HONDURAS: Alerta por roedores tras la inundación

Las primeras muertes por leptospirosis y la amenaza de hantavirus, ambas enfermedades transmitidas por roedores, agregaron el fin de semana nuevos motivos de alerta en Honduras, en medio de la destrucción que dejó el huracán Mitch.

Tanto la leptospirosis como el hantavirus pueden ser letales si no se manejan adecuadamente sus síntomas y evolución, advirtió el encargado de Riesgos Poblacionales del Ministerio de Salud, Víctor Meléndez.

En el caso de la leptospirosis, Meléndez confirmó la muerte de cuatro personas en la norteña ciudad de La Lima, a 255 kilómetros de la capital, así como un brote de siete casos más en el litoral atlántico.

"Estamos preocupados con esta situación. Los casos de leptospirosis afectan a gente que se encuentra en los albergues y que de alguna forma están sujetas a un control riguroso de las autoridades sanitarias, pero desconocemos lo que pasa con el resto de la población", dijo el funcionario.

A ello se sumó este lunes la llegada del hantavirus, una enfermedad aun más mortal que la leptospirosis y que afecta los riñones y pulmones. Las dos enfermedades son transmitidas por roedores.

Según Meléndez, las inundaciones provocadas por el huracán Mitch obligaron a las ratas y ratones a salir de sus madrigueras y contaminar las aguas y el lodo, ya afectados por la orina y los excrementos de los cerdos, perros y vacas.

"La presencia del hantavirus no está confirmada, pero sospechamos que pueda haber llegado porque se presentaron algunos síntomas. Estamos pidiendo ayuda internacional para detectar la enfermedad y evitar una epidemia mortal", dijo Delia Tercero, funcionaria de Salud en la ciudad de San Pedro Sula, en el norte.

Tercero anunció que esta semana llegará a Honduras un grupo de expertos del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, con sede en Atlanta, para brindar asesoramiento sobre las manifestaciones del hantavirus y controlar posibles brotes o epidemias.

Los síntomas más comunes de infección con hantavirus son naúseas, vómitos, sangrados, fiebres y otros síntomas. Todo ello puede provocar en un corto plazo insuficiencia renal y afectar los pulmones.

Si el mal no es detectado a tiempo para la aplicación de un tratamiento efectivo, la consecuencia puede ser la muerte. Las autoridades sanitarias temen que se registre una epidemia de proporciones por desconocer a fondo las diversas manifestaciones del mal.

En el caso de la leptospirosis, el virus se manifiesta cuando se presenta alguna herida en la piel, o través de los ojos y la boca. Los síntomas clínicos son muy parecidos al dengue, al presentarse también fiebre, diarrea, coloración amarilla en la piel y la disminución de la orina, entre otros.

Desde el fin de semana, las autoridades sanitarias desplegaron brigadas educativas para alertar a la población y entrenar a los cuerpos de socorro en el manejo de estas enfermedades, poco comunes en Honduras, pero propias de los países desarrollo.

Se pidió a la población que visita o reside en zonas de desastre evitar el contacto con el lodo y las aguas contaminadas, y usar, en caso de que eso sea necesario, botas de hule, guantes y capotes.

Sólo en La Lima, donde se presentaron las primeras muertes por leptospirosis, 40.000 personas están expuestas a la enfermedad, mientras en ciudades como Tegucigalpa un dique natural formado por la destrucción de sus puentes es considerada un foco de alta contaminación y mal olor en el centro de la ciudad.

El huracán Mitch dejó como secuelas en Honduras numerosos casos de dengue, malaria, gripe, enfermedades respiratorias agudas y otras que afectan principalmente a los niños de menos de cinco años.

Para ello, unas 36 brigadas médicas internacionales, la mayoría de Japón y Cuba, se encuentran en el país. El canciller cubano, Roberto Robaina, de visita la semana pasada ofreció 2.000 médicos más para atender a los enfermos.

Las brigadas cubanas se instalaron en la costa atlántica y central, pero de momento son las únicas que han atendido a la población indígena de La Mosquitia, en el norte, donde el acceso es sumamente difícil.

Honduras ha sido el país centroamericano más afectado por Mitch, y si bien la ayuda externa no se ha hecho esperar, las proporciones del desastre son tan grandes que llevará más de 10 años la reconstrucción del país. (FIN/IPS/tm/mj/he/98

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