Las pequeñas esculturas de "piedra de jabón" hechas por artesanos de la central provincia de Coclé, en Panamá, aparecerán muy pronto en los comercios de Hong Kong, Holanda y Estados Unidos, llevadas de la mano por el proceso de globalización.
La mina de belmont utilizada por los escultores de Coclé, que según los geólogos panameños tiene propiedades superiores frente a otras que se explotan en América Central, fue encontrada por casualidad hace 34 años por el artesano Lorenzo Martínez cuando buscaba maderas para tallar figuras.
Dicho mineral es de origen sedimentario, con una textura similar al mármol, pero blando y fácil de moldear con cuchillo, puntas de metal y un raspador, dijo a IPS la geógrafa Abril Méndez.
Además de descubrir la mina de piedra de belmont, Martínez introdujo en el arte del tallado y comercialización de las pequeñas estatuillas a sus familiares y vecinos de la comunidad de El Membrillo, unos 150 kilómetros al oeste de la capital.
El experimento de Martínez se transformó en poco tiempo en una alternativa de ingresos adicionales para los residentes de esa comunidad, que viven por debajo de la línea de pobreza, al igual que 39 por ciento de los 2,7 millones de habitantes de Panamá.
El 1991, unas 25 familias de El Membrillo formaron una cooperativa para la producción y comercialización de las estatuillas de piedra de jabón en los mercados de artesanías de Penonomé, capital de la provincia de Coclé, y en el Valle de Antón, en la misma provincia, así como en ferias nacionales.
Poco a poco las figuras talladas por los artesanos de El Membrillo trascendieron los mercados de Coclé para extenderse hacia otros puntos del país, debido a la calidad artística de las estatuillas y a su bajo precio.
La mayoría de las obras representan aves, batracios y reptiles de Panamá, pero su variado repertorio también incluye elefantes y otros animales foráneos. Su precio varía de tres a cinco dólares, "según la cara del cliente".
Magdaleno Rodríguez, presidente de la Cooperativa de Artesanos Unidos de El Membrillo, afirmó que los escultores del lugar no trabajan con moldes predeterminados sino que son "escultores de ideas".
"Dígame que es lo que quiere y yo le tallo desde un nacimiento del niño Jesús hasta un cocodrilo", acostumbra a decir Martínez a sus potenciales clientes en su tradicional puesto de venta en la calle principal de Penonomé.
Rodríguez indicó que la producción y venta de estatuillas de piedra de jabón constituye un medio de vida para las 25 familias que conforman la cooperativa.
Pero que en los últimos dos años el negocio ha ido disminuyendo debido a la competencia de artesanías extranjeras que ingresan al país al amparo de la actual apertura de la economía, añadió.
No obstante, el presidente de la Cooperativa de Artesanos Unidos de El Membrillo subrayó que la globalización también ha abierto una puerta para que las estatuillas de piedra de jabón de los artesanos de El Membrillo salgan a la conquista del mercado mundial.
Gracias a la promoción que está llevando a cabo la Dirección de Artesanías del Ministerio de Comercio e Industrias, los productos de los artesanos de El Membrillo tienen muy buenas posibilidades de ingresar al mercado internacional.
Rodríguez informó que ya se han enviado muestras hacia Estados Unidos, Hong Kong y Holanda, donde espera obtener buenos resultados porque considera que pueden competir "en condiciones de igualdad con otros hermanos artesanos del extranjero".
Con el propósito de aumentar la calidad de sus artesanías, los escultores de El Membrillo planean introducir una técnica para recubrir las estatuillas con una capa de vidrio transparente, lo que mejorará su presentación y resistencia, anunció el dirigente de los artesanos. (FIN/IPS/sh/ag/cr/99
