Aún no se sabe si Sudáfrica juzgará a los violadores de los derechos humanos durante el régimen del apartheid entre 1960 y 1994, luego de que finalizara la investigación al respecto de la Comisión de Verdad y Reconciliación.
La Comisión entregó sus conclusiones al presidente Nelson Mandela la semana pasada y, entre otros, halló culpables al ex presidente P.W. Botha (1978-1989), a la integrante del gobernante Congreso Nacional Africano Winnie Madikizela Mandela, al líder del Partido Inkatha Libertad, Mangosuthu Buthelezi, y al dirigente de derecha Eugene Terreblanche.
Los cuatro no se acogieron a la amnistía por sus delitos, y la Comisión estipula que quienes no fueron amnistiados y son presuntos culpables de graves violaciones a los derechos humanos serán procesados.
Sin embargo, es políticamente inconcebible que los renegados de la política sudafricana se enfrenten a la ley. "Sinceramente, no creo que ninguno de ellos sea procesado. No hay manera de que Buthelezi sea procesado", manifestó Steven Friedman, del Centro de Estudios Políticos.
La Comisión atribuyó a Buthelezi los abusos del Partido Inkatha Libertad, responsable de la mayor parte de las violaciones a los derechos humanos en la región de Kwazulu Natal entre 1990 y 1994.
Pero la Comisión no es un organismo judicial y el gobierno no está obligado a aceptar todas sus recomendaciones, explicó Friedman. Los políticos se desentenderán de este caso y se lo pasarán a la fiscalía, agregó.
"A los políticos les gusta la idea de pasarle el fardo a las comisiones o al fiscal, a cualquiera con tal de no cargarlo ellos mismos. No vamos a ser testigos de un proceso judicial estricto", aseguró Friedman a IPS.
El parlamento formó la Comisión hace casi tres años para investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen del apartheid entre 1960 y 1994.
El organismo recurrió a la voluntad de los infractores para presentarse y confesar sus delitos. Quienes no lo hicieron u omitieron la verdad serían procesados por recomendación de la Comisión.
Pero desde varios ámbitos la Comisión recibió críticas por haber gastado los recursos estatales en una investigación inútil, sin consecuencias, que, según ellos, no tendría que haberse realizado.
No obstante, Friedman aseguró que lo más importante es que ahora la verdad es del dominio público y que la gente sabe lo que ocurrió bajo el apartheid.
Los culpables de violar los derechos humanos no tienen nada que temer si se considera la recomendación que hizo la Comisión sobre la destitución de funcionarios públicos implicados.
El organismo consideró la cuestión de la destitución con mucha seriedad y decidió no recomendarla, declaró el presidente de la Comisión, arzobispo y premio Nobel de la Paz Desmond Tutu.
"Sin embargo, se sugiere que cuando se designe o se recomiende (a una persona para un cargo público), los partidos políticos tomen en cuenta las revelaciones realizadas en el curso del trabajo de la Comisión", precisó.
No obstante, el Congreso Nacional Africano incluyó a Madikizela Mandela, ex esposa del presidente Mandela, en la lista electoral de la provincia de Gauteng, para las elecciones generales a realizarse en 1999.
La Comisión entregará a la fiscalía los nombres de los culpables de violar los derechos humanos para que esta los investigue y posiblemente los juzgue. Pero el organismo aun no terminó las audiencias para determinar el número de amnistiados y sólo cuando lo haga tendrá una lista completa de responsables.
"Una muy buena prueba de la independencia del nuevo fiscal general Bulelani Ngcuka sería el comienzo de la investigación y el procesamiento de los infractores", sostuvo el dirigente del Partido Democrático Tony Leon.
Ngcuka "debería acelerar la investigación del proceso de Madikizela Mandela… que hace 11 meses languidece en la fiscalía", exhortó. La Comisión halló culpable a Madikizela Mandela de 18 cargos de graves violaciones de derechos humanos.
P.W. Botha, quien calificó de circo a la Comisión, fue hallado personalmente responsable, junto con su ministro de Defensa Magnus Malan y el ministro de Justicia Adriaan Vlok, de las atrocidades y excesos cometidos por el apartheid durante su período de gobierno, entre 1978 y 1989.
"Existe el peligro de que las generaciones futuras digan que la Comisión usó demasiado tiempo, energía y recursos para develar el conflicto del pasado y muy poco para preparar el camino hacia la reconciliación y un futuro mejor", declaró Marthinus van Schalkwyk, líder del opositor Partido Nacional.
"Sudáfrica necesita la reconciliación más que nada en este momento. Debemos superar la alienación, para que una Sudáfrica unida pueda luchar en conjunto contra los problemas políticos sociales y económicos", agregó.
El Partido Nacional, considerado el principal violador de derechos humanos durante el apartheid, fue el arquitecto y ejecutor del régimen desde 1948, cuando asumió el poder, hasta 1994. (FIN/IPS/tra-en/gm/mn/aq/hd-ip/98