La elección del nuevo director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) puede ser postergada debido a dificultades en el proceso ideado para alcanzar consenso entre los 134 estados miembros de la institución.
Las negociaciones se entorpecieron de manera inesperada esta semana por el alejamiento de Ginebra del embajador de Brasil, Celso Lafer, responsable junto con el embajador de Suiza, William Rossier, de la búsqueda del entendimiento.
Lafer abandonó sus funciones de jefe de la misión brasileña ante los organismos internacionales de Ginebra para asumir, este lunes en Brasilia, la conducción del flamante Ministerio de Desarrollo.
El Consejo General, el príncipal órgano subsidiario de la OMC, había encomendado en julio pasado a Lafer y Rossier, la misión de crear un clima de confianza para lograr consenso a mediados de diciembre sobre una de las candidaturas a la máxima función en la entidad.
Los candidatos son el viceprimer ministro de Tailandia, Supachai Panitchpakdi, el ex primer ministro de Nueva Zelanda Mike Moore, el ex ministro de Comercio Exterior de Marruecos Hassan Abouyoub, y el ex ministro de Comercio canadiense Roy MacLaren.
Los cuatro aspiran a suceder al diplomático italiano Renato Ruggiero, que el 30 de abril finalizará su mandato de cuatro años al frente de una institución creada en 1995 para coordinar la apertura del comercio internacional.
Ante la desintegración forzada de la pareja de negociadores, el presidente del Consejo General, el embajador canadiense John Weekes, inició esta semana gestiones para recomponer el proceso.
Weekes sugirió que los jefes de delegaciones se reúnan de manera informal el 12 de este mes y adopten la decisión de concentrar en Rossier las funciones encomendadas originalmente a los dos diplomáticos.
La fórmula concebida por Weekes puede encontrar oposición, porque concentra en un representante de un país industrial las facultades que anteriormente se habían distribuido entre delegados del Norte y del Sur, advirtió una fuente negociadora.
La cuestión se complica porque el canadiense Weekes, que desde su posición desempeña un papel clave en el proceso de selección, representa a un país que respalda a uno de los cuatro candidatos.
Pero una alternativa, como la designación de un reemplazante de Lafer originario de otro país del Sur en desarrollo, tropieza con el obstáculo de que la gran mayoría de las delegaciones han perdido la neutralidad al comunicar su preferencia por alguno de los candidatos.
Lafer y Rossier dijeron el 18 de diciembre, en su último informe sobre la marcha de las negociaciones, que un centenar de estados miembros ya habían adelantado su apoyo a alguno de los cuatro aspirantes.
En esas condiciones, podría sospecharse que el nuevo negociador favorezca al candidato preferido por su país, observó la fuente negociadora.
Sin embargo, esa objeción no fue esgrimida cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil admitió que respaldaba la candidatura del tailandés Supachai, a pesar de que su embajador en Ginebra oficiaba de mediador.
Supachai encabeza las preferencias de las delegaciones, según el único informe entregado por Lafer y Rossier sobre el resultado de las consultas que efectuaron en los dos últimos meses.
Detrás del viceprimer ministro tailandés se ubican, en ese orden, Moore, Abouyoub y MacLaren.
El procedimiento aprobado por el Consejo General establecía que Lafer y Rossier debían reanudar las consultas el 13 y 14 de este mes.
Por su parte, el Consejo General tiene previsto reiniciar antes del 18 de febrero la sesión interrumpida en diciembre por el fracaso del proceso de selección.
Hasta ahora, la elección ha sido obstaculizada por el silencio que guardan las delegaciones de Estados Unidos y de los países de la Unión Europea sobre su preferencia.
La OMC adopta sus decisiones por el sistema de consenso, pero en ese proceso tiene un peso predominante la opinión de las potencias comerciales: Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá. (FIN/IPS/pc/ff/ip if/99