HAITI: Señales de recuperación macroeconómica

La economía de Haití creció tres por ciento y la inflación cayó a menos de 10 por ciento en 1988 como consecuencia del ajuste estructural, pero estos resultados fueron insuficientes para generar empleos, alertaron expertos.

Una larga crisis política y el aumento de la criminalidad figuran entre los factores que impidieron a las mejoras macroeconómicas, señaladas por la firma de consultores Grupo Croissance, convertirse en el tipo de recuperación que crea puestos de trabajo y ayuda a aliviar la pobreza.

Si bien la acción del gobierno dio algún resultado macroeconómico, en general se vio bloqueada más de 15 meses por los desacuerdos entre el presidente René Préval y el parlamento sobre la elección del primer ministro.

La parálisis política frenó la economía y agravó la situación de miles de familias que ya no supieron a qué santo rezar para mejorar su suerte, según el informe del Grupo Croissance.

Por una parte, las autoridades haitianas se las arreglaron para alcanzar los objetivos fijados en un programa acordado con el Fondo Monetario Internacional en 1998, que preveía al menos un crecimiento de dos por ciento y una inflación inferior a 12 por ciento.

El Grupo Croissance observó que el producto interno bruto de Haití creció tres por ciento en 1998 y que la inflación anual se ubicó en 8,2 por ciento en septiembre.

Sin embargo, no hubo inversiones generadoras de empleo, por lo que el país no obtuvo beneficio alguno de los acuerdos destinados a fomentar la inversión extranjera, dijo a IPS Kesner Pharel, uno de los economistas de la firma consultora.

Entre esos acuerdos figura un convenio firmado el 29 de junio entre el gobierno haitiano y la Organización para la Promoción de Inversiones en el Extranjero (OPIC), un organismo estatal de Estados Unidos, cuyas finalidades incluye el ingreso a Haití de capitales privados.

La producción industrial para el consumo interno cayó en 1998, mientras las exportaciones aumentaron 40 por ciento y superaron por primera vez en ocho años la marca de 200 millones de dólares, si bien el objetivo fijado en lo previo fue de 300 millones.

Gran parte del incremento se registró en el sector de ensamblaje, según Pharel, quien atribuyó el auge al buen desempeño de la economía estadounidense.

A pesar del aumento de las exportaciones, Haití tuvo un déficit comercial estimado en 84,4 millones a comienzos de 1998 y de 80 millones a mitad de año.

Podría haber sido peor si no hubieran bajado importaciones clave como las de petróleo y no se hubieran devaluado las monedas asiáticas, fenómeno que abarató las importaciones desde esos mercados.

La depreciación en 1997 de la moneda nacional, el gourde, y las bajas de las tasas de interés en Estados Unidos alentaron a haitiaños residentes en el exterior a invertir en el país, en especial en el sector de la construcción, que en 1998 tuvo un auge notable, explicó Pharel.

El experto aclaró que parte de las nuevas inversiones procede de narcotraficantes.

La baja inflación fue atribuida a la estricta disciplina fiscal del gobierno y a una política monetaria restrictiva que alivió la presión inflacionaria entre junio y septiembre. El gourde se mantuvo estable porque el Banco Central intervino a fines de 1997 para evitar posteriores caidas.

Otro factor que ayudó a mantener el gourde a flote fue la crisis política, que obstaculizó la inversión local y, por lo tanto, redujo la demanda de dólares en el mercado de cambio de divisas extranjeras. (FIN/IPS/tra-en/imc/kb/ego/mj/if/98

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