Una "rebelión" de líderes regionales socialdemócratas en Venezuela, que buscó retirar la candidatura presidencial de Luis Alfaro en beneficio de una opción capaz de detener al abanderado antisistema Hugo Chávez, fue abortada cuando faltan apenas 11 días para los comicios.
Alfaro, candidato de Acción Democrática (AD) y tercero en las encuestas a considerable distancia de Chávez y del empresario independiente Henrique Salas, conjuró el "alzamiento" y la dirección del partido cerró filas en su torno.
AD manejó encuestas, como la de la firma Datos conocida este miércoles, que muestran a Chávez con 42 por ciento de intenciones de voto, seguido por Salas con 36, Alfaro con ocho e Irene Sáez, del partido socialcristiano Copei, con tres por ciento.
Copei, entretanto, se vio forzado a confirmar a Sáez como su candidata, tras 10 días de conversaciones con AD en busca de construir un llamado polo democrático, que quedó desinflado cuando cada parcela endureció su postura.
Es la primera vez en 40 años de democracia que los dos partidos tradicionales -blanco de las críticas y del resentimiento de los electores- son relegados a lugar secundario en elecciones presidenciales.
Chávez, un ex comandante de paracaidistas de 44 años que encabezó una cruenta asonada en 1992, lidera una coalición de partidos de izquierda, militares retirados y empresarios proteccionistas que se erige como la mayor amenaza contra el establecimiento político con su propuesta de una asamblea constituyente.
Salas, de 62 años y tendencia socialcristiana y ex gobernador del industrial estado de Carabobo, avanzó como independiente con su organización Proyecto Venezuela, que promete "un cambio radical, pero en paz", y ha rechazado todo acuerdo con los partidos tradicionales, cuyo electorado se deslizaría en su apoyo.
"Lo único que pido, para ganar por 'paliza', es que los partidos dejen en libertad a sus seguidores para que voten por quien quieran", dijo Salas. Pero su negativa a reunirse siquiera de modo público con los jefes partidarios alejó esa posibilidad.
AD y Copei, con Sáez y Alfaro en el centro de sus gestiones, buscaron un entendimiento y tendieron puentes hacia factores políticos minoritarios para consolidar "un tercer polo", que no pudo cuajar al sobreponerse los intereses de cada grupo sobre el objetivo de detener a Chávez, que dijeron compartir.
"Las conversaciones se hicieron demasiado tarde. Cada candidato va a ir con su propia fuerza y respaldo a la elección del 6 de diciembre", resumió el ex gobernante Luis Herrera (1979- 1984), presidente de Copei.
Las fuerzas registraron una primera medición en las elecciones regionales y parlamentarias del 8 de noviembre, con un tercio de los votos para el Polo Patriótico de Chávez, una cuarta parte para AD y el resto repartido entre Proyecto Venezuela, Copei y otras formaciones.
Gobernadores elegidos en varios estados, de los cuales dos son de Copei y uno de Convergencia, grupo de fieles seguidores del presidente Rafael Caldera -y que asiste al proceso sin apoyo abierto a ningún aspirante- anunciaron su respaldo a Salas.
Otro tanto hicieron dirigentes medios de Copei y, este martes, mientras trascendían sus contactos tras bastidores con Salas, varios gobernadores militantes de AD lanzaron una "rebelión" para revisar la candidatura de Alfaro.
Su movimiento coincidió con anuncios de Chávez de revisión del proceso de descentralización iniciado en 1989 y su advertencia de que si el pueblo aprueba en plebiscito el llamado a una asamblea constituyente, quienes se le opongan quedarán colocados al margen de la ley y por tanto irían presos.
"Queremos revisar la candidatura de Alfaro en el contexto de la necesidad de preservar el sistema democrático amenazado por el autoritarismo y la violencia", dijo el gobernador del estado de Monagas, Luis Martínez, minutos antes de reunirse de urgencia la plana mayor de AD, la noche del martes.
Hora y media después, al dejar la reunión, el mismo Martínez declaró que "los rumores fueron despejados, y la candidatura que garantiza la victoria de las fuerzas democráticas, definitivamente es la de AD y Alfaro".
"Ahora me siento guapo (valiente) y apoyado. No renunciaré", expresó al dejar el cónclave el candidato, de 77 años, que tiene más de medio siglo de carrera dentro del aparato partidista, es apodado "el Caudillo" y cuenta apenas instrucción primaria.
El alcalde de Caracas y jefe de campaña de AD, Antonio Ledezma, el más popular entre los socialdemócratas a comienzos de año, deploró que la rebelión fuera encabezada por "quienes en mayo negaron la posibilidad de una escogencia (elección) de la candidatura por la base e impusieron la de Alfaro con la tesis del consenso".
Analistas políticos independientes señalaron que AD, y en menor medida Copei, han escogido entre dos peligros: el que representa Chávez y sus amagos de desmantelar el poder constituido, y el de su propio deshilachamiento si se entregan en brazos de un independiente refractario a los partidos.
De cualquier manera, cuando resta apenas una semana de campaña abierta, sólo dos de los 12 aspirantes en liza tienen posibilidades de victoria, según las encuestas conocidas hasta ahora. (FIN/IPS/jz/ff/ip/98
