidad una resolución que urge a todos los estados miembros a "poner fin de inmediato todas las ventas de armas y municiones a Etiopía y Eritrea".
El Consejo también expresó "seria preocupación" respecto del conflicto fronterizo y de la reanudación de las hostilidades entre los dos países.
También instó a los dos países a respetar una moratoria previa sobre "la amenaza y la concreción de ataques aéreos". (FIN/IPS/tra-en/td/mk/at/mj/ip/99