(Arte y Cultura) CULTURA: 50 años de Condorito, el primer chileno transnacional

Condorito, el personaje de historietas creado en 1949 por el dibujante René Rios, Pepo, se apresta a celebrar sus 50 años, consagrado con creces como el primer chileno exitoso en los circuitos transnacionales del "comic".

No hay latitud de habla castellana, incluyendo a España y al sur de Estados Unidos, en que no se venda la revista Condorito, con los chistes ilustrados de este personaje concebido como símbolo chileno y que hoy es un prototipo iberoamericano.

Es tanta la fama de mundial de este personaje que Bill Gates, el magnate de Microsoft, quería su figura para presentar la versión en español del Windows 98, pero no logró un acuerdo financiero con la empresa dueña de la licencia de Condorito.

Es difícil que Pepo haya siquiera sospechado el vuelo que adquiriría este pájaro de rasgos antropomórficos cuando lo creó en 1949, inspirado en el escudo nacional de Chile, enmarcado por un cóndor y un huemul (ciervo).

El joven dibujante, a quien llamaban Pipón por su tendencia a la gordura, inventó a Condorito como réplica al filme "Saludos Amigos" de Walt Disney, una suerte de recorrido por América en que Chile era representado por un humilde avioncito llamado Pedro.

Ríos trajó así al mundo a este cóndor humanizado, para vestirlo con una sencilla camiseta roja, un pantalón negro eternamente remendado y calzarlo con hojotas, las típicas chalas de los campesinos chilenos.

Y es que Condorito en sus orígenes fue el reflejo de una sociedad en transición de lo rural a lo urbano, con contingentes de desempleados buscavidas, perseguidos alternadamente por la fortuna o la desgracia.

El personaje fue aceptado de inmediato en las páginas de Okey, un semanario de historietas donde los niños de la época comenzaban a familiarizarse con Flash Gordon, Tarzán, Jim de la Selva, Sandokán y otros héroes ya olvidados, como Pantera Rubia o el cowboy Matias Marriot.

Ríos transformó el apodo escolar de Pipón en Pepo, y con esa firma comenzó a cobrar fama como uno de los más grandes dibujantes de Chile, considerado un maestro por todos los cultores locales de "comics".

Pepo no sólo fue el padre de Condorito, sino también uno de los grandes caricaturistas de Topaze, una tradicional revista de humor político que tuvo su época de oro desde los años 30 hasta la década del 60.

Fue igualmente un gran animador en las páginas de El Pingüino, un audaz semanario de humor gráfico y escrito que incluía en sus páginas fotos de modelos extranjeras en bikini, considerado entonces una "lectura para mayores".

Ríos, quien tiene ahora 87 años, dijo hace varios años, en una de sus escasas entrevistas, que con la llegada de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90) la política entró en receso y se cerraron las puertas al humor picaresco.

Sin Topaze ni El Pingüino, el artista concentró su actividad en Condorito, que estaba tomando vuelo propio desde 1955, cuando se editó, con gran éxito de ventas, el primer anuario de las tiras recopiladas de Okey.

Las recopilaciones se transformaron luego en semestrales y desde fines de los años 60, ya desaparecido Okey, comenzó la producción quincenal de la revista Condorito.

Para entonces, Pepo había creado ya una interminable galería de personajes en torno al protagonista central, cuya vida transcurría principalmente en Pelotillehue, una imaginaria localidad rural del sur de Chile.

Con el aumento de la demanda, la producción de la historieta comenzó a industrializarse, en un proceso que se acentuó cuando a fines de los años 70 la revista comenzó a ser distribuida internacionalmente por una transnacional de "comics".

Muchos de los actuales dibujantes chilenos ya consagrados hicieron sus primeras armas bajo las órdenes de Pepo, diseñando los fondos de la tira, como letristas de los parlamentos o pintores de las viñetas.

La transnacionalización de la revista, que hoy es editada por el consorcio Televisa, determinó la adaptación de las ediciones a los giros lingüísticos y a la jerga popular de los respectivos países.

La esencia de Condorito sigue descansando en el Pelotillehue semirrural y en su radio de amistades, desde el compadre Don Chuma, hasta Huevoduro, Comegatos, Fonola, el Ché Copete, Tomate, Ungenio y Garganta de Lata.

Está también Pepe Cortisona, su eterno rival como pretendiente de Yayita, con un entorno en que está igualmente el prototípico personaje de la suegra insoportable, en este caso doña Tremebunda.

Claro que Condorito no escapa a las distorsiones propias del "comic", planteadas en los años 60 por Ariel Dorfman y Armand Mattelart en su antológico ensayo "Para leer al Pato Donald".

Tanto en el mundo de Pepo como en el de Disney las relaciones y conflictos familiares permanecen en un marco de ambigüedad con noviazgos eternos y sobrinos de los protagonistas centrales, como Coné y Yuyito en este caso, cuyos padres no existen.

Pero más allá de las críticas y los análisis teóricos inspirados en la semiótica, Condorito es un personaje de gran convocatoria, legitimado como una de las mayores creaciones en el ámbito de las tiras cómicas de América Latina.

Los 50 años de este personaje serán celebrados en grande en Chile y América Latina, con exposiciones itinerantes y el lanzamiento de un disco compacto de la Condoribanda, creada por un productor chileno.

Pepo observará tal vez de lejos este cincuentenario. Desde 1992 permanece en una silla de ruedas a raíz de un accidente, pero según asegura su hijo, llamado también René, a sus 87 años está dispuesto a seguir con Condorito, "porque dibujar es su vida y lo va a hacer hasta el final". (FIN/IPS/ggr/ag/cr/99

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