El ex presidente de Venezuela y senador electo Carlos Andrés Pérez alertó hoy sobre el riesgo de un golpe de Estado en el país, cuando se vive la cuenta regresiva para las elecciones presidenciales del domingo.
Pérez, quien gobernó en dos oportunidades (1974-79 y 1989-93), aseguró que los electores se encuentran "entre la incertidumbre y la desesperación" ante la decisión de los dos grandes partidos de Venezuela de "eliminar de un plumazo" a sus candidatos para apoyar a última hora al independiente Henrique Salas.
"Con toda la repugnancia que nos produce, tenemos que decir que estamos a la vista de un posible golpe de Estado", dijo Pérez, para añadir que eso sería "desastroso para el futuro del país".
Los comicios están polarizados entre el favorito de los sondeos, el antiguo líder golpista Hugo Chávez, al frente de un Polo Patriótico de nueve fuerzas, y Salas, un economista ex gobernador del industrial estado de Carabobo, que desde el fin de semana concentró en torno a sí a un llamado polo democrático.
Chávez protagonizó el primero de los dos cruentos alzamientos militares contra Pérez en 1992, pero el ex presidente indica que si el militar retirado es elegido como gobernante por los venezolanos deberá respetarse esa voluntad popular y vigilar para que se mantenga dentro de los límites institucionales.
El partido socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el socialcristiano Copei, rivales irreconciliables por 40 años y que habían atacado duramente a Salas para intentar desplazarlo del segundo lugar, pasaron a apoyarlo, al aducir que está en juego la democracia, la libertad y la paz, a las que amenazaría Chávez.
El ex presidente, que revivió como protagonista político tras ser electo senador por el estado de Táchira en las elecciones legislativas del 8 de noviembre, aseguró que Venezuela experimenta esta última semana "la más increible crisis preelectoral vivida por algún país".
"El país vive una sombria y auténtica emergencia electoral", porque cuando se está a horas de cerrarse la campaña comicial, se cambian los candidatos de las dos fuerzas tradicionales del país, que en conjunto no sumaban 10 por ciento de preferencias, adujo.
El candidato de AD, Luis Alfaro, fue expulsado el lunes del partido que manejó con mano férrea durante muchos años y entre cuyas purgas más famosas se cuenta la del propio Pérez, después que fue procesado por cargos de corrupción, que lo sacaron de la Presidencia ocho meses antes de concluir su mandato.
Pero Alfaro se negó a renunciar y reclama la tarjeta de AD, lo que obliga a discenir la situación al Consejo Nacional Electoral y anticipa una lucha jurídica sobre el tema, que podría tener efectos explosivos si esos votos fueran determinantes para definir el vencedor.
El ex presidente, que fundó el nuevo partido Apertura, aseguró que su organización no se sumará a ese frente anti Chávez encarnado por Salas, al que se han unido múltiples figuras, entre ellas 15 de los 23 gobernadores y unos 290 alcaldes.
"Es una falsa disyuntiva" la de poner al electorado a elegir entre democracia y dictadura, consideró Pérez, quien indicó que Apertura mantendrá como candidato a su antiguo ministro de Planificación, Miguel Rodríguez.
Pérez dijo que los cambios de los candidatos pueden crear una situación electoral incierta, que anime a una ruptura institucional a sectores castrenses, después que a su juicio el presidente Rafael Caldera contribuyó a romper la disciplina militar y permitió la intromisión de sus miembros en política.
Añadió que "vientos de frondá soplan en las Fuerzas Armadas, calificados voceros de la institución castrense han salido a la palestra pública asumiendo posiciones políticas, de confrontación electoral, que ponenen en evidencia muy cercanas y graves expresiones de intromisión militar en el proceso comicial".
Pérez no aclaró si se refería a posiciones nuevas o a pronunciamientos conocidos a mediados de octubre del comandante del ejército y yerno de Caldera, general Rubén Rojas, en el sentido de que los militares no aceptarían tener como comandante a quien atentó contra la democracia.
El ex presidente reiteró que fue un error que Caldera nombrase a su yerno en ese cargo, desplazando a otros generales con más méritos, y más aún que haya permitido que dentro del estamento militar se permitan los pronunciamientos políticos y electorales.
Chávez estuvo este lunes en el Ministerio de Defensa para entrevistarse con el general Noel Martínez, comandante del Plan República, que en Venezuela se ocupa de asegurar el desarrollo de los comicios y apoya a operativamente a las autoridades electorales.
Chávez expresó públicamente que el objetivo del encuentro fue solicitar a Martínez que el mismo día de las elecciones se realice prueba en máquinas electorales escogidas al azar, para asegurar la transparencia del proceso.
Pero, según versiones, el militar retirado buscó dialogar sobre la forma de controlar los votos en las 23.000 mesas electorales, ahora que Salas pasará a contar con el respaldo de AD y Copei, duchos en maniobras comiciales. (FIN/IPS/eg/ag/ip/98