El gobierno de México reiteró que el narcotráfico es un problema multinacional, por lo que se le debe combatir con respuestas globales y respeto a la soberanía de los países, al tiempo que rechazó el proceso de certificación que realiza anualmente Estados Unidos.
El gobierno del presidente Ernesto Zedillo coincide con Washington en la convicción de que sólo mediante la cooperación es posible erradicar el narcotráfico y los delitos afines, señaló la cancillería mexicana en un comunicado.
Pero la canciller Rosario Green afirmó el martes pasado que su país seguirá trabajando en la Organización de Estados Americanos en la constitución de un mecanismo de evaluación multilateral de los esfuerzos para combatir el tráfico de drogas.
En tanto, el jefe de la oficina antidrogas de la Presidencia de Estados Unidos, el general Barry McCaffrey, subrayó en Washington la necesidad de mantener una buena relación con México.
"Debemos dejar a un lado las disputas políticas entre el Congreso y la Casa Blanca sobre el tema de la certificación y la lucha antidrogas en México, tenemos que entender que es más importante mantener una buena relación con este país", señaló ante periodistas mexicanos.
El presidente Bill Clinton tiene que presentar ante el Congreso a más tardar el 1 de marzo la lista de países que recibirán la certificación por su cooperación en la lucha con el narcotráfico, medida que es rechazada por gran parte de la comunidad internacional.
Durante su visita a México el 14 y 15 de febrero, Clinton evaluará con Zedillo los resultados obtenidos en la Alianza Bilateral Antidrogas firmada por ambos países en mayo de 1996 en la capital mexicana.
No obstante, la ceritficación de Washington no deja de causar molestia en la región. Un país que es certificado recibe la garantía de que por un año recibirá asistencia, cooperación y tecnología por parte de Washington para impulsar el combate contra la producción y el tráfico de drogas.
A los países "descertificados", el gobierno estadunidense les retira la asistencia en esta área, les puede imponer sanciones económicas y veta la solicitud de créditos en los organimos multilaterales de crédito, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional.
El presidente del la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado mexicano, Fernando Solana, señaló que debe desaparecer la certificacion que aplica Estados Unidos y este país debe reconocer su "gran responsabilidad" en el problema por ser el principal centro de consumo y comercio de drogas.
Estudios elaborados en Estados Unidos demuestran que de cada dólar que genera el comercio de la cocaína, 85 centavos se producen en Estados Unidos, añadió Solana.
El senador Luis Felipe Bravo Mena, del derechista Partido de Acción Nacional, aseguró que los parlamentarios mexicanos continuarán denunciando en los foros internacionales por injusta la certificación estadounidense, una medida de presión que en nada ayuda a la lucha contra el tráfico de drogas. (FIN/IPS/fv/ag/ip/99