El gobierno de Ecuador anunció esta semana que no apoya la demanda de comunidades indígenas contra la petrolera Texaco por contaminación y daños ambientales en la Amazonia, pero los ecologistas no pierden las esperanzas.
Los indígenas cofanes, de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, plantearon la demanda contra Texaco el 1 de noviembre de 1993. La Corte de Apelación del Segundo Circuito de Estados Unidos, solicitó en octubre al gobierno que manifestara si apoyaría a los demandantes, para proceder en la demanda.
Los indígenas habían recibido el apoyo de los dos últimos gobiernos ecuatorianos en este asunto, pero el presidente Jamil Mahuad decidió no entrar en el juicio, ni tampoco cooperar con la Corte para vigilar la implementación de cualquier solución ambiental que se ordenara.
La embajada de Ecuador en Washington informó el día 11 a la Corte norteamericana que Ecuador no participará más en la demanda contra Texaco y que considera que la petrolera no tiene ninguna responsabilidad en las afectaciones producidas en la Amazonia.
Ivonne Ramos, de la organización Acción Ecológica, dijo a IPS que hay plazo hasta el 11 de enero para que el Estado ecuatoriano cambie su posición en este tema y adelantó que harán todo lo que esté en sus manos para cambiar el pronunciamiento gubernamental.
"Realizaremos acciones permanentes para exigir que el Estado no traicione los derechos colectivos y ambientales del pueblo ecuatoriano, y en especial los de las comunidades indígenas y campesinas de la Amazonia", afirmó.
Ramos recordó que el gobierno del ex presidente interino Fabián Alarcón mantuvo una actitud favorable a esta demanda, a la que calificó como un planteamiento de interés nacional.
Si el pronunciamiento sigue siendo negativo, las cortes norteamericanas devolverían el juicio a Ecuador, donde según Ramos "no hay ninguna oportunidad para el tema" y advirtió que si esa causa se pierde, se perderá también la posibilidad de futuras demandas ambientales contra las empresas petroleras.
"Nuestro mensaje es una alerta nacional: no podemos permitir que el gobierno de Jamil Mahuad, al inicio de gestión, traicione los intereses y derechos colectivos y ambientales del país, a favor de una empresa transnacional que causó daños ambientales en la Amazonia y sentó precedentes para su uso sucio posterior".
Este uso sucio se refiere al trabajo de otras empresas petroleras en la zona. Según Acción Ecológica, los gobiernos han ampliado la frontera petrolera del país, fundamentalmente en áreas protegidas y territorios indígenas, con ecosistemas frágiles.
Por otra parte, el crudo producido en esas áreas es de baja calidad y el Estado termina por subsidiarlo, con pérdidas de más de mil millones de dólares.
Además de Acción Ecológica, apoyan en Ecuador el esfuerzo de los cofanes contra Texaco, el Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES) y el Frente de Defensa de la Amazonia, dos organizaciones no gubernamentales.
Luis Yanza, presidente del Frente de Defensa de la Amazonia, puso en entredicho, en declaraciones al diario El Comercio, el contenido de la carta enviada por Ecuador a la Corte norteamericana.
"La visita confidencial del Procurador (Ramón Jiménez) a Nueva York la semana pasada, su supuesta reunión con la gente de Texaco, el sorpresivo despido de los abogados anteriores y la forma técnica como fue redactada la carta, ha llevado a suponer que fue la propia Texaco quien la escribió", señaló. (FIN/IPS/gm/ag/ip- en/98
