VENEZUELA: Proyecto urbanístico busca auxiliar a la universidad

El quinto proyecto urbanístico del mundo, alrededor de un centro de convenciones del que carece Venezuela, será lanzado en enero por la Universidad Central (UCV), la que paradójicamente se encuentra al borde del cierre.

La UCV, situada en un área verde en medio de la capital, dispone de una zona rental de 11 hectáreas, el más apetitoso lote de terrenos del país, desaprovechada por décadas de desidia y dependencia paternalista del Estado, y en la cual se proyecta ahora construir 600.000 metros cuadrados.

La obra sería la quinta de su tipo en el mundo, después de La Defense (Francia), Docklands (Gran Bretaña), World Financial Center (Estados Unidos) y Shinjuku (Japón), superando al Distrito Wauchai de Hong Kong.

El diseño "prevé la construcción de un centro de convenciones, edificios de oficinas y comercios, hoteles, apartohoteles, estacionamientos, áreas culturales y de servicios conexos", dijo a IPS el arquitecto Marco Negrón, autoridad de la zona rental y director del proyecto.

La carencia de un centro de convenciones es notoria en la capital de Venezuela, con una privilegiada posición para conexiones aéreas en la mitad de América. El proyecto contempla una terminal de pasajeros con servicios de predespacho hacia el aeropuerto, a 25 kilómetros de Caracas.

Negrón dijo que las concesiones para construir y desarrollar los diferentes proyectos se entregarán bajo el régimen de usufructo, de modo que, al cabo de décadas de operación por particulares, la propiedad construida revierta a la principal universidad del país.

Para las concesiones "se evaluarán tanto la oferta financiera como la urbanística que hagan los postulantes, habida cuenta de que la zona rental enlaza con áreas culturales, educativas, de parques, de edificios, comercios y la principal arteria vial de la ciudad", dijo Negrón.

Cálculos preliminares estimaron en 300 millones de dólares el costo de los desarrollos hasta ahora previstos. La rentabilidad para la UCV puede ser de 20 millones de dólares anuales, con lo que se pagarían los costos de los cursos de postgrado e investigación, que suman unos 400 proyectos.

Ese dinero llegará sin embargo ya entrado el nuevo siglo, en tanto la UCV "marcha hacia su cierre técnico en enero, "a menos que el gobierno levante el cerco presupuestario que la ha tendido", dijo el rector Trino Díaz.

El lanzamiento del proyecto de zona rental fue seguido de una marcha de miles de universitarios con ropa, brazaletes y globos negros "en señal de luto por la muerte económica de la UCV", dijo el dirigente de la federación de estudiantes Félix Farías.

La UCV dispone de un presupuesto anual de 70 millones de dólares, pero sus cuentas en rojo o insuficiencias para atender pasivos laborales, deudas con proveedores y otros compromisos suman 75 millones de dólares. "Funcionamos apenas al 50 por ciento", reconoció el vicerrector Julio Santos.

Venezuela contaba hasta hace 30 años con sólo media docena de universidades, pero el crecimiento de la matrícula impulsó al Estado a crear 12 más y facilitar la organización de otras 17 privadas. También surgieron otros institutos de enseñanza superior.

"El Estado no tiene recursos para nosotros pero cada vez crea más universidades. Tendría más sentido reforzar las que ya existen", señaló Víctor Márquez, director de la oficina de bienestar estudiantil de la UCV.

Se trata de un debate sinfín, y que abarca tanto políticas de Estado como escasez de recursos y su administración. En condiciones de restricción como las actuales, lo que se da a la educación superior se le quita a la básica y media, se alega.

Además del deber constitucional de impartir educación básica, el Estado enfrenta que "conforme al impacto de la educación en el desarrollo, es mucho más rentable invertir en enseñanza básica o media que en la superior, la que por lo mismo es más privatizable", señaló García.

El ministro de Educación, Antonio Cárdenas, manifestó que compartía "el luto de las universidades, pero esos centros deben revisarse y presentar alternativas", y aseguró que la única hasta ahora es el proyecto de la zona rental de la UCV.

Cárdenas dijo que se ha apelado a organismos financieros multilaterales para crear un fondo de jubilaciones del personal universitario, con unos 100 millones de dólares, que libere a las universidades de ese pasivo. "Pero no sólo se necesita dinero, sino también revisiones", insistió.

En el caso de la UCV, 76 por ciento de su presupuesto fue consumido en pagar la nómina del personal activo y los jubilados. "Es un esquema deformado debido a las autonomías, a los gremios y al paternalismo del Estado", deploró José Pimentel, jefe de la oficina de planificación del sector universitario.

"La UCV, en verdad, habría ganado mucho más si hubiese dedicado más energías a desarrollos como el de la zona rental que a marchas de protesta por su déficit presupuestario", opinó Negrón. "Pero lo importante es que hemos echado a andar".

Otras universidades venezolanas confrontan problemas similares, pero disponen de variados emplazamientos para producir recursos propios. El más novedoso fue la reserva, en 1997, de dos pequeños campos petroleros para ser desarrollados por dos de esas instituciones. (FIN/IPS/jz/ag/ed-if/98

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