La misión argentina enviada a Brasil a negociar compensaciones para neutralizar el impacto de la devaluación del real regresó hoy con la esperanza de que en el corto plazo, el gobierno brasileño elimine subsidios a las exportaciones.
El secretario de Industria Alieto Guadagni volvió de Brasilia con las manos vacías, pero con la expectativa de que esas subvenciones sean suprimidas en las próximas dos semanas.
Guadgani se reunió con el ministro de Desarrollo, Celso Lafer y con el canciller Luiz Felipe Lampreia 10 días después de que el Banco Central de Brasil se retirara del mercado de cambios para permitir la libre flotación y la depreciación del real.
Con apoyo en los acuerdos del Mercado Común del Sur (Mercosur), Argentina coloca en Brasil 30 por ciento de sus ventas externas, una proporción que eqivale a más de 8.000 millones de dólares.
Por eso, exportadores y gobierno están preocupados por la caída de la demanda brasileña y por las distorsiones de la competitividad dentro del bloque causadas por la devaluación del real.
Los productos agrícolas que Argentina vende a Brasil ya sufrieron una pérdida de competitividad de 35 por ciento por la caída del real, según un informe realizado por el Instituto de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La recesión en Brasil afecta directamente el desarrollo de la industria argentina de lácteos, petróleo y automóviles.
Además, la producción brasileña ganó competitividad, dado su menor precio en dólares, y Argentina, Paraguay y Uruguay temen una invasión de importaciones con origen en el socio mayor del Mercosur.
Uno de los sectores más afectados en Argentina es la industria automovilística, que exporta a Brasil casi 50 por ciento de su producción y que ya decidió la suspensión de miles de trabajadores.
"Nunca los resultados son inmediatos", dijo Guadgani al llegar a Buenos Aires y tras rechazar la calificación de "fracaso" para su gira. "Hay una intención fuerte de tomar medidas en el corto plazo para mejorar la competitividad", aseguró.
Argentina pretende que Brasil suspenda la devolución de impuestos a los exportadores y otras medidas de promoción del comercio exterior, que implican una ventaja entre 10 y 14 por ciento para sus ventas.
Delegados de Argentina y Brasil volverán a reunirse en un mes, un momento en que el panorama brasileño podría ser más claro que ahora, cuando la crisis financiera aún está en progreso. "No podemos ir ahora aapretarles el cuello", graficó el secretario.
Guadagni dijo que confia en que el gobierno de Brasil logre el apoyo del Congreso para la aprobación de nuevas medidas de ajuste, y también del Fondo Monetario Internacional, cuyos representantes llegaron este martes a Sao Paulo.
"En Brasil el análisis de la situación es menos tremendista que en Argentina. Y yo confío en que se estabilice el tipo de cambio y que bajen las tasas de interés", agregó.
La Unión Industrial Argentina, principal asociación de empresarios del país, reclama al gobierno medidas proteccionistas que el ministerio de Economía se niega a dar, para evitar un incremento del gasto público.
"El productor argentino debe ser más eficiente y frente a un problema en el Mercosur, debe salir al mundo", sostuvo el ministro de Economía, Roque Fernández, en una entrevista publicada este martes por el diario Clarín. (FIN/IPS/mv/ff/if/99