BOLIVIA: Restricción europea pone en riesgo negocio de la castaña

La castaña de Bolivia está en peligro de perder su principal mercado por la restricción sanitaria que desde el día 1 impuso la Unión Europea, destino del 60 por ciento de su producción, para controlar los niveles de aflatoxina de este fruto.

La aflatoxina, una sustancia tóxica propia de la castaña producida por un hongo, es cancerígena, y por eso la Unión Europea decidió permitir un máximo de cuatro partes por billón (ppbs) de en la castaña que ingresa a sus países miembros.

Hasta el año pasado, la castaña boliviana que se exportaba a Europa tenía, en promedio, niveles de aflatoxina de 20 ppbs.

Los productores bolivianos reaccionaron rápidamente ante la alerta, ya que Europa es el principal mercado de este fruto de árboles amazónicos.

"Hemos adoptado un conjunto de medidas y un plan de manejo que garantice que la castaña boliviana no contenga más de dos o tres bpps y pueda ingresar a Europa", aseguró Hans Claure, presidente de la Asociación de Beneficiadores de Almendra del Noroeste de Bolivia.

Los productores harán un mayor control de calidad en sus empresas para que no se desprestigie el producto boliviano, añadió Claure.

Con ese fin, las empresas castañeras realizan inversiones en la infraestructura de nuevos sistemas de producción, con controles higiénicos y de secado del fruto que evitarán la excesiva humedad y la aparición del hongo de la aflatoxina.

La Cámara de Exportadores -que administra más del 75 por ciento de las exportaciones de castaña del país- considera que las industrializadoras de castaña se han adaptado rápidamente a las exigencias europeas.

"Salvo algunas excepciones, la mayoría de las compañías castañeras ha adoptado medidas para mejorar su producción y reducir los niveles de aflatoxina", afirma Bruno Giussani, director ejecutivo de la Cámara de Exportadores de La Paz.

Según Giussani, el riesgo contra la castaña subirá si alguna empresa artesanal intenta exportar ese producto a Europa con un nivel de aflatoxina mayor que el que ahora permiten los países de la Unión Europea, porque se desprestigiaría al conjunto de la producción boliviana.

Bolivia es el primer país productor de castaña del mundo -su producción cubre el 70 por ciento de la demanda mundial de este fruto- seguido por Brasil, con el 18,3 por ciento, y Perú, con 11,3 por ciento.

La exportación de castaña le dio a Bolivia un ingreso de 31 millones de dólares en 1997, de los cuales 18,6 millones corresponden a las ventas de este producto a la Unión Europea.

Unas 40.000 familias viven de la explotación de la castaña en los departamentos amazónicos de Pando y Beni, en el norte del país, y también de La Paz, según cálculos de los propios productores.

Se estima que el área de producción de castaña abarca aproximadamente 100.000 kilómetros cuadrados en regiones amazónicas del norte del país.

El segundo mercado de la castaña boliviana es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México), que le compra el 30 por ciento de su producción y acepta un nivel máximo de aflatoxina de 20 ppbs. (FIN/IPS/ac/ag/if/99

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