AMBIENTE: ONU negocia prohibición de productos químicos

Más de 400 delegados de al menos 100 países se encuentran en la capital de Kenia para debatir la prohibición de los productos químicos más peligrosos del mundo y así frenar la contaminación ambiental.

La conferencia, que comenzó el lunes y continuará hasta el viernes en la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en Nairobi, constituye la segunda ronda de negociaciones sobre un grupo de químicos conocidos como Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP).

La mayoría de los COP fueron desarrollados a principios del siglo para controlar enfermedades, aumentar la producción de alimentos y mejorar la calidad de vida, pero con el correr del tiempo se descubrió que amenazan la biodiversidad y la salud humana.

Los químicos "dañan el sistema de respaldo ecológico del que depende la vida. Se acumulan, se trasladan de cadena alimenticia en cadena alimenticia, y se concentran aun en las especies animales más grandes, como los osos polares y las ballenas", explicó el vicedirector del PNUMA, Shafqat Kakakhel.

Kakakhel abogó el lunes por la prohibición mundial de los COP y dijo que ningún país ni persona está libre de la contaminación de los químicos.

Se espera que la reunión de Nairobi, celebrada luego de una serie de negociaciones que comenzaron en la ciudad canadiense de Montreal a mediados de 1998, concluya con un proyecto legalmente vinculante en el año 2000.

"En este momento, la labor sobre el tratado está en camino y a tiempo. Un tratado para el 2000 resulta un desafío, pero se puede alcanzar mientras hayan los recursos para hacerlo", declaró Kakakhel.

Los COP, que afectan a los seres humanos por la contaminación del agua y las reservas de alimentos, y en menor grado a través de la inhalación y del contacto con la piel, son causa de cáncer y de disfunciones del sistema endocrino, e interfieren con las hormonas del cuerpo, según los científicos.

Los químicos que no se disuelven en el agua son absorbidos por la grasa corporal donde permanecen acumulados sin disgregarse, explicó Peter Oris, profesor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos.

"La concentración es cientos de miles de veces superior en el cuerpo humano que en el ambiente", afirmó el lunes ante representantes de la prensa de Nairobi.

En las mujeres, dijo Oris, la contaminación se acumula en las células de los senos y del útero y luego se pasan a sus hijos, lo que resulta en niños con defectos de nacimiento.

Organizaciones que negocian el acuerdo pretenden prohibir 12 químicos, aunque también proponen limitar varios químicos orgánicos, señaló Romeo Quijano, de la Red Internacional para la Eliminación de COP, que reúne a 130 organizaciones no gubernamentales de todo el mundo.

Entre los 12 químicos se incluyen ocho pesticidas, dos químicos industriales y dos familias de productos derivados de la manufactura y el uso de cloro y materiales con cloro como las dioxinas.

La mayoría de estos productos químicos están controlados en la mayor parte del mundo, pero su uso sigue siendo extendido, según un delegado en Nairobi.

Al frente de la lista de los químicos que se pretende prohibir está el DDT, un insecticida tóxico incoloro que está prohibido en muchos países, pero cuyo uso sigue siendo generalizado.

Las reservas abandonadas y obsoletas de los químicos son una continua amenaza al ambiente y la salud, explicó Quijano.

Grupos ambientalistas, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y Greenpeace, expresaron su inquietud por pesticidas enterrados a mediados de los años 80 en un proyecto de una granja estatal en Yemen, financiado por el Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura y el Banco Mundial.

El vertedero, que se calcula contiene 33 toneladas de pesticidas, se filtra en la tierra y el agua de riego y amenaza las reservas de agua, según WWF.

Se calcula que 110.000 toneladas de pesticidas obsoletos o desechados permanecen en vertederos en países en desarrollo, en Europa oriental y en las repúblicas de la ex Unión Soviética, y la mayoría se filtran al ambiente.

El problema se agravará hasta que se identifiquen y se destruyan los vertederos y las reservas de manera "que no creen más contaminación de COP u otros riesgos ambientales", declaró WWF.

El acuerdo propuesto, defendido principalmente por organizaciones ambientales como Greenpeace y WWF, se basa en cinco acuerdos previos que se suman a la presión para la prohibición mundial de los COP.

Comunidades indígenas de Europa y América procuran tener una mayor influencia en el acuerdo propuesto contra los COP.

Tom Goldtooth, del grupo étnico dine en América del Norte y perteneciente a la Red Indígena Ambiental, con sede en Estados Unidos, dijo a IPS que aunque sólo permanecen 2,5 millones de personas de las 400 tribus indígenas de la región, las poblaciones soportan las consecuencias de la contaminación por la actividad industrial, agravada por injustas leyes ambientales.

"Los pueblos indígenas de America sufren graves injusticias ambientales. Aunque hay leyes federales que protegen a la población general contra los peligros ambientales, las leyes discriminan contra las personas que no son blancas ya que los desechos tóxicos se arrojan en nuestras comunidades", aseguró.

Un estudio sobre las tribus indígenas próximas a los Grandes Lagos entre Canadá y Estados Unidos reveló niveles de contaminación de COP entre 6.000 y 7.000 partes por millón en la leche materna de las mujeres. El máximo aceptable para la salud es de 50 partes por millón.

El estudio también encontró altas concentraciones de DDT en muestras de sangre.

Pero algunos delegados se oponen a eliminar el DDT, que aún se usa en más de 20 países por su utilidad para combatir la malaria y otras enfermedades transmitidas por los insectos. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/aq/en/99

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