Más de 1.000 muertos y una cantidad aún mayor de damnificados causó el terremoto en la caficultora región central de Colombia, que obligó al presidente Andrés Pastrana a postergar su gira por Europa.
La Oficina Nacional de Desastres indicó que la cifra oficial es de 517 víctimas, pero no descarta la presencia de centenares de cadáveres debajo los escombros, que sólo fueron removidos en 15 por ciento hasta la tarde de este martes.
Portavoces del Cuerpo de Bomberos indicaron que los muertos pueden ser más de 1.000 ya que sólo en el departamento de Quindío, la región más castigada por el temblor, fueron hallados 500 cadáveres.
En la capital de Quindío, Armenia, localidad con cerca de 220.000 habitantes que se apresta a celebrar los 110 años de su fundación, fueron rescatados de los escombros cerca de 370 cadáveres.
En Armenia "hay aún muchos muertos bajo los escombros", dijo este martes el gobernador de Quindío, Henry Gómez, a la radioemisora Caracol.
También resultaron afectadas en Quindío las localidades de Calarcá, Córdoba, Circacia, Pijao y La Tebaida, donde hubo 147 muertos. En Pereira, capital del departamento de Risaralda, la cifra oficial de muertos era este martes de 37.
El sismo, de seis grados en la escala abierta de Richter, también causó la muerte a dos personas y destrozos menores en el Norte del Valle del Cauca, limítrofe con Quindío
La región alcanzada por el terremoto tiene una población aproximada de un millón de habitantes y basa su economía en el cultivo de café para la exportación, del que Colombia es segundo productor mundial.
La Federación Nacional de Cafeteros dijo que no tiene aún datos sobre los daños en los cultivos. El principal problema es ahora el bloqueo de las carreteras y la situación de los damnificados, ya que han quedado inhabitables centenares de viviendas de 20 localidades.
Socorristas de la Cruz Roja y la defensa civil indicaron que también hay dificultades para el suministro de agua y energía eléctrica a la población afectada.
La magnitud de la tragedia obligó al presidente Andrés Pastrana a suspender la gira de nueve días que debía emprender el lunes por Alemania, Suiza Italia y el Vaticano en busca de apoyo para su plan de paz.
Pastrana viajó este martes a la zona del desastre con varios miembros de su gabinete.
El ministro de Relaciones Exteriores, Guillermo Fernández, informó que la ayuda internacional será canalizada por el equipo que colabora con la esposa del presidente, Nohora Puyana de Pastrana, y se designará una firma especializada para la auditoría de los aportes que se reciban.
El papa Juan Pablo II, que se encontraba en México, envió un mensaje de condolencia al pueblo colombiano y en especial a aquellos que lo perdieron todo en la catástrofe.
También llegaron mensajes de solidaridad y ofrecimiento de equipos de apoyo para las tareas de rescate de Estados Unidos, Canadá, Japón, Chile y la Unión Europea.
El sismo de este martes revivió el riesgo permanente que amenaza el territorio colombiano, que está atravesado por la fractura geológica conocida como Cinturón del Pacífico, que se extiende desde la costa oeste de Estados Unidos hasta la Patagonia.
Así mismo, expertos en sismología afirman que la existencia de 38 volcanes, 15 de ellos en actividad, aumenta el riesgo de terremotos. Algunos expertos afirmaron que el movimiento sísmico del lunes fue uno de los más devastadores que se han registrado en el territorio colombiano.
Uno de los terremotos más potentes de la historia de Colombia tuvo lugar en 1875. Causó la muerte a 1.000 personas y dejó semidestruida la oriental ciudad de Cúcuta.
El segundo en intensidad se produjo en 1979. La onda expansiva hizo impacto en las localidades de El Charco y Tumaco, en el occidente, pero la cantidad de víctimas nunca fue registrada oficialmente.
Otro gran sismo afectó en 1985 la ciudad de Popayán, con un saldo de 300 muertos y cerca de 500 lesionados. En 1992, un terremoto de intensidad similar al ocurrido este lunes dejó sin vivienda a 104 familias en la noroccidental localidad de Murindó.
En 1994, otro temblor de tierra originó la avalancha del río Páez, en el meridional departamento de Cauca, que sepultó a 800 personas y dejó a 55.000 indígenas a la intemperie.
El último sismo grave se había registrado en febrero de 1995 en Pereira, donde la tragedia se repitió este lunes, con el resultado de 30 muertos y 300 heridos. (FIN/IPS/yf/ff/en/99