El candidato presidencial venezolano Henrique Salas quemó hoy su último cartucho para dar la sorpresa en las elecciones presidenciales del domingo y vencer al favorito Hugo Chávez, al recibir el contundente apoyo de la mayoría de los gobernadores y alcaldes del país.
Salas, un independiente centroderechista de 62 años que fue un exitoso gobernador, logró en los sorpresivos diez días finales de campaña el respaldo de un arcoiris de grupos y personalidades que pregonan que Chávez traerá la dictadura y la violencia, después de protagonizar en 1992 un alzamiento militar.
Chávez, un teniente coronel retirado de 44 años que no acepta otra etiqueta política que la de bolivariano, tenía antes del sacudón de deslizamientos hacia Salas una ventaja de más de diez puntos en los sondeos, como abanderado de un Polo Patriótico de casi toda la izquierda y antiguos militares golpistas.
Casi 200 de los 335 alcaldes de Venezuela y 15 de los 23 gobernadores electos en los comicios regionales del 8 de noviembre llegaron a Caracas para formalizar su apoyo a Salas.
"Ahora más rápido los vamos a derrotar", replicó Chávez, al afirmar que esos gobernadores y alcaldes "son la última careta del régimen podrido de los partidos que vamos a enterrar".
Salas alertó en el encendido acto de gobernadores y alcaldes ajenos a su recién creado Proyecto Venezuela que "nadie aquí se llama a engaño y todos saben que voy a atacar frontalmente la corrupción y el partidismo clientelar" que repudia la población.
La mayoría de los gobernadores son pilares del muy devaluado bipartidismo conformado por el socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el socialcristiano Copei. Ellos impusieron internamente el traumático giro de abandonar a sus candidatos y apoyar a Salas, que hasta ese momento había sido criticado por AD y Copei .
Chávez y Salas polarizaron los comicios, en base a una oferta de cambio radical que regenere el piso político venezolano y ponga fin a una hegemonía de AD y Copei en la que se concentra el resentimiento popular por el abrupto deterioro del país.
Salas afirmó que detrás de los apoyos espontáneos a su candidatura "no hay pactos abiertos o encubiertos" y que tampoco se trata de "una unidad cómplice de 'cogollos' (cúpulas) para fraguar uno de sus negocios que tanto aborrece la gente".
Añadió que la ciudadania "tiene derecho a una democracia que funcione, que le dé seguridad y le dé orden", y dijo que de ganar, luchará no sólo contra la corrupción y el clientelismo, sino "contra el sectarismo y la indecencia y a favor de la dignidad humana".
"De aquí al domingo nos moveremos como un peso pluma para fajarnos (esforzarnos) y ganar por paliza y dar una verdadera respuesta a ese pueblo que está desesperanzado con razón", declaró ante alcades y gobernadores que alternaban gritos de "democracia" y "presidente".
Los oradores reiteraron que "la unidad superior que nos une" se produce ante la amenaza que Chávez representa para la democracia, la paz y la libertad. "Nos quiere sumir en el odio y dividir entre honestos y deshonestos, estemos con él o no", dijo el gobernador Ernesto Calderón, de Copei.
"Las bases de AD y Copei van a venirse para mi lado", dijo Chávez, ante "esa tragicomedia triste de las cúpulas corruptas que quita la máscara a la independencia de Salas".
Chávez afirmó en el calor de algunos mitines que "vamos a freír la cabeza de los adecos" o "sacar a latigazos a esos corruptos de AD y Copei", mientras blandía un típico látigo de los llanos venezolanos, la región de que es oriundo.
En el acto de apoyo a Salas, Carlos Barbosa, presidente de la Federación de Alcaldes, subrayó que "somos cerca de 290 los que estamos con Salas y pertenecemos a muchos partidos, incluso de los que apoyan a Chávez, y nos hemos impuesto ante nuestras cúpulas, no al revés".
"Podemos corregir los errores en democracia", aseguró la más joven alcaldesa del país, Nancy López.
"La verdadera revolución en Venezuela proviene del proceso de descentralización y del liderazgo regional y municipal que nosotros representamos y que ya forzó a los partidos a cambiar si quieren sobrevivir", dijo el gobernador más joven y que fue reelegido por 76 por ciento de los votos, Eduardo Lapi.
La propuesta de la candidatura antisistema de Chávez se basa en refundar políticamente el país mediante una asamblea constituyente que pueda disolver el Congreso, intervenir el Poder Judicial y revocar por plebiscito el mandato de los gobernadores.
También ha planteado reconcentrar el poder para crear un nuevo federalismo, y dijo que quien se oponga a la constituyente, en caso de que ese cuerpo sea aprobado por un referendo, podría ir preso, por ponerse al margen de la ley.
Chávez afirmó que sus propuestas y discursos de la campaña electoral son tergiversados para "satanizar" su imagen y que cree firmemente en el pluralismo político. Así mismo, reivindicó su rebelión de 1992, "porque hirió de muerte el Pacto de Punto Fijo y el domingo es su entierro".
Ese pacto fue elaborado por todas las fuerzas políticas que en 1958 derribaron la última dictadura y todos los analistas políticos consideran que gane Chávez o Salas, el domingo se cerrará el ciclo democrático al que dio vida.
Salas, en otro tono, también dijo que "ese pacto ya cumplió su labor y fue desvirtuado" por sus impulsores, para afirmar que "debe construirse un nuevo edificio, donde se rescate la dignidad y el proyecto colectivo de Venezuela". (FIN/IPS/eg/ff/ip/98