Los mensajes de saludo de los presidentes Carlos Menem, de Argentina, y Fidel Castro, de Cuba, y del gobierno de Estados Unidos, figuraron entre los primeros que recibió el virtual presidente electo de Venezuela, Hugo Chávez.
Este militar de 44 años, que obtuvo 56 por ciento de los votos en las elecciones del domingo en Venezuela, anunció que dará prioridad a América Latina en su política exterior, y que emprenderá luego de su proclamación la próxima semana una gira por la región, que incluirá a Brasil y a Colombia.
Esas felicitaciones contrastaron con la cautela con que fue recibido en otros países de América el resultado electoral en Venezuela, que se presenta como una auténtica revolución política.
En efecto, Chávez, que concentró su campaña en el ataque contra el sistema político y en la denuncia de la corrupción y de la exclusión social, venció a los dos partidos que se habían alternado en el poder desde 1958, que en esta oportunidad se unieron para enfrentarlo.
El Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos felicitó este lunes formalmente a Chávez por lo que calificó de "impresionante triunfo" y le pidió al virtual presidente electo venezolano que respete la Constitución.
El gobierno estadounidense también se mostró dispuesto a entregar a Chávez una visa de ingreso como a cualquier otro jefe de Estado, si así lo pide. Washington le había negado la visa en dos ocasiones este año, debido a sus antecedentes golpistas.
En cuanto a Castro, indicó en su carta que la "aplastante victoria" de Chávez "demuestra que los pueblos han aprendido mucho", y elogió al militar retirado por haber visitado la isla en el pasado.
"Los cubanos, que han seguido de cerca y en silencio tu épica campaña, comparten con los venezolanos su noble y esperanzador júbilo", agregó el presidente cubano.
Chávez, un teniente coronel de paracaidistas de 44 años que en 1992 encabezó un intento de golpe de Estado, fue respaldado por el Polo Patriótico, una alianza de partidos de izquierda y populistas de derecha.
Castro deseó "éxito" a Chávez en la "difícil e inmensa tarea" que tendrá "en este momento crucial de la historia de América en que ha llegado la hora de los sueños de Bolívar".
En Colombia, vecino de Venezuela, la ministra de Comercio Exterior, Marta Ramírez, dijo tener confianza en que las relaciones comerciales bilaterales no serán afectadas por el resultado de las elecciones.
En México, Luis Felipe Bravo, secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado por el conservador Partido Acción Nacional, destacó que "Venezuela eligió democráticamente a Chávez y eso ya es valioso".
"En México, sin embargo, el gobierno debería tomar como ejemplo lo que sucede en Venezuela, para impedir, a través de una administración justa y honesta del Estado, que el populismo y la desesperación acorralen a la población", concluyó.
En Panamá, el profesor universitario y político independiente Humberto Ricord sostuvo que Chávez "representa una corriente que viene del centro del pueblo para expulsar del poder a la oligarquía", que "no ha hecho nada para sacar de la miseria a las clases populares".
Ricord encontró puntos de contacto entre Chávez y el presidente de Perú, Alberto Fujimori en Perú, y "en cierta forma" con el caso de Menem
Pero "Fujimori se desvió de aquellos propósitos y traicionó la confianza que habían depositado en él los electores descreídos de los políticos y los partidos tradicionales", mientras Menem "no hizo nada por los pobres argentinos que lo llevaron al poder".
En ese sentido, el ex canciller peruano Luis González Posada, que formó parte del gobierno de Alan García (1985-1990), no cree "que se repita el viraje de Fujimori, que se agazapó detrás de la votación izquierdista para después entregarse al Fondo Monetario Internacional y descargar una inhumana política de ajuste".
A pesar de que consideró que el triunfo de Chávez es "un salto al mundo de las tinieblas", debido a sus antecedentes golpistas, González Posada dijo que el militar "tiene una estirpe política antiimperialista de la que careció Fujimori".
"Debemos esperar el resultado de sus primeras medidas de gobierno o quizá ver cómo maneja los compromisos con sus adversarios para revertir su minoría parlamentaria", manifestó.
El opositor brasileño Neiva Moreira, presidente de Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, sostuvo que "más importante que triunfo de Chávez es la derrota de los demás, que revela el desprestigio del bipartidismo venezolano y del modelo económico que predomina en casi toda América Latina".
"La votación aplastante indica que las masas populares de Venezuela y América Latina ya no pueden soportar la economía dictada por banqueros y grandes empresarios, que determina exclusión y descontento popular. Lo mismo puede ocurrir en muchos países latinoamericanos", afirmó Moreira.
En Uruguay, el ex canciller Sergio Abreu (1990-1994) dijo a IPS que Chávez encontrará "un país de pobres con grandes riquezas" y por esa razón "deberá tener una gran disciplina fiscal, que contemple los requerimientos de la crisis sin afectar el hábito consumista de los venezolanos".
"Si 'populiza' su gobierno, tendrá dificultades con el manejo de las finanzas públicas", advirtió Abreu.
"Chávez tendrá que demostrar su vocación democrática en el ámbito interamericano, en el que Venezuela tiene un papel muy importante, porque además de ser andina y amazónica, es estratégica para Estados Unidos, en particular por la explotación de petróleo", explicó.
"En definitiva, habrá un juego de pesos y contrapesos y nadie permitirá que (Venezuela) se desestabilice", concluyó el ex canciller uruguayo. (FIN/IPS/mj/ff/ip/98