PANAMA: Descontaminación de bases de EEUU aún en la incertidumbre

Estados Unidos inició la última etapa de descontaminación de sus bases militares en Panamá, en medio de la incertidumbre de las autoridades locales sobre el alcance de la operación, estipulada en los tratados canaleros de 1977.

Un informe entregado por el ejército de Estados Unidos a Panamá a fines de 1998 advirtió que cerca de un tercio de las 15.100 hectáreas contaminadas con municiones sin detonar, en tres sitios distintos contiguos al canal, no van a poder ser limpiadas por consideraciones ecológicas.

En 1998 se cumplieron las dos primeras etapas de descontaminación, que consistieron en una "barrida del campo de tiro" y una "limpieza de superficie", según indicó el informe del ejército estadounidense.

Sin embargo, la tercera etapa, que debe concluir antes del 31 de diciembre próximo, cuando Estados Unidos debe traspasar el canal y las bases a la jurisdicción panameña, de acuerdo con el tratado de 1977, aún continúa en suspenso.

El diario estadounidense New York Times indicó el 25 de diciembre que Estados Unidos se está retirando de varias bases militares en todo el mundo, "pero en muchos casos lo que están dejando atrás es peligroso para la población y el ambiente".

En Panamá, 21 personas murieron y varias decenas resultaron gravemente heridas y mutiladas en los últimos años por la detonación accidental de explosivos vivos dejados por el ejército de Estados Unidos durante ejercicios de tiro realizados en los polígonos del área canalera.

Pero además de las municiones sin detonar, en las 14 bases militares que mantuvo Estados Unidos en las riberas del canal aún se encuentran contaminantes como restos de hidrocarburos y residuos de armas químicas almacenadas o usadas para prácticas militares desde la década del 20.

Según una denuncia del ex contratista del Departamento de Defensa de Estados Unidos Rick Stauber, quien a principios de esta década hizó un estudio sobre la contaminación de las bases y los polígonos de tiro en el área canalera, en Panamá existen varios sitios saturados de agentes contaminantes peligrosos.

Entre ellos identificó el polígono de tiro de Piña, localizado en una zona próxima a la capital, que a principios de la década de los años 90 fue utilizado por el ejército de Estados Unidos para prácticas de tiro con municiones antitanque cargadas con uranio agotado, las que luego fueron almacenadas en ese lugar.

También se hicieron experimentos o se almacenaron químicos y explosivos peligrosos en otros sitios donde hubo bases militares estadounidenses, como la isla de San José, en el Pacífico, Río Hato, 115 kilómetros al oeste de la capital, Cerro Tigre, próxima a la capital, y en la ciudad de Colón, en el Caribe.

Entre las sustancias, Stauber identificó el fosfato orgáico VX, que ataca el sistema nervioso, el "Blood Agent", que bloquea la entrada de oxígeno a la sangre y produce muerte por asfixia, el "Blister Agent", que produce daños en la piel, y el "gas mostaza" usado en Vietnam.

Pero salvo en Piña, Cerro Tigre y el antiguo aeropuerto France Field de Colón, que comprenden las tierras e instalaciones incluidas dentro de los tratados canaleros de 1977, las antiguas bases militares no entran dentro de las obligaciones contraídas por Estados Unidos en los tratados canaleros.

Sin embargo, el canciller de Panamá, Jorge Ritter, estimó que Estados Unidos está obligado por el derecho internacional a descontaminar cualquier sitio del territorio nacional que haya utilizado como base militar o sitio de prácticas militares.

En cuanto a la última fase del proceso de descontaminación de los polígonos de tiro de las riberas del canal, Ritter reiteró que en ese caso existe la obligación de Washington de remover el material peligroso "hasta donde sea viable".

Sin embargo, manifestó dudas sobre la conveniencia de remover una capa de tierra de tres metros para sacar los explosivos no detonados que se encuentran en unas 3.000 hectáreas de las 15.100 que comprenden la zona de los polígonos, como sugirió el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Tras recordar que Estados Unidos tiene la obligación contractual de remover los materiales peligrosos en sus bases y los polígonos de tiro del área canalera, Ritter reiteró que Panamá hará lo posible para que se empleen los últimos adelantos técnicos para la descontaminación de esas tierras.

No obstante, insistió en que ello debe ser realizado "sin afectar la reserva forestal del país y la reserva ecológica". (FIN/IPS/sh/ag/ip-en/99

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