La economía de Venezuela se contrajó durante 1998 en 0,7 por ciento, debido al impacto del desplome de los precios del petróleo en el mercado mundial, informó hoy el presidente del Banco Central, Antonio Casas.
El precio promedio del barril de exportación venezolano bajó 34,1 por ciento respecto a 1997, lo que originó un importante desbalance en las cuentas fiscales del país, cuyo presupuesto depende en 40 por ciento de los ingresos petroleros, explicó Casas en un informe escrito sobre el cierre económico del año.
En 1997 el producto interno bruto (PIB) creció en 5,9 por ciento, en el único año en que economía tuvo un comportamiento positivo durante el quinquenio presidido por Rafael Caldera, que será sucedido en febrero por Hugo Chávez.
El PIB venezolano quedó situado en el equivalente a 106.560 millones de dólares al cambio actual con la moneda local, el bolívar,
Casas puntualizó que la tendencia recesiva como impacto del hundimiento de los precios del petróleo se sintió durante el segundo semestre. La actividad petrolera se contrajo en total en uno por ciento en 1998 y la no petrolera en 0,8 por ciento.
El presidente del Banco Central explicó que en el comportamiento recesivo de Venezuela también influyó un entorno económico mundial con una importante desaceleración.
La economía mundial cierra el año con un crecimiento de dos por ciento, la mitad de 1997, indicó Casas en su informe.
El comercio mundial también frenó bruscamente su expansión para crecer durante 1998 en 3,7 por ciento, frente al 9,7 por ciento en que aumentó el año anterior.
Casas explicó que como autoridad monetaria y cambiaria su esfuerzo se concentró en contener la tasa de inflación y preservar la capacidad de pagos en el exterior, pese a las turbulencias provocadas por la caída de ingresos petroleros en 6.103 millones de dólares, respecto a 1997.
El barril promedio de exportación de Venezuela va a cerrar 1998 en 10,76 dólares, anticipó Casas, mientras que en 1997 se vendió en 16,33 dólares.
El índice de precios al consumidor aumenta este año en 29,6 por ciento, frente a 37,6 por ciento de 1997. Se trata de una tasa de inflación alta en terminos latinoamericanos, pero que es la más baja de la década en el país.
La contención de la inflación fue debida a la neta caída de la demanda interna por la contracción del gasto público y por el fuerte incremento de las tasas de interés, lo que afectó negativamente el gasto de los agentes económicos.
El Banco Central también logró controlar la depreciación de la moneda local frente al dólar, pese a los embates contra la moneda producidos por los coletazos de las tormentas originadas en Asia a lo largo del año, a lo que se añadió en agosto la de Rusia.
La flotación sucia de la moneda mediante un sistema de bandas permitió que el bolívar cayese en su cotización con el dólar en sólo 12,12 por ciento, con una apreciación importante en septiembre y otra más reciente tras la serenidad que se apropió del mercado cambiario tras la elección de Chávez el día 6.
El deficit global de la balanza de pagos se situó en 3.418 millones de dólares, lo que colocó las reservas internacionales brutas en 14.385 millones.
La balanza comercial mantuvo su comportamiento positivo tradicional, pero con una drástica contracción del excedente en 7.119 millones de dólares, respecto a 1997.
Las exportaciones totales se situaron en 17.320 millones de dólares y las importaciones en 13.889 millones. En 1997 las exportaciones totalizaron 23.445 millones de dólares y las importaciones 12.895 millones.
Las exportaciones diferentes al petróleo y el hierro crecieron sólo en 2,2 por ciento, mientras que en 1997 lo habían hecho en 8,7 por ciento.
El consumo interno total aumentó sólo en 0,4 por ciento, y ello gracias al consumo del sector público que creció en 4,3 por ciento, ya que el privado sufrió una contracción de 0,3 por ciento, atribuida al fuerte incremento de las tasas de interés.
La inversión cayó arrastrada por el decremento de la pública que fue de 9,1 por ciento y el hecho de que la privada sólo creciera en 0,4 por ciento, después que en 1997 lo hizo en 22,8 por ciento.
El desempleo aumentó oficialmente en 1,2 puntos porcentales para cerrar en 11 por ciento y afectar a cerca de un millón de personas de los nueve millones que constituyen la población económicamente activa en este país de 23 millones de habitantes.
Fuerzas sindicales y empresariales elevan el porcentaje de desempleo abierto a 14 por ciento. (Fin/IPS/eg/if la/98