El gobierno de Cuba expresó hoy que la propuesta de crear una comisión bipartidista para el examen de la política de Estados Unidos hacia este país caribeño demuestra que la misma ha fracasado.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Alejandro González, dijo a IPS que no tenía dudas de que la política de Washington hacia Cuba seguida durante casi 40 años "requiere de una revisión".
"Cuba no tiene ninguna incidencia en lo que va a hacer esa comisión, si es que llega a crearse", señaló González, el único portavoz oficial cubano, luego de sostener su habitual encuentro de los jueves con la prensa extranjera acreditada en la isla.
Después de reiterar que esa política "requiere de una revisión por su naturaleza injusta y cruel", comentó que el sólo hecho de que se proponga su reevaluación demuestra que está "fracasada y bajo cuestionamiento".
"Hay muchas áreas que un examen de esas características pudiera considerar empezando por el levantamiento del bloqueo económico", concluyó González.
Sectores de la oposición, en tanto, consideraron "una buena iniciativa propiciar avances" encaminados a la normalización "de relaciones de Estado a Estado entre ambos países".
"Al cabo de casi cuatro décadas de confrontación entre los dos gobiernos, ya es hora de que esa política hostil que comparten sea revisada", consideró Elizardo Sánchez Santa Cruz, presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación, que carece de reconocimiento legal en Cuba.
Sánchez Santa Cruz añadió que la comisión que se establecerá en Estados Unidos "es la clase de iniciativas que convienen, ya que los criterios que han prevalecido hasta ahora han llevado las relaciones bilaterales a un verdadero callejón sin salida".
No obstante, el activista estimó que si el gobierno cubano no responde positivamente, todo quedará en recomendaciones.
La iniciativa cobró fuerza en los últimos días, aunque surgió a mediados de octubre, en carta enviada al presidente Bill Clinton por John Warner y otros 14 senadores, 11 de ellos republicanos.
Los congresistas afirman que la política hacia Cuba ha carecido de revisión integral desde 1960 y tampoco se ha estudiado la eficacia de la ley Helms-Burton, de marzo de 1996, que endureció el embargo económico contra la isla.
La propuesta cuenta con el apoyo los ex secretarios de Estado Henry Kissinger, George Shultz y Lawrence Eagleburger, el ex secretario de Defensa Frank Carlucci y el ex senador Howard Baker, pero es mirada con reticencia por congresistas estadounidenses de origen cubano.
En ese sentido, la representante republicana por Florida Ileana Ros-Lehtinen, afirmó esta semana que la iniciativa es incorrecta y "una señal equivocada", además de estar alentada por intereses económicos favorables al levantamiento del embargo.
Consultado al respecto, Sánchez Santa Cruz reiteró que "lo más conveniente para ambos pueblos es que sus gobiernos construyan un sistema de relaciones de convivencia pacífica, buena vencindad y cooperación".
Medios de prensa de La Florida informaron el miércoles que funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Estado estimaron que la idea tiene algunos méritos y aseguraron que se está analizando.
Esas fuentes señalaron como ideólogo de la iniciativa a William Rogers, ex secretario adjunto para Asuntos Interamericanos (1974- 76), quien trabajó en la llamada Comisión Kissinger que revisó la política estadounidense hacia América Central en 1983-1984.
Rogers aclaró que no se trata de proponer cambios específicos en la política hacia Cuba, ni de poner fin al embargo, sino de revisar la conducta actual para ver si corresponde o no a los intereses de Estados Unidos. (FIN/IPS/pg/ag/ip/98