El abogado paraguayo Martín Almada pidió hoy al juez español Baltasar Garzón que solicite la extradición y juzgamiento de seis ex dictadores de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay por genocidio, torturas y terrorismo.
Almada, quien padeció en su país torturas y cárcel y luego 15 años de exilio, descubrió en Asunción el "Archivo del Terror", cinco toneladas de documentos, videos, cintas de audio y fotografías que demuestran la coordinación entre organismos represores de esos países y Brasil, entre 1960 y 1990.
El abogado paraguayo declaró en el sumario iniciado ante Garzón y por el cual este juez pidió al Gran Bretaña la extradición del ex dictador de Chile, Augusto Pinochet, detenido en Londres desde el 16 de octubre.
Almada pidió a Garzón que solicite la extradición de Stroessner, el general Jorge Videla y el almirante Emilio Massera, ambos argentinos, el general uruguayo Gregorio Alvarez y del actual presidente constitucional y ex dictador boliviano, Hugo Banzer, además de Pinochet, cuya extradición está en curso.
En su testimonio, el abogado fundamentó la solicitud sobre la base de las actividades de los ex dictadores como responsables máximos de la Operación Cóndor, coordinación de los aparatos represivos de las dictaduras del Cono Sur de América en los años 70 y 80.
El pedido de extradición de Pinochet "es el mejor homenaje que se puede ofrecer al cincuentenario de la Declaración Universal por los Derechos Humanos", que se conmemorará el 10 de diciembre, dijo Almada luego de brindar su testimonio al juez español.
El abogado informó sobre su experiencia como preso político y torturado durante el gobierno del general Alfredo Stroessner. En la represión de que fue objeto participaron militares y policías paraguayos, chilenos y argentinos, dijo.
Almada entregó a Garzón copias de las fichas policiales paraguayas de 77 chilenos, 68 paraguayos, 61 uruguayos, 17 peruanos, 12 franceses y tres mexicanos.
Además, confirmó al juez la veracidad de más de 1.200 folios de documentos enviados por la justicia paraguaya sobre la represión que sufrieron en ese país una veintena de españoles, la mayoría de ellos sacerdotes jesuitas.
Entre la documentación entregada por Almada a Garzón se destaca una copia legalizada del proceso judicial por el secuestro y desaparición del médico paraguayo y dirigente del Partido Colorado Agustín Goiburu Giménez, secuestrado el 8 de febrero de 1977 en Argentina y trasladado a su país.
Goiburu Giménez fue entregado a la policía paraguaya, que después de torturarlo lo asesinó.
Las acciones coordinadas y complementarias entre las policías secretas de las dictaduras responden a la Operación Cóndor, establecida por las dictaduras imperantes en el Cono Sur en aquella época.
Almada testimonió ante el juez que llevaron al mismo lugar al que él era sometido a interrogatorio a una mujer de unos 70 años, Gilberta Verdún viuda de Talavera, quien también fue torturada, en su presencia, por un chileno de la Fuerza Aérea, de apellido Teisa u Oteiza, quien decía ser médico psiquíatra.
El apellido y la pertenencia de ese sujeto a la Fuerza Aérea chilena le fue revelado por el comisario paraguayo Mario Mancuello, detenido por su negativa a revelar el paradero de su hijo, un militante estudiantil.
Almada acusó al ex dictador Stroessner, hoy exiliado en Brasil, de ser cómplice en el asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier, perpetrado en Washington el 21 de septiembre de 1976 por agentes de la policía secreta de Pinochet.
Stroessner, según Almada, facilitó pasaportes paraguayos falsos a los asesinos.
En general, la documentación aportada por Almada al juez se refiere a casos en los que participaron policías de dos o más países del Cono Sur y en los que las víctimas fueron paraguayos, argentinos, chilenos, españoles, franceses, mexicanos, uruguayos, brasileños y bolivianos.
Garzón manifestó que estudiará la solicitud, los documentos y testimonios aportados, a los que confrontará con los ya existentes en el sumario, y que actuará en consecuencia. (FIN/IPS/td/mj/hd ip/98