El gobierno de Venezuela "reconocerá y acatará al candidato que gane, ya sea por un voto", dijo el ministro del Interior, Asdrubal Aguiar, al concluir la campaña para los históricos comicios presidenciales del domingo.
La vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Miriam Kornblith, negó el jueves la posibilidad de fraude en las cruciales elecciones que se han polarizado entre el favorito de los sondeos, el ex líder golpista Hugo Chávez, y el ex gobernador centroderechista e independiente Henrique Salas.
Chávez, un teniente coronel retirado que en 1992 encabezó un alzamiento, y dirigentes del Polo Patriótico que lo respalda, han movilizado a su militancia para que impida un fraude y acusaron al CNE de haber violado la ley del sufragio, en favor de Salas.
Esa acusación se refiere al pronunciamiento del CNE, integrado por siete personas independientes, de que el mayor partido del país, Acción Democrática (AD), tenía derecho de pasar a postular a Salas, pese a que su anterior candiato no renunció.
Kornblith precisó que "el CNE está muy tranquilo porque (la decisión) está absolutamente apegada a la ley del sufragio y es defendible ante cualquier tribunal nacional o internacional".
La vicepresidenta del órgano comicial dijo que cada candidato y cada partido tienen derecho a realizar todas las alertas que quieran sobre los peligros de un fraude, pero consideró insensato que se incluya al CNE en orquestaciones de este tipo.
El fiscal general (garante legal), Ivan Badell, aseguró el jueves que "es imposible que se produzca un fraude electrónico", como denuncian dirigentes cercanos a Chávez, después de recibir explicaciones sobre el funcionamiento del sistema automatizado.
Las elecciones legislativas y regionales del 8 de noviembre y en las de este domingo están regidas por una nueva ley del sufragio, un CNE ajeno a los partidos, miembros de las 23.000 mesas escogidos por sorteo y la mecanización del sufragio.
Aguiar afirmó que el gobierno del presidente Rafael Caldera tiene "como único candidato la estabilidad democrática" y lo va a defender hasta el 2 de febrero, cuando finaliza su mandato.
"El gobierno también garantizará la paz social" durante el día de las elecciones y los posteriores, que algunos analistas prevén convulsos, ante el acercamiento de Salas a Chávez, que hasta hace 10 días mantenía una ventaja de más de 10 puntos.
Entre los observadores internacionales que por primera vez supervisan el proceso electoral venezolano se destacan una misión de la Organización de Estados Americanos y el ex presidente estadounidense Jimmy Carter.
Carter ha dicho que su principal objetivo en Venezuela será que "el segundo reconozca su derrota", en unos comicios en que los encuestadores aún consideran que Chávez es el más probable ganador, pero con Salas logrando un virtual empate a última hora.
AD y el partido socialcristiano Copei, el otro pilar del sistema político que sería enterrado en estos comicios, abrazaron la candidatura de Salas para tratar de derrotar a Chávez, tras abandonar el fin de semana a sus candidatos, que no alcanzaban en conjunto 10 por ciento de las preferencias en los sondeos.
Se anticipa que en el eventual caso de que Salas llegase a ganar en base a los votos de la tarjeta distintiva de AD, el polo de Chávez, conformado por casi toda la izquierda y antiguos militares golpistas, impugnaría los resultados electorales.
Tanto Chávez como Salas expresan el rechazo a los partidos tradicionales y la corrupción que ha permeado el sistema político de democracia representativa nacido hace 40 años, y proponen un cambio radical de la conducción y el piso político local.
Pero Chávez suma una oferta antisistema y de ruptura, de tono populista, y la promesa de mayores controles e intervencionismo económico, que incluye revisar la descentralización del poder a través de una asamblea constituyente.
Dirigentes de AD y Copei aducen que Salas puede ser enemigo de sus intereses, pero al menos a él tendrán oportunidad de hacerle oposición, al asegurar que la propuesta de Chávez esconde la instauración de una dictadura y traerá la violencia.
El Polo Patriótico ha señalado que el cambio de candidatos en vísperas de los comicios representa "una oferta engañosa" para los 11 millones de electores, y que en el caso de AD contraviene la ley del sufragio porque sin la renuncia de su anterior candidato no puede apoyar a Salas.
Pero el CNE determinó que el artículo sobre el cambio de candidatos fuera del lapso establecido también lo hace posible "ante la existencia de otras causas legales y constitucionales", que funcionan en este caso.
El secretario general de Copei, Donald Ramírez, pidió ante el CNE que se admita que si en el boletón electoral un votante sufraga por dos tarjetas de Chávez o Salas no se asuma como nula, tal como lo hace el programa automatizado, sino que se considere un voto válido.
Juan Navarro, delegado de la empresa española Indra, encargada de la automatización, precisó que eso es imposible programarlo, pero que el CNE podría decidir realizar una revisión de los votos nulos en forma manual, si acepta la solicitud de Copei.
Copei y AD pretenden que su confundido electorado, que no tiene tiempo de recibir clara información de como actuar ante el cambio abrupto de línea de las cúpulas partidarias, no vaya a votar nulo al rellenar tanto el óvalo de la tarjeta de una de esas fuerzas como el de Salas. (FIN/IPS/eg/ag/ip/98
