SIERRA LEONA: Rebeldes desbordan toda resistencia

Tropas de Africa occidental comandadas por Nigeria combatían hoy en el centro de Freetown, la capital de Sierra Leona, contra las fuerzas rebeldes que el miércoles tomaron por asalto la zona oriental de la ciudad.

Los rebeldes liberaron a sus compañeros de la cárcel central e incendiaron la jefatura de la policía y otros edificios públicos, mientras se intensificaba el bombardeo en la capital.

Las fuerzas de intervención de Africa occidental, conocidas con las siglas Ecomog, condujeron al presidente Ahmed Tejan Kabbah y a sus familiares a una base militar cercana a Freetown, para ponerlo a salvo del ataque insurgente.

También abandonaron la ciudad los representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y los voluntarios de ayuda internacional.

Las fuerzas atacantes están compuestas por soldados leales a la junta militar depuesta en febrero de 1998 y por sus aliados, el Frente Unido Revolucionario (RUF) y milicianos liberianos.

Mientras, Kabbah depende fundamentalmente de la Ecomog, ya que de hecho, no tiene ejército. Este se unió a los rebeldes en mayo de 1997 para derrocarlo, hasta que las tropas nigerianas devolvieron el poder al presidente.

Los insurgentes parecen ahora a punto de deponer nuevamente a Kabahh, pese a la resistencia de la Ecomog, que cuenta con más de 15.000 soldados de países de Africa occidental y con respaldo financiero de Estados Unidos y Europa.

Funcionarios de la ONU caclulan que los rebeldes tomaron en las últimas dos semanas el control de más de la mitad del país, incluso de Makeni en el norte y de la importante localidad diamantífera de Koidu, en el oriente.

Analistas y diplomáticos se preguntan cómo pudo suceder, y concluyen que el caso de Sierra Leona pone en duda la capacidad de ejércitos regionales para controlar los conflictos que están a punto de estallar en el continente.

La responsabilidad recae especialmente sobre Nigeria, el país de mayor poderío militar de Africa occidental, cuyas tropas no pudieronn contener en Sierra Leona el avance de una fuerza rebelde conformada mayoritariamente por adolescentes.

Nigeria había destinado miles de soldados a Freetown y la mayoría de los observadores confiaban en que podría defender la capital y el gobierno.

Kabbah rechazó la petición de los insurgentes de poner en libertad al cabo Foday Sankoh, líder del RUF, que fue condenado a muerte, y condicionó toda negociación al desarme rebelde.

Así mismo, no atendió la solicitud de armas y entrenamiento militar que le formularon algunas comunidades para enfrentar a los rebeldes, por temor al estallido de conflictos entre esos mismos grupos étnicos.

La Comunidad Económica de Africa Occidental (ECOWAS) creó la Ecomog como una fuerza de paz, para separar a los bandos en guerra. Pero en todos los países en que intervino lo hizo en apoyo de alguno de los beligerantes y es en gran medida un instrumento de política exterior para Nigeria, la potencia de la región.

Guinea Conakry y Senegal intervinieron en junio en Guinea Bissau, en respaldo del presidente Joao Bernardo Vieira. La mayoría de la población tomó partido contra Vieira y la situación se transformó en una guerra regional de baja intensidad, para estancarse luego.

La preocupación de Senegal era que los rebeldes que intentaban derrocar a Vieira estaban aliados con los rebeldes que luchaban por la autonomía de la región de Casamance, en el sur del territorio senegalés.

Los líderes de la ECOWAS promovieron negociaciones en Guinea Bissau, y se acordó reemplazar las tropas senegalesas y guineanas por un contingente de la Ecomog reclutado en países neutrales.

Pero Nigeria no ofreció tropas y los otros países miembros de la ECOWAS condicionaron la opoeración al apoyo financiero occidental.

La muerte en junio del general Sani Abacha, jefe del régimen militar de Nigeria y promotor de la intervención en Sierra Leona, alteró el panorama en Sierra Leona. En efecto, el general Abdulsalami Abubuakar, sucesor de Abacha, dispuso el repliegue político del ejército, con vistas a entregar al poder a un gobierno civil.

Según versiones, Abubuakar busca calladamente una estrategia de salida de Sierra Leona. La Ecomog dio instrucción militar a desertores del ejército que aceptaron volver a filas, pero a la hora de enfrentar a los rebeldes, esos soldados se cambiaron otra vez de bando y volvieron sus fusiles contra los nigerianos.

Tropas de Nigeria también combatieron en Liberia, limítrofe con Sierra Leona, contra la facción rebelde de Charles Taylor. Miles de nigerianos murieron, pero Taylor es ahora presidente. (FIN/IPS/dh/pm/aq-at/ff/ip/99

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