Como un cazador atrapado en su propia trampa, Chile sufre hoy el impacto de la mayor caída de los últimos 63 años en los precios del cobre, a la cual contribuyen la crisis internacional y la sobreproducción propiciada por este mismo país.
La cotización del metal rojo tuvo este martes una leve recuperación en la Bolsa de Metales de Londres (BML) para situarse en 65,408 centavos de dólar la libra, tras la catastrófica jornada del lunes, en que el precio fue de 65,317 centavos de dólar.
De acuerdo a los registros históricos, los actuales precios, en términos reales, tienen su precedente más cercano en 1935, cuando el cobre alcanzó una cotización promedio de 62,50 centavos de dólar la libra.
Tras las operaciones de este martes en la BML, el precio internacional del cobre llegó a un promedio de 67,736 centavos de dólar para el mes y a 75,350 centavos de dólar la libra para todo el transcurso de 1998.
Los analistas previn que la tendencia a la baja continuará en las últimas semanas del año, con lo cual el precio coincidiría con la proyección más pesimista de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), que trazó para 1998 un valor entre 75 y 80 centavos de dólar la libra.
El ministro de Minería, Sergio Jiménez, señaló que cuando la cotización baje de los 65 centavos, el país prácticamente no recibirá utilidades, porque el precio de venta quedará equiparado con los actuales costos.
Jiménez recordé que por cada centavo de dólar que baja el precio, Chile deja de percibir unos 80 millones de dólares en el año.
Si se compara el precio actual, de 75 centavos, con el promedio de 103 centavos de dólar de 1997, el menor ingreso de este año será de 2.240 millones de dólares, dijo el ministro.
La situación fue calificada como una crisis por el senador Jorge Lavandero, del cogobernante Partido Demócrata Cristiano, quien pidió la renuncia a sus cargos del vicepresidente de Cochilco, Jorge Berghammer, y del presidente de la Corporación del Cobre (Codelco), Marcos Lima.
Según Lavandero, los titulares de ambos organismos gubernamentales, así como la empresarial Sociedad Nacional de Minería (Sonami), son responsables de haber ocultado la real magnitud de la caída en los precios del principal producto de exportación del país.
Codelco, una de las mayores empresas de América Latina, administra los grandes yacimientos de cobre que fueron nacionalizados en 1971, bajo el gobierno del presidente socialista Salvador Allende.
Con una extracción anual de 3,8 millones de toneladas, Chile es el mayor productor mundial de cobre, materia prima que en 1997 generó alrededor de 45 por ciento de los ingresos de la balanza comercial del país.
Lavandero apuntó que Chile elevará en menos de un año su producción a cinco millones de toneladas, con lo cual acumulará 60 por ciento de las entregas mundiales de la esta materia prima.
El parlamentario impugnó la política de sobreproducción que se viene impulsando desde 1994 con una gran apertura del sector hacia capitales privados extranjeros, que ha significado a Chile una pérdida, según aseveró, de unos 19.000 millones de dólares.
Lavandero acusó a los responsables de la política cuprífera de no utilizar la capacidad productiva del país como un elemento de defensa de los precios y de propiciar en cambio una sobreproducción perjudicial.
Los proyectos de inversión minera se convirtieron en muy atractivos, no sólo en Chile sino en todo el mundo, desde 1994, cuando los precios iniciaron una espiral ascendente.
El cobre se cotizó ese año en la BML a un promedio de 104,9 centavos de dólar la libra, para trepar en 1995 a 133,2 centavos de dólar, y bajar en 1996 y 1997 en torno a los 103 centavos, con lo cual la actividad continuó siendo altamente rentable.
Según Lavandero y el experto Orlando Caputo, presidente de Codelco durante el gobierno de Allende (1970-73), las transnacionales que invirtieron en grandes proyectos cupríferos en Chile y otros países están profitando ahora de la caída de las cotizaciones.
Explicaron que se trata de compañías mineras que a su vez están vinculadas a grandes complejos industriales, para los cuales resulta ventajoso contar hoy con un insumo como el cobre con un gasto mínimo.
El ministro Jiminez dijo que este año Chile aumentó su producción cuprífera en 10 por ciento, lo cual, aseveró, permitió contrarrestar los menores ingresos por los descensos que la crisis asiática comenzó a provocar en los precios.
Jiminez defendió el aumento de la oferta por parte de Chile, ya que si el país disminuía sus exportaciones habría permitido que sus clientes fueran captados por otros productores.
Pero el problema actualmente escapa de las manos de Chile y de los productores en general, ya que los descensos de precios se presentan en un mercado de materias primas deprimido por los efectos de la crisis internacional.
Los primeros síntomas fuertes de baja en el precio se manifestaron en el último trimestre de 1997, cuando la crisis arreciaba en los países del sudeste asiático de industrialización reciente, grandes consumidores de cobre en sus proyectos industriales.
La situación, como se sabe, siguió complicándose en este año con la expansión de la crisis hacia Japón y Rusia, más las amenazas de recesión en Brasil y otros países de América Latina. (FIN/IPS/ggr/if/98
