ESPAÑA: Nacionalismo vasco vota presidente, unido por primera vez

Todos los sectores nacionalistas unieron hoy por primera vez sus votos para designar al presidente del gobierno autónomo del País Vasco, la región de España integrada por las provincias de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya.

La novedad la constituye el voto de la coalición Euskal Herritarrok (EH, apoyada por la organización ilegal ETA y que representa al nacionalismo radical) por Juan José Ibarretxe, del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV).

El País Vasco es una región autónoma de España, según la Constitución aprobada el 6 de diciembre de 1978. Otra provincia a la que los nacionalistas consideran vasca, Navarra, decidió en referéndum no integrar esa comunidad y constituirse en autonomía uniprovincial.

Todos los sectores nacionalistas consideran que el País Vasco (llamado Euzkadi en idioma euskera o vascuence) está integrado por esas cuatro provincias españolas y tres francesas y reivindican su independencia de España y Francia y su integración en un solo estado vasco independiente.

Los sucesivos presidentes del gobierno autónomo han pertenecido desde 1978 al PNV, unas veces sólo con los votos de su grupo parlamentario y otras con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Pero este martes, por primera vez, el presidente recibió el apoyo del PNV, de su escisión, el también moderado Eusko Alkartasuna (EA), y de EH, coalición sucesora de Herri Batasuna (HB) que apoya a ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad) y es, a su vez, respaldado por esta organización.

Ibarretxe necesitaba la mitad más uno de los votos (38 de 75) del Parlamento Autónomo para ser designado presidente en la primera votación. Cuarenta parlamentarios en 73 presentes votaron al dirigente del PNV tras 10 horas de debate.

Entre los 14 votos de EH figuraron los de José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, alias "Josu Ternera", reconocido dirigente de ETA y José Antonio Etxeberría, acusado de formar parte de la trama financiera de esa organización.

Ambos estaban en prisión preventiva y salieron en libertad desde que el 25 de octubre fueron elegidos parlamentarios en los comicios autonómicos en las listas de EH.

Otro candidato, Carlos Iturgaitz, del centroderechista Partido Popular, que gobierna España, obtuvo sólo los 16 votos de su grupo y los dos de la regionalista Unidad Alavesa, 18 en total. Iturgaitz sabía que no sería elegido y se presentó con fines testimoniales, para marcar una diferencia política.

Hubo 15 votos en blanco, correspondientes al PSOE y a la coalición Izquierda Unida (IU), coalición con presencia en toda España en la que el Partido Comunista es la fuerza mayoritaria.

En su discurso programático, Ibarretxe se pronunció a favor de la definitiva pacificación del País Vasco, la promoción del empleo, la solidaridad, la cohesión social y la adaptación de su región a la integración europea.

Pero no se pronunció con claridad sobre el apoyo a la independencia vasca ni a la unidad de las siete provincias. Las referencias fueron de carácter general, entre ellas que las decisiones corresponden a los ciudadanos vascos y que los demás deben respetarlas.

La declaración aprobada en la localidad navarra de Estella (Lizarra) el 12 de septiembre, base de la confluencia de todos los sectores nacionalistas, afirma que a los ciudadanos vascos corresponde decidir su futuro y que ese dictamen debe ser respetado por "los Estados implicados" (Francia y España).

Cuatro días después de esa reunión, ETA anunció que de forma unilateral y por tiempo indefinido suspendía todas sus acciones de violencia. Desde entonces no hubo más atentados perpetrados por esa organización o su entorno.

La Declaración de Estella fue apoyada por el PNV, EA, EH, sindicatos afines e IU, única organización firmante no exclusivamente vasca.

La concreción de los objetivos de la Declaración, avalados por la votación de este martes en el Parlamento Autónomo, conduciría a "una mitológica Euskadi étnica, cultural y socialmente unívoca, unificada", según el líder del socialismo vasco, Nicolás Redondo Terreros.

Pero "se equivocan", pues "la evolución política y social de todo Occidente camina en sentido contrario" y no existe ni puede existir una mayoría parlamentaria suficiente para lograr esos objetivos, añadió.

Iturgaitz señaló que las elecciones autónomicas delinearon un mapa político vasco más equilibrado, con 55 por ciento de los votos para los nacionalistas y 45 para los partidos con representación en toda España y que defienden su unidad, unos como estado autonómico y otros como estado federal.

Además, recordó Iturgaitz, entre el pacto de Estella (12 de septiembre) y las elecciones autonómicas (25 de octubre), los nacionalistas perdieron dos por ciento de sus votos y cuatro escaños de diputados, seis por ciento del total de la cámara.

Ante las incógnitas del futuro, Ibarretxe dijo que gobernará promoviendo un diálogo sin exclusiones para lograr una paz definitiva, señaló que todos los habitantes de la región son vascos y que sea cual sea la decisión que adopten los partidos políticos de esa autonomía, debe ser respetada. (FIN/IPS/td/mj/ip/98

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