VENEZUELA: Parto de nuevo régimen convertido en una tragicomedia

En una semana Venezuela decidirá el nuevo presidente, en elecciones que, así gane el favorito Hugo Chávez o su rival Henrique Salas, marcarán la muerte de un modelo basado en los partidos, cuyas cúpulas agonizan sumidas en el ridículo.

El partido socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el socialcristiano Copei dieron este fin de semana los últimos y rocambolescos pasos para deshacerse de sus candidatos, que en conjunto no superan ocho por ciento de las preferencias, a fin de apoyar al ex gobernador independiente Salas.

Se trata de un candidato en el que que hasta hace apenas horas los dos partidos, sobre todo AD, concentraban su agresividad, con el propósito de quitarle el segundo lugar en las preferencias que muestran los sondeos y porque propone desplazar a los partidos del dominio de la conducción política.

Pero lo que pudo ser una medida de concentración del voto contra Chávez con impacto decisivo el día 6 de diciembre se transformó en una tragicomedia con mucho de ópera bufa, cuyo gran efecto es acentuar el rechazo popular a los partidos.

Chávez, un teniente coronel retirado de 44 años que intentó tomar el poder por las armas en 1992 y está ahora cerca de lograrlo por los votos, podría terminar por beneficiarse del espectáculo brindado por AD y Copei en el final de la campaña.

Salas, de 62 años y con una oferta de cambio radical en la conducción política de Venezuela, sin la incertidumbre de la propuesta antisistema y de ruptura de Chávez, ve cumplirse su estrategia de polarizar el voto "antichavista" sin pactar con ninguna fuerza establecida.

"El 6 de diciembre no se elige entre dos alternativas, sino entre democracia y dictadura y AD no puede permanecer de brazos cruzados ante una realidad inequívoca", advirtió este sábado el secretario general de AD, Lewis Pérez.

"Venezuela vive un momento crucial y se juega su destino democrático, y los demócratas debemos concentrar nuestro voto, para que los cambios profundos que deben hacerse sean en democracia, sin violencia, odio o revancha", dijo poco después el secretario general de Copei, Donald Ramírez.

Los militantes que le quedan a los dos partidos -en el caso de AD mantuvo 1,2 millones de votos en los comicios del día 8- y el país en general siguen, confundidos y atónitos, los gritos y la desesperación de sus dirigentes, transmitidos "en vivo y en directo" por la televisión.

"Estamos poniendo la cómica (quedando en rídiculo) ante el país y el mundo", reconoció uno de los dirigentes más populares de AD, el alcalde de Caracas Antonio Ledezma, para matizar que "sea somo sea, debemos unir nuestro voto a Salas, porque a él al menos podremos hacerle oposición, a Chávez ni eso".

Chávez, a quien los últimos sondeos le otorgan una intención de voto de 49 por ciento, capitaliza la reacción de un electorado que culpa a AD y Copei de la pobreza de 70 por ciento de los habitantes de un país de grandes riquezas naturales, de la corrupción, del colapso de los servicios, de la falta de justicia y de la criminalidad.

Su oferta central es la convocatoria a una asamblea constituyente "por encima de la cual sólo estará Dios", con capacidad para disolver el Congreso elegido el día 8, reordenar y reducir los 23 estados actuales e intervenir el Poder Judicial.

En unos comicios que por primera vez tienen un alto componente clasista, según indicó el sociólogo y encuestador Raúl Cabrera, Salas, un éxitoso ex gobernador de centroderecha y cercano al humanismo cristiano, plantea también relegitimar y refundar el país políticamente, pero sin ninguna ruptura del sistema.

Chávez es respaldado por un Polo Patriótico de casi toda la izquierda establecida, antiguos militares golpistas y empresarios proteccionistas, mientras que Salas se presentó sólo con su nueva organización Proyecto Venezuela y desestimó otros respaldos.

Cerca de 85 por ciento del electorado muestra su disposición de votar por Chávez o Salas, con un fuerte respaldo al antiguo comandante en las clases bajas y más simpatías para Salas entre los jóvenes, las mujeres y las clases más altas.

Luis Alfaro, el candidato de AD de 77 años, que no completó su instrucción primaria, confirmó este sábado que no renunciará a su postulación, en abierta rebeldia ante los 200 máximos dirigentes de su partido, que revocaron esa candidatura en la noche prevía, en una reunión en la que no faltaron golpes ni llantos.

"La única candidatura adeca es y seguirá siendo la mía", dijo Alfaro, quien paradójicamente dominó en los últimos años el partido que más veces ha gobernado Venezuela mediante la exclusión de toda disidencia y todo gesto de indisciplina.

Salas, desde la ciudad occidental de Santo Domingo, insistió en que no ha pedido el apoyo de AD y que no hará ningún pacto con esa organización ni con Copei, cuya todavía candidata oficial, Irene Sáez, deshojará hasta el lunes la margarita de si liberará o no a ese partido de su postulación.

La ley del sufragio indica que sólo se puede sustituir a un candidato a cargos de elección por muerte, renuncia, incapacidad física o mental "o cualquier otra causa derivada de la aplicación de normas constitucioanles o legales", que no se especifican y dejan margen a cualquier interpretación.

"No pienso morirme en estos días", dijo con sorna Alfaro, quien ante la voltereta de AD de última hora termina por despertar simpatias, cuando todos los sondeos le adjudican un rechazo de casi 40 por ciento y un apoyo de seis por ciento.

Siete de los ocho gobernadores electos por AD en los comicios regionales y legislativos el día 8 formalizaron este sábado su respaldo a Salas.

El Comité Ejecutivo Nacional de AD, de 45 miembros, debió tomar la decisión de "adoptar la candidatura de Henrique Salas Romer e indicar a nuestra militancia cuál es el candidato por el que deben votar el 6 de diciembre", según informó el presidente de ese cuerpo, Carlos Canache.

El secretario Lewis Pérez dijo que "la tarjeta blanca (color distintivo de AD) sólo pertenece al partido", mientras que el especialista en asuntos jurídicos David Morales indicó que el Consejo Nacional Electoral deberá asumir que el dueño de la candidatura es el partido, y no el candidato.

En Copei, la telenovela para abandonar a Sáez, ex alcaldesa de 37 años y famosa internacionalmente por haber sido Miss Universo, ha tenido muchos más capítulos y comenzó cuando el día 8, ese partido sufrió el mayor revés electoral de su historia.

Pero Sáez aseguró que seguirá hasta las elecciones con o sin Copei, reconquistó un papel protagónico en un libreto electoral lleno de "golpes de efecto", intentó crear con Alfaro un "polo democrático" antichávez, se acercó después a Chávez con parecido ímpetu, y mantiene a los socialcristianos al borde de la apoplejía ante lo que anunciará finalmente el lunes. (FIN/IPS/eg/ff/ip/98

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