PERU: Entre la tentación y el miedo de dolarizar la economía

La dolarización de la economía, propuesta para su país por el presidente argentino Carlos Menem, también es considerada en Perú, admitió un alto funcionario.

El superintendente de Banca y Seguros, Martín Naranjo, reconoció esta semana en forma indirecta, ante un auditorio de expertos bancarios, la posibilidad de la dolarización de la economía peruana.

"No me corresponde hablar sobre el tema, pero entiendo que la propuesta pasa por una evaluación de los riesgos que ello implica", dijo Naranjo.

Argentina abrió un diálogo con Estados Unidos con vistas a la eventual adopción del dólar como moneda propia, informó el presidente del Banco Central, Pedro Pou.

La propuesta, de largo plazo, tiene el propósito principal de asegurar la estabilidad en el flanco cambiario, foco de la crisis de México de 1994 y de las turbulencias que ahora afectan a Brasil.

Menem también se manifestó partidario de la dolarización del Area de Libre Comercio de las Américas, el espacio para el intercambio sin barreras arencelarias que negocian los países del hemisferio.

La sugerencia de Menem desató críticas sobre la pérdida de la soberanía monetaria que esa medida implicaría, ante lo que el mandatario argentino replicó que "actualmente la soberanía monetaria es una ficción, pues cuando surge un rumor de devaluación todo el mundo sale corriendo a comprar dólares".

El mismo debate sobre soberanía monetaria se produjo la semana pasada en Lima, cuando Jorge Chávez, ex presidente del Banco Central de Reserva, afirmó que "la dolarización otorgaría mayor estabilidad a la economía peruana".

La declaración de Chávez provocó de inmediato reacciones a favor y en contra entre economistas independientes, en tanto que las autoridades del Ministerio de Economía rehusaron tocar el tema.

Pero el superintendente de Banca no pudo eludirlo, y debió referirse a las ventajas y peligros de la dolarización.

"Los bancos no tienen problemas, porque gran parte de sus operaciones las hacen en esa moneda, pero las empresas que venden en soles y deben en dólares tienen un obvio riesgo en su financiamiento", dijo Naranjo, al abordar el impacto de la crisis brasileña en la moneda peruana.

Ante la solicitud de que precisara si ese comentario era una recomendación a las empresas locales de que dolaricen sus ventas, Naranjo reiteró que no le correspondía hacer propuesta semejante y dijo que "lo conveniente es que cada agente evalúe sus riesgos cambiarios.

La recomendación que el superintendente se negó a hacer explícita es, sin embargo, una práctica comercial en Perú cada vez más extendida, no sólo por los importadores sino también por comerciantes minoristas, que venden en dólares su mercancía.

El ahorro "está refugiado en el dólar casi un 80 por ciento, actitud adoptada por el público desde las tormentosas épocas del gobierno del socialdemócrata Alan García (1985-1990), cuando se alcanzó una inflación de 7.000 por ciento", comentó el economista Francisco Urrunaga.

"La idea de que el dólar es el mejor refugio del ahorro persiste, a pesar de que el año pasado, por ejemplo, quienes ahorraron en soles ganaron más que si lo hubieran hecho en dólares", añadió.

Entre los que defienden la conveniencia de dolarizar la economía peruana figura el economista Pablo Secada, consultor de un banco de capitales españoles.

Secada señaló que la dolarización es viable en Perú porque el país cuenta con reservas internacionales suficientes, de alrededor de 10.000 millones de dólares, y que es conveneiente, porque reduciría el riesgo devaluatorio y bajaría el costo del crédito.

Se opone a esto Sergio Málaga, gerente de estudios económicos del Banco de Crédito, la más importante entidad financiera de capitales peruanos, indicó que la adopción del dólar sería muy costosa e implicaría nuevos riesgos adicionales.

En opinión de Málaga, la dolarización total de la economía peruana costaría más de 12.000 millones de dólares, de acuerdo con el valor presente de lo que habría que exportar anualmente, "con el único objetivo de importar billetes norteamericanos".

"Con la dolarización se pierde manejo monetario, porque si bien se elimina el riesgo de inflación y los precios internos se congelan, ya no se pueden corregir. Es una posibilidad tal vez conveniente para algunos países, como Argentina, pero que a otros les quita más posibilidades que las que les otorga", concluyó.

Carlos Adrianzen, decano de la Facultad de Economía de la privada Universidad San Ignacio de Loyola, admitió que, para los países que no controlan adecuadamente el flanco monetario, como Perú, la dolarización podría ser una ventaja.

No obstante, Adrianzen se pronunció por otras opciones, como una estricta disciplina monetaria y fiscal, sin renunciar a la moneda nacional.

En julio, el académico estadounidense Rudiger Dornbush formuló en Lima una propuesta radical: todos los países latinoamericanos deberían deshacerse de sus bancos centrales y adoptar el dólar como moneda única en la región.

"Sería aceptar públicamente una realidad que todo el mundo acepta en privado, pues todos usan dólares. El dinero de los peruanos debería estar en una moneda segura y no en una moneda inestable y casi experimental", afirmó Dornbush.

El sociólogo peruano Alberto Panessi comentó que si eso ocurriera, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, se convertiría también en la autoridad monetaria de América Latina.

"Sin duda algo muy bueno" para aquel país, esa eventualidad "colocaría a América Latina en total dependencia financiera", advirtió Panessi. (FIN/IPS/al/ag-ff/if/99

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