El presidente de República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), Laurent Kabila, destituyó por decreto a 315 jueces y la asociación de magistrados de este país reclama su inmediata reposición.
El cese de los magistrados se anunció el domingo, pero el decreto presidencial no tenía fecha ni número. Los 315 jueces fueron acusados de "dudosa moral, corrupción, negligencia, incompetencia notoria (y) conducta contraria a los deberes de su profesión, al honor y a la dignidad de sus funciones".
"Los magistrados afectados por el decreto denuncian esta sanción claramente ilegal", declaró a la prensa en Kinshasa Tumba Katshinga, presidente de la asociación de magistrados y juez del Tribunal de Apelaciones de Matete.
"Las acusaciones contra el grupo se basan en consideraciones ajenas al funcionamiento de la ley", argumentó Tumba, uno de los 315 jueces alejados de su cargo.
La carrera de Tumba como juez se inició hace 25 años y el profesional aseguró que sus antecedentes son impecables ya que nunca se le halló culpable de infracción alguna en el deber.
"El decreto se ensañó con algunos grupos regionales representados en forma desproporcionada (entre los 315 jueces), sobre todo de la región de Kasai y Equateur", acusó Tumba.
Kasai, en el sudeste, es la región natal del dirigente opositor Etienne Tshisekedi, quien tiene prohibido salir de la zona desde que Kabila accedió al poder en mayo de 1997 tras derrocar al dictador Mobutu Sese Seko, que a su vez procedía de la norteña provincia de Equateur.
La opinión general es que el sistema judicial es corrupto y es un secreto a voces que cuanto más rico sea uno, mayor posibilidad tendrá de ganar un caso. El salario promedio de los 6.000 jueces de RDC equivale a 15 dólares mensuales.
"Ya era hora de que alejáramos a estos magistrados sospechosos, delincuentes que hicieron notoria a la injusticia", declaró el martes en conferencia de presna el ministro de Justicia Jeannot Mwenze Kongolo.
El ministro aseguró que algunos de los jueces destituidos acosaron sexualmente a mujeres procesadas. Otros exorsionaron a acusados en demandas judiciales, eran propietarios de bares e incluso algunas juezas se prostituían con clientes adinerados.
"Había que separar el trigo de la paja", dijo Kongolo al agregar que el cese en masa señala el comienzo de grandes reformas en el sistema judicial de este país de Africa central.
Tumba reconoció que "existe mucha corrupción", pero aseguró que la asociación de magistrados intenta combatir el flagelo. Los jueces cesados "sienten que fueron condenados sin juicio. El procedimiento legal no se respetó para nada ya que la ley estipula qué medidas se deben tomar contra un juez", explicó.
Los 315 jueces no fueron sometidos a investigación y el asunto no se planteó ante el Consejo Superior de la Magistratura, el único órgano autorizado para decidir sobre cuestiones de disciplina de los magistrados y proponer las sanciones correspondientes al presidente de la república, dijo Tumba.
"Queremos que los jueces culpables sean castigados, pero el Consejo Superior de la Magistratura debe sesionar y registrar su veredicto en un informe. Toda otra medida será arbitraria", afirmó.
El secretario de la asociación de magistrados, Sibu Matubuka, precisó que en lugar de recurrir al Consejo Supremo de la Magistratura, el ministro Kongolo propuso a Kabila las destituciones de los 315 jueces.
"El ministro de Justicia engañó a Kabila al presentarle un decreto mal preparado, teñido de tribalismo y nepotismo, y que no respetó el procedimiento legal, haciéndolo culpable de abuso de poder", declaró la asociación.
La asociación de magistrados emprendió acciones legales para declarar nulo el decreto presidencial. "Queremos que el decreto se retire o se anule", manifestó Matubuka. (FIN/IPS/tra-en/bm/kb/aq/ip/98