MERCOSUR: Compleja competencia de Uruguay con Brasil y Argentina

Varios sectores de la actividad industrial y agropecuaria de Uruguay no están aún preparados para competir con sus rivales del Mercosur, cuando falta un año para que rija la igualdad de condiciones en casi todas las áreas de producción.

En ese momento, la industria uruguaya tendrá un gran desafío ante los dos socios mayores del bloque subregional, Argentina y Brasil, que hoy ya son su principal competencia. El cuarto integrante, Paraguay, no será un problema en ese sentido.

El Mercosur permitió a Uruguay -el menor de los países de la región, con 3,1 millones de habitantes-, un avance importante. En los últimos siete años, las exportaciones dentro de la región aumentaron 95 por ciento, y Brasil es el principal comprador, con casi 45 por ciento de ese total, según datos oficiales.

Aunque a fines de 1997 Uruguay había importado bienes de capital para equipar su industria tres veces más que en 1990, varios sectores aún no están preparados para la igualdad competitiva que regirá a partir del año 2000.

El primer día de 1999 se rebajará al mínimo la protección de que gozan muchas empresas locales, exceptuadas aún del régimen de libre comercio regional.

En virtud de los compromisos asumidos dentro del bloque, para el año 2000 esas empresas deberán competir en igualdad de condiciones con las de sus socios regionales, ya que el régimen de adecuación terminará y las transacciones dentro del Mercosur se harán sin pago de impuestos a la importación.

A partir del 1 de enero próximo, 958 productos de 36 sectores de la actividad industrial y agropecuaria pasarán a tener aranceles que van de dos a siete por ciento.

Quedan aún dos que siguen exceptuados de la libre competencia, el azucarero -en vías de extinción en Uruguay- y el automotor, principal centro de debate de los gobiernos de la región.

Una consulta realizada esta semana por el semanario económico Búsqueda de Montevideo entre empresas representativas de las ramas de actividad que vieron reducir su protección desde 1995, permitió establecer que hay varios sectores con problemas.

Los empresarios en rubros como textiles de algodón, calzado, hortícola, fabricación de escobas y cepillos consideran que tendrán mayores obstáculos con la caída de la protección y algunos de ellos creen que llegará el fin de sus actividades.

Otros, en cambio, como los lácteos, alimentos preparados, pinturas, plástico, vestimenta, cerámica, matalúrgica y frutícola, tienen una visión menos negativa, aunque no están libres de dificultades.

Antonio Alonso, principal fabricante de escobas y cepillos, dijo que su industra sufre tremendamente la desgravación arancelaria y que la principal competencia surge desde Brasil, lo que lo llevó a reducir su personal a la mitad.

En el sector metaúrgico, la situación no se presenta mejor. Rafael Sanguinetti, gerente de Armco-Alamresa, dijo que ese sector sufre la desgravación y que lo afecta la mayor penetración de productos argentinos y brasileños.

"Hay un problema fundamental y es que hay un ingreso masivo de importaciones desde Brasil y desde Argentina", dijo Eduardo Chiesa, presidente de la Junta Nacional de la Granja.

Uruguay debe ser "mucho más exigente en los controles sanitarios para la importación", afirmó Ghiesa, quien se mostró esperanzado en que a través de un proceso de reconversión, ese sector pueda lograr en el futuro una mejor competividad.

La producción de vinos uruguayos, una industria cuya desaparición se vaticinaba hace pocos años. sufrió un cambio radical a través un proceso de reconversión. Hoy, algunos vinos uruguayos compiten con los mejores del mundo y son premiados en competencias internacionales.

Una visión positiva dio José Gutman, vicepresidente ejecutivo de la filial uruguaya de la multinacional italiana Parmalat. Para enfrentar a los competidores de la región, esa empresa mejoró su productividad y tecnología, y señaló que el riesgo para la exportación de lácteos no está en Brasil, sino en Argentina.

En ese país, la leche se paga a valores similares a los de Uruguay y "las empresas son tan eficientes como las nuestras y en algunos casos más", dijo Gutman.

En el rubro de alimentos preparados, el empresario José Villar señaló que las posibilidades de competir están en la elaboración de productos diferentes, ya que en otros, como los panes envasados y las galletas tipo "cracker", no hay posibilidades.

A partir del año 2000 surgirán problemas, pronosticó, porque los fabricantes competidores logran mayor competitividad al adquirir el azúcar y el trigo a precios más baratos y el tamaño de los mercados les permite mayor producción que la uruguaya. (FIN/IPS/rr/ag/if/98

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