ETIOPIA: Cosechas excepcionales en un país aún hambriento

Etiopía, conocida por su ciclo de sequía y hambre, espera una cosecha abundante de alimentos por octavo año consecutivo.

Más de un millón de personas murieron de inanición entre 1984 y 1990, cuando se contaron ocho millones de casos de desnutrición. Pero luego, la situación comenzó a cambiar.

Año tras año, desde 1992, el país figuró en los primeros lugares de la lista de productores de alimentos de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, que comprende a Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán y Uganda.

Agencias de la Organización de las Naciones Unidas predijeron una cosecha excepcional para Etiopía, que hará de 1999 otro año consecutivo de éxito en la producción de alimentos.

Un informe conjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), dado a conocer esta semana, prevé que la producción de cereales y legumbres será de 11,69 millones de toneladas a mediados de este año.

Esa cosecha sería casi 36 por ciento mayor que la del año pasado, pero ligeramente menor que el récord de 1996, cuando se obtuvieron más de 13 millones de toneladas.

El informe pronostica una disminución de las necesidades de asistencia alimentaria a la población de Etiopía, donde el gobierno y organizaciones no gubernamentales distribuyeron 294.932 toneladas de alimentos en 1998.

También se afirma, sin embargo, que aproximadamente dos millones de etíopes todavía necesitarán asistencia de por lo menos 180.000 toneladas de alimentos en 1999.

"Etiopía ha dado un giro completo con respecto a la amenaza del hambre de los años ochenta. Se observa un nuevo impulso para lograr la seguridad alimentaria," dijo Judith Lewis, representante del PMA en ese país.

"La política del gobierno ha cambiado y ahora trabaja con la población para resolver sus problemas alimentarios. El sistema de transporte también es mucho mejor ahora," agregó Lewis.

El PMA y la FAO también atribuyeron la mejora en las cosechas a buenas estaciones de lluvias, el mayor uso de fertilizantes y de semillas mejoradas, y a la menor incidencia de plagas de la agricultura.

Es poco probable que se exporte el excedente a los vecinos Sudán y Eritrea, que están en malas relaciones con el gobierno del primer ministro etíope Meles Zenawi.

Anjela Walker, de la oficina del PMA en Etiopía, dijo que tal vez la mayor parte del excedente deba ser transportada a Somalia, cuyo déficit alimentario se estima actualmente en 125.000 toneladas.

Lewis exhortó a los donantes de alimentos a comprar cosechas locales, para estimular el mercado. "Queremos buscar soluciones con las personas para que puedan depender de sí mismas y no de la caridad", agregó.

A pesar de las abundantes cosechas previstas, los funcionarios que brindan asistencia afirman que todavía existe un gran déficit alimentario estructural en ciertas zonas del país, debido a una combinación de erosión de la tierra, escasez de agua y pobreza.

Uno de los principales factores del problema es la degradación de la tierra. Lewis afirma que cada año se pierden por lo menos 1.500 millones de toneladas de tierra debido a la erosión.

En la actualidad, sólo 10,9 por ciento de la superficie total es utilizada intensamente para la agricultura, y el PMA emprendió un programa de recuperación de la tierra, con la ayuda del gobierno, para mejorar la producción.

"Nuestra meta es alcanzar la seguridad alimentaria, pero es difícil debido a la gran cantidad de habitantes del país, las variadas condiciones climáticas y el carácter impredecible de las lluvias", dijo Lewis.

Aproximadamente la mitad de los 60 millones de habitantes del país viven por debajo de la línea de pobreza, y el informe dice que en las regiones donde escasea el alimento "los ingresos son extremadamente bajos".

Aunque la FAO y el PMA estiman que sólo cuatro por ciento de la población rural requerirá asistencia alimentaria en 1999, aproximadamente 26 millones de etíopes, más de 40 por ciento de la población dedicada a la agricultura, no producen lo suficiente para cubrir los requisitos nutricionales básicos de sus familias.

Del total de asistencia alimentaria que se necesita este año, 35 por ciento se destinará a la región central de Amhara, 33 por ciento a Oromia, en el sur, y 20 por ciento a Tigray, en el norte.

Sin embargo, el presupuesto de asistencia alimentaria no incluye las áreas pastorales áridas y semiáridas que constituyen casi 80 por ciento de la superficie total.

"El número relativamente bajo de personas que se estima que requieren asistencia alimentaria oculta el hecho de que una cantidad mucho mayor sufre de inseguridad alimentaria crónica", dijo Walker.

El presupuesto también excluye a aproximadamente 400.000 personas desplazadas de sus lugares de residencia, entre ellos los etíopes expulsados de Eritrea como resultado del conflicto fronterizo entre los dos vecinos, que ya lleva un año. (FIN/IPS/ja/mn/at/mp-ff/dv/99

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