KAZAJSTAN: Presidente gana comicios "descaradamente injustos"

El presidente de Kazajstán, Ursultan Nazarbayev, ganó el domingo con 78 por ciento de los votos las primeras elecciones multipartidarias de su país, consideradas "descaradamente injustas" por la organización de derechos humanos Human Rights Watch.

Pocos dudaban de la victoria de Nazarbayev, de 58 años, cuyos detractores lo comparan con el ex dictador de Indonesia, Alí Suharto.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), de la cual Kazajstán es miembro, anunció que no reconocerá el resultado de los comicios, que otorgaron a Nazarbeyev otro período de siete años en el gobierno, porque considera que se violaron las normas básicas de la democracia.

Declaraciones similares realizó Human Rights Watch, con sede en Nueva York.

"La coerción, las amenazas y la represión de los activistas de la oposición caracterizaron la campaña electoral presidencial en Kazajstán, y la forma en que el gobierno torció brazos en esta campaña no debe dar ilusión alguna sobre qué tipo de líder es Nazarbayev", señaló.

Los comicios fueron "descaradamente injustos", dijo Holly Cartner, directora ejecutiva de la división de Europa y Asia central de Human Rights Watch.

Pero Nazarbayev rechazó las críticas. "La voluntad del pueblo de Kazajstán es lo más importante para mí", declaró, y calificó las elecciones de "acontecimiento histórico".

La ex república soviética de Kazajstán es un país de 2,7 millones de kilómetros cuadrados, una vasta extensión de estepa que abarca desde el Mar Caspio a China.

Ex obrero del metal y cuadro del Partido Comunista (PC) soviético, Nazarbayev comenzó a gobernar hace una década como principal del PC de Kazajstán bajo el gobierno soviético. Ahora se prepara para dirigir al país hacia el próximo siglo.

La constitución fue modificada en la primavera boreal para que no exija una cantidad mínimo de votantes para que los comicios sean válidos. De esta manera, la oposición ni siquiera pudo recurrir al boicot y, en teoría, la reelección de Nazarbayev habría sido posible sólo con su sufragio.

No obstante, 86 por ciento de los 7,5 millones de habitantes habilitados para votar concurrieron a los aproximadamente 10.000 centros de votación.

Técnicamente, todos los ex estados soviéticos de Asia central se rigen por instituciones democráticas, pero en la práctica la realidad es otra, explicó Oleg Ostroujov, investigador del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, un centro de estudios de Moscú.

En su intento por convertir a Kazajstán en un nuevo "tigre" asiático, Nazarbayev recurre a su estilo autocrático, una forma de gobernar similar a la de Asia oriental, dijo Ostroujov a IPS.

Los detractores de Nazarbayev argumentan que su gobierno adoptó el estilo dictatorial de Suharto.

Los editores de los medios de comunicación estatales aplican la censura, sobre todo para impedir críticas al presidente o sus políticas, aseguran las organizaciones de derechos humanos.

Nazarbayev tiene un acceso sin parangón a los medios, incluso al canal de televisión estatal dirigido por su hija, y tiene gran poder sobre los dirigentes locales, designados por él mismo.

El Parlamento, que consiste de la cámara baja y el Senado, es débil. Pero el férreo control que tiene Nazarbayev sobre el poder de la república de 16 millones de habitantes parece excluir la posibilidad de los disturbios que asolaron a Indonesia.

Paradójicamente, se cree que Nazarbayev ordenó el acoso policial a activistas del Partido Comunista.

El presidente del PC, Serikbolsyn Abdildin, que obtuvo el segundo lugar en los comicios del domingo con sólo 13 por ciento de los votos, sostuvo que las políticas de Nazarbayev tuvieron consecuencias trágicas para millones de personas en el país.

Gany Kasymov, director de aduanas y el candidato número tres, basó su campaña en una conducta poco tradicional como cuando arrojó un florero a un conductor de televisión y aplastó un vaso con sus propias manos, lo que le granjeó sólo cuatro por ciento de los votos.

Todos los candidatos debieron aprobar un examen de idioma kazajo y presentar un certificado sobre su salud psicológica.

Dadas las circunstancias, Nazarbayev no arriesgó prácticamente nada en los comicios.

La polémica sobre las elecciones comenzó el 8 de octubre de 1997, cuando Nazarbayev decidió anticipar la votación prácticamente un año, disminuyendo aun más las escasas posibilidad de sus contrincantes.

Sus detractores afirman que la celebración el domingo de las elecciones violó la ley al alterar el resultado de un referéndum de 1995 que había fijado los comicios para octubre del 2000. Según la Constitución, sólo otro referéndum puede modificar ese resultado.

La decisión del 8 de octubre dio a los candidatos poco tiempo para superar las barreras al registro.

Así mismo, legislación aprobada en mayo que prohíbe a personas con sentencias administrativas presentarse a cargos públicos impidió las candidaturas de al menos tres activistas opositores, incluso la del ex primer ministro Akezhan Kazhegeldin.

Los tres fueron sancionados por participar en reuniones políticas no autorizadas. Técnicamente, incluso multas por mal estacionamiento habrían bastado para descalificarlos.

Kazhegeldin, un próspero empresario antes de ser nombrado primer ministro, estuvo al frente del gobierno reformista desde octubre de 1994 hasta octubre de 1997.

Su gobierno pudo controlar la inflación, estabilizar la moneda nacional, el tenge, recuperar la confianza de los inversores y liberalizar la economía heredada de la época soviética.

Pero la política de Kazhegeldin de vender las compañías petroleras estatales a firmas extranjeras chocó con la elite de la época soviética. (FIN/IPS/tra-en/sb/ak/kb/aq/ip/99

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