/BOLETIN-INTEGRACION/ AMERICA LATINA: 1998, un año bursátil para olvidar

El contagio de crisis externas y problemas regionales hicieron de 1998 un año para olvidar en los siete mayores mercados bursátiles de América Latina, donde el volumen negociado cayó en 42,24 por ciento frente al año anterior.

La firma consultora venezolana Softline difundió el miércoles su informe anual sobre los corros latinoamericanos, que evidenció que el total negociado en 1998 fue de 165.564 millones de dólares, frente a los 235.509 millones transados en 1997.

En términos porcentuales, la bolsa que tuvo una mayor caída en su volumen fue la de Caracas, con una baja de 60,19 por ciento, pero se trata del sexto corro regional, cuyo volumen apenas representa el 0,94 del total negociado.

El presidente de Softline, José Grasso, detalló a IPS que no sólo hubo una caída profunda del total negociado, sino en el rendimiento ponderado de los índices bursátiles, que tuvo un decremento promedio de 21,6 por ciento.

"Eso significa que todos los que invirtieron en la región perdieron este año", aseguró Grasso.

El especialista financiero aventuró que 1999 será "un año complejo" en cuanto al comportamiento de los capitales bursátiles, con ingredientes suficientes para generar "una recuperación parcial" pero con la persistencia también de un ambiente de dudas sobre las economías latinoamericanas.

Las siete bolsas medidas como mercados emergentes son la de Sao Paulo, Ciudad de México, Buenos Aires, Santiago de Chile, Lima, Caracas y Bogotá, según su orden de importancia.

No se incluye la de Río de Janeiro, que es la tercera a nivel regional por su volumen transado y la única que tuvo un comportamiento positivo en ese aspecto en 1998, ya que pasó de negociar 24.618 millones de dólares en 1997 a 31.659 millones. Su rentabilidad, en cambio, cayó de 37.162 puntos a 23.781 puntos.

Grasso explicó que la región fue maltratada por el efecto contagio de las olas provocadas por los derrumbes financieros en Asia y Rusia, porque "los operadores actúan sin discriminar los mercados emergentes, pese a sus muy diferentes realidades".

Otro factor global que arrastró el desplome bursátil fue el de la dependencia regional de las exportaciones de productos básicos, cuyo comportamiento fue muy negativo por la contracción de la demanda y el hundimiento de los precios, como sucedió con el cobre chileno y el petróleo mexicano y venezolano.

Entre los elementos endógenos, Grasso incluyó el hecho de que en varios países 1998 haya sido un año electoral, como ocurrió en Brasil, Colombia y Venezuela, lo que en el caso latinoamericano suele provocar un estancamiento de la actividad financiera.

Un segundo factor interno fue el de las altas tasas de interés con lo que los países pasaron a defenderse de las crisis financieras. "La mayor rentabilidad de los intrumentos de renta fija, provoca una caída paralela inmediata en las inversiones en los mercados de capitales regionales", precisó Grasso.

Brasil, Colombia, México y Venezuela elevaron en forma neta los tipos de interés, dentro de su estrategia para contener la salida de capitales y consolidar el ahorro interno, en medio de una realidad económica adversa.

Grasso precisó que el año cierra con los precios de muchas acciones por debajo de su valor en libro y su relación de utilidad, lo que brinda buenas oportunidades para un año menos traumático en 1999, pero ello va a depender de que se avance en el equilibrio fiscal y se consolide la baja de las tasas.

"Hay recursos excedentarios de inversión y todo parece indicar que la crisis en Asia tocó fondo, si bien las previsiones de crecimiento se están corrigiendo a la baja a nivel mundial", explicó el presidente de Softline.

"Pero persisten dudas sobre la estabilidad de los países latinoamericanos" en los centros financieros, y el retorno de los capitales a los mercados regionales va ser marcado por como reaccione Brasil a los ajustes que impondrá Fernando Henrique Cardoso, quien asumió el viernes su segundo mandato.

La región tiene, según Grasso, una alta dependencia de capitales externos, lo que la hace muy vulnerable, porque en forma creciente esos capitales provienen de fondos mutuales que operan en forma volátil.

A lo largo de 1998 peor aún que el desplome de la actividad bursátil fue su volatilidad, con una especie de montaña rusa de alzas y bajas, en bruscos movimientos que contribuyen a deteriorar la confianza e impiden la planificación tanto en las plazas regionales como entre los inversores.

"La estabilidad en la vitrina financiera que representan las bolsas va a llegar en la medida que se afiance la estabiliad en las economías de la región y eso genere confianza para la afluencia de inversiones de mediano y largo plazo", dijo Grasso.

En la bolsa de Sao Paulo se negociaron 113.887,01 millones de dólares entre el primero de enero y el 28 de diciembre del año pasado, fecha de cierre del informe. Ese monto representa 68,79 por ciento del total regional y una caída de 27,74 por ciento respecto a 1997.

Tan sólo una acción brasileña, la de Telebras, se negoció en mayor volumen que el total transado en cualquier otra bolsa regional, con un total de 57.545 millones de dólares.

Petrobras, la segunda empresa brasileña en el mercado de capitales, acaparó un volumen de 8.094 millones, ocupando el quinto lugar del total negociado, sumando firmas individuales e índices bursátiles.

En la lista de las 50 empresas e índices más negociados 25 son brasileñas (12 situadas en los primeros 20 puestos), 14 mexicanos (cuatro entre los primeros 20), cuatro argentinas, dos chilenas, peruanas y venezolanas y una colombiana.

El rendimiento promedio del índice del mayor corro latinoamericano disminuyó en 32,35 por ciento, la mayor caída regional, al cerrar el año en 6.898 puntos, reportó Softline.

La Bolsa de Valores Mexicana movió 34.363,88 millones de dólares en 1998, 20,76 por ciento del total y una caída de 33,45 por ciento respecto de 1997. El índice cerró en 3.942,67 puntos, con una baja en el rendimiento de 24,60 por ciento.

La Bolsa de Comercio de Buenos Aires negoció 7.661,72 millones, 4,62 por ciento del total y una baja de 18,79 por ciento, mientras el índice cerró en 434 puntos, en un descenso de rentabilidad de 36,87 por ciento.

La Bolsa de Santiago movilizó 4.381,85 millones de dólares, 2,65 del total de los siete mercados y lo que significó una caída de 41,12 por ciento respecto de 1997. El índice cerró en 3.590,66 puntos, con una baja de rentabilidad de 25,11 por ciento.

La Bolsa de Valores de Lima negoció 2.893,50 millones, 1,75 por ciento del total y una caída de 29,78 por ciento, mientras que su índice cerró en 1.335,87 puntos y una baja de rentabilidad de 25,48 por ciento.

La Bolsa de Valores de Caracas movió 1.562,82 millones de dólares y su índice cerró en 4.729,16 puntos, lo que representó una caída en su rendimiento de 45,37 por ciento.

La Bolsa de Bogotá negoció 823,94 millones de dólares, 0,50 por ciento del total y una caída porcentual de 38,93 por ciento, en tanto que su índice cerró en 1.094,58 puntos, con un descenso en su rendimiento de 23,55 por ciento en 1998. (Fin/IPS/eg/if la/99

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