EEUU-JAPON: Visita de Clinton no oculta fricción comercial

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, realizó una visita oficial a Japón, pero la cordialidad manifestada por ambos gobiernos en la ocasión no logró disipar el temor de una guerra comercial bilateral.

En su visita del jueves y el viernes, Clinton se mostró más conciliador hacia el plan de Japón de reactivar su economía, en recesión hace ocho años, luego de que Washington se enfrentó a Tokio en la cumbre del foro de Cooperación Económica de Asia- Pacífico (APEC) por la negativa japonesa a rebajar sus aranceles.

En la cumbre de APEC que concluyó en Kuala Lumpur el día 18, Washington prácticamente acusó a Japón de sabotear un pacto de liberalización comercial que al final se planteará ante la Organización Mundial de Comercio.

La tensión ya se había acumulado en los últimos meses cuando Washington acusó a Tokio de pasividad frente a la crisis que envolvió a Asia. Así mismo, Japón considera que Estados Unidos utilizó la recesión como pretexto para forzar la apertura de su economía mientras las compañías japonesas caen en quiebra.

El creciente superávit comercial de Japón con Estados Unidos también ensombrece sus relaciones y Washington sostiene que Tokio debe aumentar sus importaciones ya que la economía estadounidense no puede ser la "única compradora de último recurso" para los países afectados por la crisis.

En este contexto, el diario Yomuiri Shimbun señaló el sábado que Clinton adoptó "un tono más suave para incitar a Tokio a la acción".

El gobierno japonés magnificó el despliegue de cordialidad entre Clinton y el primer ministro Keizo Obuchi cuando ambos líderes se estrecharon la mano y se palmearon la espalda durante un almuerzo el jueves.

La visita de Clinton "demostró que la sociedad entre Japón y Estados Unidos se hizo mucho más importante que nunca, no sólo en términos de relaciones bilaterales, sino para la estabilidad del mundo entero", declaró la cancillería japonesa.

La declaración refleja el fuerte interés que tiene Japón en eliminar los obstáculos que amenazan con distanciar a Washington y Tokio, y en demostrar que las relaciones bilaterales siguen intactas a pesar de la fricción económica.

Clinton visitó Japón poco después de que Tokio anunció un paquete récord de reactivación económica por 200.000 millones de dólares. "Creo que no es sólo claramente en interés del mundo y de la región (de Asia-Pacífico) sino en interés del pueblo de Japón continuar con la estrategia" de Obuchi, declaró.

Pero sus palabras diplomáticas no ocultaron las dudas sobre la eficacia del octavo paquete de reactivación, el mayor en los ocho años de recesión japonesa. "A veces, cuando hay que dar vuelta a un país, lleva más de lo que se pensó en un inicio", dijo Clinton el viernes.

Según el diario Asahi Shimbun, la impaciencia de Washington con Japón está aumentando y Estados Unidos buscaría profundizar sus lazos con China, lo que perjudicaría la relación más preciada de Tokio.

Aunque la visita de Clinton es una buena señal, dado especialmente que el presidente no concurrió a la cumbre de APEC, las relaciones se ven amenazadas por la posibilidad de mayor fricción económica.

A pesar del apoyo exterior que brindó a Obuchi, Clinton también advirtió que Japón podría sufrir el proteccionismo estadounidense a menos que Tokio adopte rápidamente medidas para corregir sus "injustas" prácticas comerciales en el acero y otros sectores.

Las importaciones de Estados Unidos de acero laminado japonés aumentaron 500 por ciento este año, informó Clinton ante un foro empresarial auspiciado en Tokio por la Cámara de Comercio Estadounidense en Japón.

"Si (los estadounidenses) creen que la relación económica (con Japón) es injusta, entonces desaparecerá su creencia de que deben aceptar las importaciones siempre que crezca la economía de Estados Unidos", señaló.

El superávit japonés en el intercambio comercial con Estados Unidos aumentó en octubre 31,9 por ciento comparado con el año anterior, en gran parte debido a la caída de las importaciones. Las exportaciones también están disminuyendo, aunque en un porcentaje menor.

El superávit japonés con Estados Unidos ha aumentado en los últimos 25 meses.

Japón, que representa 70 por ciento de la producción económica de Asia, asegura que el paquete de reactivación logrará su recuperación económica en dos años.

No obstante, Boyd de Menthe, investigador sobre las relaciones económicas entre ambos países, sostuvo que a cada vez más estadounidenses les molesta la incapacidad de Japón para aumentar las importaciones y aceptar su responsabilidad en reforzar la economía mundial.

"La opinión es que Japón no cambiará porque su superávit comercial va en aumento", dijo.

Mientras, en Japón aumenta la frustración hacia Washington, cuya actitud Tokio considera excesivamente severa en momentos en que el gobierno intenta recuperar la economía japonesa.

Tokio mantuvo su posición en la cumbre de APEC cuando se negó, en un proyecto de liberalización comercial de nueve sectores, a rebajar los aranceles sobre la madera y la pesca que asegura ya se encuentran debilitados por los bajos precios.

Washington reconoció que no se podría llegar a un acuerdo, pero acusó a Japón de volver al proteccionismo y afectar el avance de APEC hacia su objetivo de la zona de libre comercio.

En este contexto, Japón intenta aplacar a Washington. La base "cima de las relaciones exteriores de Japón sigue siendo el mantener buenas relaciones con Estados Unidos", aseguró el analista político Minoru Tada. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/aq/if-ip/98

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